LOVELACE (Natasha Romanoff y T/n Lovelace Ward)

Revelaciones

Desperté con los labios resecos, había cerrado los ojos con la idea de que esto fuera una pesadilla, pero no, he vuelto a la realidad.

Llevo cinco días aquí, me han violado durante tres, se han turnado entre tres hombres y una mujer para hacer lo que les apetece conmigo, a la mujer la obligan mientras ellos se masturban, y cada que le toca hacerlo me pide perdón con la mirada, no la culpo, soy yo o ella. Sus ojos me dicen que también quiere que esto sea un puto sueño.

No puedo ni siquiera defenderme, estoy encadenada con algo que no he logrado romper ni con el mayor esfuerzo que haga, he estado sedada por muchas horas y además el inhibidor de poderes que tengo no me deja hacer nada, ni siquiera autocurarme y tengo muchas heridas profundas que estoy segura están infectadas ya, este lugar es un asco y no tengo ni pizca de fuerzas, me han dado comida solo dos veces y agua solo una. Un ser humano común estaría en otras condiciones.

Escucho pasos acercarse y unos segundos después abren la puerta. Son los tres malnacidos, está vez no habían traído a la chica, Maia se llama.

-- Pero si nuestra zorra ha despertado… -- dice el hombre que más ha disfrutado de lo que me hacen -- Hoy tienes suerte -- habla mientras se coloca a la altura en la que me tienen sentada -- vendrán los jefes, por fin sabrás quienes son los culpables  de tu desgracia, no podremos hacerte nada, pero ya mañana disfrutaremos el doble -- ¿Luego no era uno solo? se acerca más y me aprieta fuerte la cara -- ni se te ocurra decirle lo que te hemos hecho estos días porque será peor, los mataremos a ellos también y se que no querrás eso porque los conoces muy bien-- se ríe, maldito -- ¿Qué dirá la putita de Natasha Romanoff al saber que ya no solo eres de ella? Y cuando sepa quién está detrás de todo esto se volverá más loca de lo que es.

Me suelta tirando fuerte la cara hacia atrás.

-- Espero que me maten -- digo con poca fuerza -- porque si salgo de aquí, créanme que piedad no tendré con ninguno de ustedes.

Se ríen todos.

-- No estás en condiciones de amenazar y aún si te soltaras ni siquiera tendrías la fuerza suficiente, mirate -- señala todo mi cuerpo.

De verdad me veo mal, no llevo ropa alguna, estoy muriendo del frío pero aún así no voy a desistir.

-- No me tientes -- sonrío

Van por una manguera enorme. Les cabrea cada que hago eso.

-- Vamos a jugar un ratito más contigo -- dice otro de los tipos para luego abrir el chorro del agua a toda fuerza.

Grito desgarradamente, la presión del agua hace que las heridas ardan como un diablo. ¿Dónde se han metido todos? ¡Carajo!

Solo espero verlos así sea una vez más.
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