LOVELACE (Natasha Romanoff y T/n Lovelace Ward)

Hasta el final de mis días

Días después...

Ha llegado el día

Natasha eligió los hermosos jardines de una Wakanda restaurada para oficiar la ceremonia.

Obviamente acepté, este lugar ha marcado un antes y un después no solo para los vengadores y el mundo, también para mí, aquí derroté a Thanos, aquí defendí la vida de las personas que amo.

Todo quedó maravillosamente hermoso.

Pero debo confesar que estoy muerta de miedo.

¿Y si se arrepiente? ¿Si no llega al altar? ¿Si ya no quiere casarse conmigo?

Joderrrrrr

Soy un manojo de nervios ahora.

— Necesitas calmarte — una Wanda muy bien arreglada trataba de darme la mayor tranquilidad posible — estás actuando tan paranoica como Tony.

— Pues te recuerdo que soy su hermana.

— Verdad — contestó con repelús — de todas formas, estás siendo muy exagerada, de hecho, mucho.

— Wanda, hace unos días Natasha estaba demasiado rara y pensé que iba a terminar con nuestro compromiso ¿Qué pasa si ahora de verdad lo hace? Si por esa maldita confesión me deja plantada.

— Te recuerdo que Yelena está muerta y lo que dijo en esa carta, para Nat no tiene sentido, T/n, ella te ama, no sería capaz dejarte plantada por el fantasma de la loca de su hermana.

— Cállate, las paredes tienen oído.

Habíamos decidido no decirle a nadie más que a Wanda, pensamos que ella debía saber, total, Yelena estuvo intentando tener algo con ella.

— Me callaré cuando vea que estás lista para salir, así que mueve tu trasero mágico y mételo en este vestido... joder, está demasiado hermoso — halaga mientras lo detalla minuciosamente y luego me lo pasa. 

--- Tambien estas hermosa Wanda --- confieso antes de ir al vestidor dejando a una Sokoviana sonriente.

El vestido había llegado días atrás, no demoraron mucho en cambiar lo que pedí, verdaderamente había sido la mejor elección, tal cual como lo quería.

Y bueno...

Por fin ha llegado el día, el día de mi boda, el día en el que me casaré con el amor de mi vida.

Todos están entusiasmados e impacientes por vernos en el altar.

Y yo... Todo mi cuerpo parece una gelatina, creo que en cualquier momento puedo quedar derretida en el suelo.

Coloqué mi vestido, espero que el de Nat sea igual de maravilloso, seguro que sí lo es y se verá hermosa allí.

Salí del vestidor y con una sonrisa, me vi en el espejo una vez más y giré hacia la Sokoviana nuevamente.

— Lista — Wanda alojó toda su atención en mí. Abría y cerraba la boca pero no decía nada en lo absoluto.

— ¿Me veo mal? ¡Ay por Dios! — Iba a empezar a preocuparme más.

— NOOO, no, no es eso. Te ves... wow — sonrió — voy a desmayarme

— Eres una tonta, voy a matarte — le doy un leve golpe juguetón en el brazo y explotamos en risas — gracias por estar aquí de verdad — le doy una sonrisa a medio lado — Gracias por no irte a pesar de todo, por ser mi apoyo y uno de los pilares fundamentales en mi vida. Lo digo en serio, eres muy importante para mí.

— Tu también lo eres para mí, T/n, eres muy importante y te amo, bueno eso ya... ya lo sabes, voy a llorar joder...

— Se correrá tu maquillaje, no quiero que me entregue un payaso en el altar