Eterna lealtad

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— Oh poderoso Thanos, yo, Loki, príncipe de Asgard, hijo de Odin — observa a su hermano amordazado, atado de pies y manos sin poder hacer nada — legítimo rey de Jotunheim, Dios de las mentiras — una daga aparece en sus manos escondiendola del gigante morado — te ofrezco solemnemente mi eterna lealtad.

Hace una reverencia suspirando pesado y los ojos cristalinos.

De repente en un movimiento poco certero intenta incrustar la daga pero este es más ágil y con las gemas lo detiene observando fijamente al dios.

— Eterna — dice con ironía apretando la muñeca de Loki haciendo que suelte su daga — deberías escoger tus palabras con cuidado — lo agarra del cuello para alzarlo y hacerlo patalear en el aire, por más que Loki intentaba soltarse no podía, el hombre frente a él era mucho más fuerte, el gigante morado observa a Thor con el cuello de Loki entre una de sus grandes manos y vuelve su mirada al dios del engaño.

— Tú… no vas… a ser nunca — habla cómo puede — un Dios

El titán sonríe malévolamente ante sus palabras  y luego se escucha como desgarra la garganta de Loki matándolo al instante.

Thor ahoga un grito de desesperación y dolor y lo siguiente que ve es como Thanos camina con Loki hacia él y lo tira como si no valiera nada.

El cuerpo del dios de las mentiras yacía en el suelo con los ojos abiertos, sin vida.

— Sin resurrecciones esta vez.


Tomé una bocanada de aire intentando controlar mi respiración.

— Loki… él no… él no puede estar muerto, fue… Fue una pesadilla, fue una pesadilla, fue una pesadilla — respiraba irregularmente y repetía incontables veces deseando que esto no sea una maldita visión, él no puede morir, él no, me niego.

Sentí la ligera capa de sudor en mi piel, toqué desesperada el otro lado de la cama notando que estaba sola.

Me levanté rápido y revisé todo, Nat no estaba, salí de la habitación sin recordar el estado en el que me encontraba.

Hope y Natasha estaban en la cocina, esta última haciendo el desayuno muy anímicamente entre sonrisas y bailes, eso me hizo recordar que anoche me dijo que sí, me dijo que si, por Dios, esa mujer ya no es mi novia, es mi prometida y con mucha más razón Loki no puede dejarme sola, es mi parabatai aunque no hayamos hecho el ritual, tiene que estar en mi boda y tenemos que hacer ese maldito ritual. 

Traté de reincorporarme antes de que notaran mi presencia, sé que mi prometida se dará cuenta  de inmediato que algo me sucede y no quiero preocuparla.

Loki no puede estar muerto, ese tipo morado es el mismo que he visto durante años. Ese mismo que vi en mi sueño en la casa de Clint.

— Buenos días, amor. Pensábamos llevarte el desayuno a la cama pero veo que despertaste antes — estaba perdida en mis pensamientos que no noté cuando Nat me hablaba — cielo ¿Sucede algo? ¿Estás bien?

— Eh? — me reincorporé tratando de parecer lo más tranquila posible, sé que con Nat no funcionará pero también sé que no hará preguntas delante Hope — si, si, solo no te vi en la cama y vine a buscarte, me asusté un poco, pensé que había pasado algo.

Se acerca a mí viéndome con una sonrisa.

— Cielo — rodea mi cuello con sus brazos — se que pasa algo — susurra cerca a mi rostro para que Hope no escuche — hablaremos de ello luego y espero que me digas la verdad.

LOVELACE (Natasha Romanoff y T/n Lovelace Ward)Where stories live. Discover now