Capítulo 26

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"¡El Duque ha sido herido!"

"¡Su alteza!"

"¡Rápido hay que llevarlo a un doctor!"

"¡Ayúdenme a subirlo!"


Las voces de desconocidos se mezclaban con la voz de O'Malley pidiendo ayuda para subir al carruaje el pesado cuerpo de Jean.

Abriendo un ojo, Jean se recuperaba despacio del golpe y la conmoción en su cuerpo. Se encontraba sobre la nieve pero sentía todo el costado izquierdo de su cuerpo caliente. Un agudo dolor se hizo presente en cuando sintió varias manos tratando de moverlo.

—Agh...basta...O'Malley ¡Basta!—gritó al sentir que continuaban intentando levantarlo—sólo dame tu brazo, puedo levantarme sólo.

—¡Su alteza! ¡¿Puede escucharme?!

—¡Evidentemente! Ya para de gritar—Jean se incorporó lentamente con el apoyo de O'Malley, levantó un poco el rostro y vio a quienes estaban a su alrededor en la escena. Algunas mujeres asustadas escondidas detrás de algunos hombres que se acercaban, el concierge del salón de juegos y hasta un gato merodeando. Pero no encontró ya la sombra que le había disparado.

Afortunadamente sus reflejos fueron lo suficientemente rápidos para mover su posición. La bala lo había alcanzado, pero dudaba que el plan de la sombra fuese sólo dejarlo herido.


Una vez sentado en su carruaje trató de buscar su herida con la mano derecha, encontrando la sangre brotando de su costado izquierdo, con un gesto de incomodidad hizo presión en su costado para mantener a raya el brote de sangre. Logró mantenerse consciente y soportando el dolor mientras su carruaje se agitaba con la carrera de O'Malley tratando de llevarlo al médico.

Apretó los ojos y echó la cabeza hacia atrás mientras soportaba el movimiento


«Mikasa...llegaré tarde» pensó mientras sonreía con el ceño fruncido.



Al fin se detuvieron y O'Malley abrió la puerta para ayudarlo a bajar, pero Jean se incorporó en el asiento y aunque lento, bajó por sí mismo aún sosteniendo su mano sobre la herida.

—¡Dr. Windsor, Dr. Windsor!—el chofer tocó desesperado la puerta de la casa del Dr. de la familia en Mitras.
—Para de gritar O'Malley, vas a despertar a toda la cuadra
—¡Pero su alteza está sangrando!
—Vas a hacer que los oídos me sangren a este paso

La puerta de la casa se abrió mostrando a un canoso hombre en pijama sosteniendo una lámpara.

—Por Dios su alteza, dígame que no se ha involucrado en otro duelo—le habló el doctor Windsor

—Al menos no voluntariamente—respondió Jean

—Pasen de inmediato...O'Malley necesito toallas y agua caliente pronto, ah y tráeme la botella de aguardiente en la cocina—O'malley que era familiar con el lugar siguió de inmediato las instrucciones.

—Siéntese aquí su alteza—le dijo el  doctor al ofrecerle una silla en el comedor  y ajustándola a la pared—recárguese bien—el doctor levantó el brazo de Jean y lo ayudó a retirar el saco—lamento esto mi señor, pero estoy seguro que no tendrá problema—con una navaja rompió la camisa de Jean, mientras él sólo fruncía el ceño sin emitir sonido. Justo a la altura del antebrazo la bala había cortado a Jean junto a las costillas.

—Ah ya veo...menos mal fue sólo un roce, no hay daño al músculo, ni al hueso. De nuevo ha corrido con suerte su alteza. Pero no podrá librarse de algunas suturas, ¡O'Malley! El aguardiente.

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