Capitulo 5

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La verdad creo que no necesitan que los ponga en contexto. Lo cierto está en que salí de aquella casa apenas pude, creo que por primera vez la suerte estuvo de mi lado. Nunca lo está, pero hoy el universo tuvo compasión conmigo, luego de tantas desgracias, diría que está también la sumaría a la lista. ¿Con que cara voy a ver a Fabricio después de esto? Hoy conocí a una versión de mí que jamás imaginé ver, era una Emma cegada, sedienta, que necesitaba sentir el contacto de aquel chico contra su piel. Además, no soy una santa, estaba claro que desde que lo vi quería saber cómo se sentiría tener su piniwini dentro de mí. Ja.

Pero la verdad es que siento vergüenza, ok. Lo admito. Vergüenza. Me sedujo demasiado fácil, me dejé llevar. Y a pesar de que Fabricio es insoportable, si tú estuvieras en mi lugar también habrías actuado de la misma manera. Pero no. Juro que la próxima vez —que espero que no haya— me contendré. ES EL HERMANASTRO DE ARIANA. Y hay muchos hombres en el mundo que seguramente cojan mejor que Fabricio.

¡Ariana!

Lo pensaba, lo re contra pensaba, y por mi cabeza no dejaba de resonar su nombre. Quizá si le contara la situación me aplaudiría, estaba teniendo contacto físico con otro hombre que no sea el imbécil de Asher, pero resulta que es su hermanastro. Ahí reaccionaria diferente, claramente. Dios. En que cabeza te cabe, Emma. Puta. No no, eso sí jamás. Pero es que, agh.

¿Saben qué? Mejor me concentro en seguir caminando, con los zapatos en mis manos, por el suelo mojado, hasta llegar a mi apartamento. Ya luego tendría tiempo de contar como fue que salí del infierno en el que me metí por mis hormonas. Créanme que fue demasiado divertido, les gustará saberlo. Algo que si me daba curiosidad era saber que había pasado con Fabricio y Ariana. Diablos. Porque no me quedé a chismosear.

Abro la puerta del departamento al llegar y entro, me quito de una vez la ropa mojada y al quedar en ropa interior decido que debería bañarme. Lo necesito para poder deshacerme de aquel momento horny que tuve con Fabricio. No sé si soy la única que cuando no se entretiene pensando en algo, o haciendo algo, los recuerdos y la ansiedad le abruman. Los escenarios falsos, las películas más buenas que las de Netflix. Realmente es difícil vivir así.

—You betrayed me, and I know that you'll never feel sorry—cantaba mientras entraba a la ducha y abría la regadera—, for the way I hurt, yeah. You talk to her.

Está bien, no les voy a negar que seguía dolida. Sí. No ha pasado mucho tiempo desde eso, y es muy doloroso que lo estés dando todo por una persona para que te salga con unas de sus cagadas. ¿Ok? Yo lo quería. Lo quería más que a nadie, y me duele que no me haya dado el valor que merezco solo porque llegó otra chica que brillaba más. Y le dediqué Pov, joder, era Pov.

Pasaron unos cuantos minutos hasta que salí de la ducha y volví a mi habitación. Me sentía cansada, una vez más me pesaban los parpados, no estoy segura de sí es por sueño, o esa sensación de ardor que sientes luego de llorar. Soy muy sensible, perdón. Luego de vestirme me acosté en la cama y volví a eso llamado: depresión. Créanme, se volvió mi mejor amiga. ¿Qué película triste me tocaba ver hoy, Titanic o Amor de Medianoche? Mmm. Quería probar algo diferente, como ver X-Men o la del Spider-Man de Andrew, para llorar como una bebé cuando no pudo salvar a Gwen Stacy. Era hora de renovar mis planes.

Ni siquiera me dió tiempo para eso porque escuché Happier Than Ever sonar como mi rington de llamada, y carajo, pensé que era Ariana. Pero el nombre que leí allí me dejó como culo en agua. Asher estaba llamándome. Maldita sea, maldita sea, maldita sea. El celular se me resbala de las manos de los nervios y cae sobre la cama. Respiro profundo y escucho la voz de Billie, la vibración del celular y la foto de mi ex novio donde sale sonriente con mi reemplazo. Y agh.

No me juzguen, pero... Pero...

—¿Qué necesitas?

—Eh... ¿Cómo estás?—pregunta él al otro lado de la línea.

—Tan bien como tus daños colaterales me tienen. No debería preguntar qué tal estas tú, jaja.

Le terminé respondiendo, eso era obvio, ¿no?. Les pido que se ahorren el recordarme lo tarada que soy, porque eso lo tuve siempre claro, desde el día en el que nací. Todavía me pregunto porque mi mamá no me puso pendeja como segundo nombre si es la palabra que más me identifica. Definitivamente Dios se la rifó cuando me estaba creando.

—Excelente... creo...—comentó con un poco de tartamudez, o más bien confusión, como si eligiera con cuidado sus palabras—. Oye Emma... lo del otro día, la invitación...

—¿La boda? Ay... claro, claro. La boda—dije entre risas, pero unas risas demasiado ridículas—, ¿Qué pasa con la boda?

—La verdad es que—hizo una pausa. Maldito, apúrate, me das ansiedad—. Okey, seré sincero. Esa invitación no era para ti. Me confundí al enviártela porque tenía otras Emma agendadas y por error entraste en la cadena de invitaciones.

—Ah...

—No, no, no me malentiendas. Es solo que... es muy feo de mi parte invitar a mi ex a mi boda especialmente cuando no me ha superado y... no creo que seas capaz de ir. Y bueno, solo quería aclararlo. ¿Sin resentimientos, ok?

Ok. Eso se sintió como un balde de agua fría. Dios. Fue terrible. Que Asher admitiera que no lo había superado o que dijera que no sería capaz de ir a su boda. Me hizo sentir miserable y que me trataba como una adolescente que no puede tomar las cosas de forma madura. Y aunque quizá sea así en la mayoría de los casos, sentía la necesidad de hacerle saber que no tenía que intentar "protegerme" o lo que sea que hiciera, no quería su lastima. Yo tenía los suficientes ovarios para valerme por mi misma, o al menos, intentarlo.

Como un acto impulsivo decido reírme a carcajadas, como una loca. Les aseguro que Asher del otro lado del teléfono debe estar pensando "¿y esta loca qué?"

Tal vez me vaya a arrepentir luego de esto, pero mi mamá no crió cobardes.

—¿Te preocupa que no sea capaz de ir?—le pregunto en un tono bastante amistoso. Si te pones a evaluar, sabrías que se notaba bastante actuado.

—De cierta forma…

Suelto una risita.

—¿En serio tienes metido en la cabeza que no te supero?—pregunto de una manera cínica—. No me malinterpretes pero ya somos adultos Asher, y así como tu tuviste los huevos para engañarme y decírmelo justo antes de casarte, yo tuve los ovarios para no dejar que un hombre tuviera más poder sobre mí que yo. Me dolió, sí, pero ahora estoy felizmente en pareja.

AY POR DIOS.

La cagué, eso era obvio. Literalmente cagué y me senté encima de la mierda e hice un desastre. Claro. Pero no me iba a sentar a llorar, sí ya le mentí, le mentiría completo.

—Y estaría encantada de ir a tu boda para ver cómo unes tu vida legalmente con la de alguien más—solté un suspiro y me sentí orgullosa de mí por el tono en que lo dije.

Sé que estaba muy mal, pero no necesito deberte explicaciones o hacer lo que “creo correcto”. En la vida hay que tomar riesgos, eso me lo enseñaron las películas de Disney. Solo hay un problema, esta no es una película de Disney, más bien sería una película de Star Life dónde la protagonista termina peor que en el comienzo. No es un 50 sombras de Grey, no es 365 Días, ni mucho menos es un libro de Wattpad como Pecados Placenteros, solamente es… yo tratando de sobrevivir.

Así que sí, en definitivamente iba a regar la mierda que cagué:

Yo: Lo de hoy solo fue un desorden hormonal ocasionado por la falta de sexo en mi organismo. Necesito un favor.

Deseos Oscuros Where stories live. Discover now