LOVELACE (Natasha Romanoff y T/n Lovelace Ward)

Lugar de paz

Narra Natasha

Han pasado dos días desde que T/n derrotó a Thanos.

Dos días en los que no ha despertado desde que cayó desmayada por absorber las gemas y la verdad es que no entendimos nada de cómo pasó ni qué fue lo que hizo para que eso sucediera.

Shuri ha dicho que su cuerpo está adaptándose a todo este poder y que no sabe cuándo despertará, pero que muy seguro lo hará pronto.

Un par de lágrimas silenciosas recorren mi rostro mientras una de mis manos se entrelazan con la de mi prometida y en otra tengo mi móvil, pasando una a una fotos de nuestro viaje a Hawai.

Me quedo en una que tomamos en el mar justo el día en que Hope le dijo mamá, recuerdo la cara que hizo de asustada y una sonrisa melancólica sale de mis labios.

Adoro a Hope, y por supuesto voy a intentar ser la mejor madre para ella, cuidarla y amarla como mi hija, además de que quiero un bebé de mi prometida, pero eso será cuando estemos preparadas, cuando ella se levante de aquí.

He vuelto a tener miedo.

Si.

El mismo miedo que tuve cuando vino tan mal después del secuestro de Yelena, tengo el mismo miedo que cuando perdió el bebé que llevaba en su vientre y casi la pierdo a ella.

Solo espero que el final sea igual que los anteriores, que podamos superar todo esto, juntas.

— Deberías ir a descansar. Puedo quedarme con ella

Mi atención se centra en una voz con un acento particular y que no quería escuchar ahora.

— No — respondí tajante guardando mi teléfono y girando a otro lado mi rostro para que no me vea llorar

— Nat…

— He dicho que no — alcé un poco la voz — cada vez que la dejo sola, simplemente termina en una estúpida habitación de hospital.

No la veo pero se que hizo una cara de pena, no me gusta dar pena.

— Déjame sola con mi prometida — remarqué la última palabra.

— Natasha, esto no es tu culpa — intenta colocarme las manos en el hombro pero yo me remuevo bruscamente haciendo notar mi molestia.

— Sabes que si — me levanto ahora acercándome a ella peligrosamente — no es mi culpa, nada de esto es mi culpa, pero ¿sabes de quien sí lo es? — la miro fijamente ahora — tuya, todo esto es tu culpa, Maximoff — digo amargamente señalando su pecho con el dedo — porque recuerdo haber puesto su vida en tus manos y mirala ahora donde se encuentra. Le dije muchas veces que no quería dejarla sola, contigo, no quería que la tocaras siquiera y solo mirala — mis lágrimas empiezan a resbalar otra vez pero esta vez siendo observadas por Wanda

— Natasha, Si lo que necesitas es echarle la culpa alguien pues la asumo, asumo mi culpa, se que debí protegerla más, estar mucho más alerta porque podría hacer cualquier cosa, yo la protegí con mi vida — se señala — estuve en todo momento con ella porque aunque te joda y te pese también la amo y daría todo por ella, pero esa mujer que está ahí — la señala — ya tenía un plan desde que pisamos Wakanda — me miró cansada como sin querer pelear más — no había mucho que pudiéramos hacer, sabes lo testaruda que es cuando se lo propone, pero si lo que necesitas es tener un culpable, está bien, asumo mi responsabilidad.

Me quedo callada.

Simplemente me quedo sin decir nada más y Wanda se marcha de la habitación con un enojo inminente dentro de sí.

Vuelvo a sentarme al lado de T/n, esta vez apoyando mi cabeza de frente en su abdomen.

— No quiero perderte — susurré levantando levemente mi rostro para mirarla y acariciar sus mejillas suavemente — mi peor pesadilla es el día en que tengo que perderte.