Capítulo 11

1.1K 103 10
                                    

—¿Entonces puedo escribirte?—me preguntó Adrik un poco antes de abrir la puerta de su auto para bajarme.

Al final si me trajo a casa. Y puedo confirmar que el camino estuvo bastante tranquilo, hablamos de cómo odiabamos a su ex y de cómo dejó de hablarme solo porque creyó que ella era el amor de su vida. Ya saben, a veces la gente se porta un poco estúpida y hacen caso a los comportamientos tóxicos de su pareja. Hasta ahora no he conocido a alguna que le haya salido bien aquello. Es decir, si se pone con esas cosas, te va a salir con muchas peores. Pero supongo que podría estar equivocandome, después de todo me estoy expresando a través del dolor.

—¡Claro!—le conteste bajándome del auto y dándole una sonrisa. Lo seguía queriendo y, supongo que cometemos errores. Algunos más tontos que otros, je. Pero me han dicho desde muy pequeña que es de humanos saber perdonar.

Nos despedimos con la mano y empiezo a caminar hasta el ascensor para poder subir y relajarme unos veinte minutos hasta que Fabricio llegue. Aún sigo pensando cómo mierda fue que pase de hablar tantas cosas horrendas de él a esperarlo porque vamos a tener una ¿cita? Así lo había llamado él pero me niego a aceptar que realmente sea eso.

Entro en el ascensor cuando miro como las puertas se abren, y mientras subo, recordé que había dejado a Ariana en el depa porque estaba durmiendo. Me preguntaba si aún seguía ahí, y como siempre me adelanté a los hechos.

¡Claro que estaba ahí!

Y para mí suerte, no se veía contenta.

Apenas abrí la puerta pude encontrarme con Ariana corriendo hacia mi, lucía un poco sorprendida y al mismo tiempo con una cara de «vas a tener que explicarlo» y ya supongo a que se refería.

—¿Ese auto era el Adrik, verdad?—pregunta abrumada—, cuando pensé que nada podía empeorar aparece este trayendote a casa.

—Pues si, jeje. Reapareció—mencioné encogiendome de hombros—. Y me dio unas cuantas explicaciones.

—Y espero que lo hayas insultado hasta en idioma Minion—me responde cruzando sus brazos—. Que ni piense que va a poder lavarse las manos así como así.

—Ariana…

—Ariana nada, tu no vas a estar ahí cuando él quiera y que te bote cada vez que se enamore. Ni tu, ni nadie. No son sus perritos falderos.

—Bueno pero, ya está bien. Adrik siempre tendrá mi cariño pero no va a ser lo mismo de antes. Y se lo deje claro, ¿ok? Nada de que preocuparse, el solito se lo buscó—respondí buscando tranquilizarla.

—Bueeeeno, si tú lo dices. Sé que tienes el suficiente carácter para dejarlo en su lugar.

Suelto una risita y camino hasta mi cuarto. Es increíble que todavía estén las bolsas con el montón de ropa que había comprado Ariana. Y ahora que lo pienso, hace muchos días no limpio la habitación, capaz y sigue la cucaracha aún.

Prometo limpiarla hoy a lo que llegue.

Termino de entrar en la habitación y hago a un lado las bolsas con la ropa, hoy quería ponerme algo propio, tenía ropa muy bonita que no aprovechaba.

Saco del clóset unas medias de red largas, un short de blue jean y un crop top blanco y comienzo a cambiarme. Era un outfit para fiestas, pero no tenía idea de adónde iría con Fabricio así que seguramente se vería bien en cualquier lugar. Cuando estaba a mitad del outfit, Ariana irrumpe en medio de la puerta.

—Oyeeeee, no quiero ser la amiga que todos odian porque siempre quiere meterse en la vida de los demás. Pero si vas a salir con Adrik no te voy a dejar ir—me contesta señalando la ropa.

Deseos Oscuros Where stories live. Discover now