Capitulo 13

831 88 9
                                    

Mientras el resto de los chicos estaban en el infinito y más allá, cómo Buzz Lightyear pero de manera ilegal, yo también estaba viajando allí sin siquiera haberlo planeado.

Suelto un suspiro y junto mis labios, para apretarlos y evitar hacer algún ruido justo cuando dejo que la mano de Fabricio siga libre y navegue en mi ropa anterior con libre albedrío. Siento su mano un poco fría acariciar mi vagina por encima de la ropa interior. En ese instante comencé a tener calor, y comencé a sentirme nerviosa. No tengo un porque, pero no lo puedo evitar.

Acaricia de adelante hacia atrás despacio, haciendo que sienta cosquilleos mínimos. Pasaron unos milisegundos cuando con su otra mano acerca mi cabeza hacia la suya y se abalanza a besarme.  Abro mis labios al igual que él para seguirle beso y sin separarnos baja la misma mano con la que me acercó para besarme hasta mi seno y apretarlo por encima del sostén.

Siempre había escuchado que los senos son como el agua, no saben a nada, pero que eran estimulantes. Además de que se sentía agradable sentir su mano apretarme uno. Mientras nos besábamos, podía percatar que subió la mano hasta mi vientre y comenzó a bajarla a través de la ropa interior, llegando hasta abajo, la sentía un poco fría. Eso me causó un escalofrío. Saboreaba su lengua mientras la sensación se hacía cada vez más deliciosa.

Ahora sus dedos hacían contacto directo con mi piel, y él sabía que ahora tenía mucho poder sobre mi. Al principio comenzó frotando en círculos de forma lenta, sin despegar su boca de la mía. Luego, poco a poco, fue aumentando la velocidad hasta hacer que despegara nuestros labios para soltar un gemido demasiado fuerte para mi gusto. Se sentía tan bien que incluso tenía ganas de moverme para que se sintiera mejor.

Él vuelve a besarme bestialmente para callarme, luego se separa, y aumenta todavía más la velocidad con la que frota mi vagina. Dejó de tocarme en círculos y comenzó de adelante hacia atrás, cada vez más rápido. Y tengo que admitir que así se sentía todavía mejor. Coloca la mano que tenía  en mi boca para callarme cuando se percató de que quería soltar más gemidos. Dios, se sentía tan bien que no quería que parara.

Lentamente Fabricio introduce un dedo dentro de mi, y lo saca, luego lo mete de nuevo. Que horrible era no poder gritar la satisfacción que llevaba tiempo sin sentir. Hace lo mismo con otro dedo, y la sensación fue todavía mejor. Esta vez soy yo la que toma su rostro con ambas manos y lo beso lo más intenso que puedo, embistiendo mi lengua en su boca sin intención de despegarme hasta necesitar aire.

Duramos así un rato más hasta que se detiene. Nos despegamos, y me dedica una sonrisa bastante linda. Yo sé la devuelvo, y volvemos al planeta tierra. Aunque yo todavía seguía temblando por lo que acababa de pasar. Me daba pena admitirlo pero mi vagina palpitaba. Si había conseguido excitarme demasiado solo con eso, que pasaría cuando estuviésemos follando de verdad.

—Deberíamos continuarlo—me dice él guiñandome un ojo—, ¿no lo crees tu?

—Me va a tocar a mi tener que hacerte ver estrellitas la próxima vez—le susurro con un tono bastante sensual, estaba buscando seducirlo y, espero haberlo conseguido.

—Eso lo harás cuando consiga darte tan duro como sea posible.

Sin responderle, ambos nos quedamos callados y haciendo contacto visual. Lastima que cuando esas cosas pasan me daba por reírme sin razón alguna. Supongo que eso pasaba porque me inquietaba que me vieran. Siempre me hacía sentir como si me estuviesen contando los defectos faciales.

Unas risitas se escapaban de mi boca cuando ambos escuchamos un grito que se llevó la atención de todos.

—¡Cleo!—dijo Adrián sacándola de la piscina.

Deseos Oscuros Where stories live. Discover now