Capítulo 9. Ataque

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Un escalofrío recorrió la espalda de Vil cuando reparó en el hombre que tenía frente a él. Estaba anocheciendo, por lo que no conseguía verle bien la cara, pero sus ojos eran claros y estaban clavados en el príncipe. Pensó en gritar, Leona seguía en la habitación y le escucharía, sabría que algo iba mal. Sin embargo, una parte de él no quería convertirse en la clase de omega que dependía de un alfa para esta clase de situaciones porque era incapaz de defenderse solo. Vil no era un experto en la pelea física, pero tenía nociones básicas de defensa personal y era prácticamente imbatible con una espada en la mano; aunque ya no practicase esgrima de forma regular, sus habilidades no se habían oxidado.

Intentó moverse pero fue incapaz, estaba paralizado. Él nunca había sido de los que sentían miedo con facilidad, por su condición de omega había sido asaltado en múltiples ocasiones y había aprendido a salir airoso de todas ellas, pero esta era la primera vez que alguien se colaba en su zona de intimidad, en su zona segura. Siempre había creído que en su dormitorio no correría peligro, y saber que su privacidad había sido violada... le resultaba paralizante.

Por mucho que hiriese su orgullo, tenía que gritar. Si no podía protegerse él mismo, al menos tenía a alguien que podía protegerle, o eso esperaba. Leona y él no se llevaban bien, pero el vínculo entre un alfa y un omega iba más allá de los sentimientos y Vil lo sabía. Un alfa jamás permitiría que el omega al que se había unido fuera atacado, era incluso capaz de matar con sus propias manos a quien osase sobrepasarse. Así que abrió la boca, dispuesto a chillar.

No obstante, el intruso se movió deprisa, muy deprisa, ningún humano debería moverse a semejante velocidad, y cubrió la boca del rubio con la mano, empujándolo contra la puerta del baño. La respiración de Vil se volvió pesada. Ese hombre era tan alto como él pero su cuerpo estaba mucho más tonificado, tenía que ser un alfa.

Ni aun de cerca podía verle la cara, pues la llevaba cubierta con un pañuelo. Fuera quien fuera, era evidente que su objetivo era el menor. No estaba seguro de cómo reaccionar, no podía arriesgarse a que llevase un arma consigo y salir herido, pero, si ese sujeto pretendiese asesinarle o causarle daño, ya lo habría hecho, ¿verdad?

Vil ignoraba quién era o qué iba a hacer con él, pero había algo que sabía tras haber hecho un análisis rápido de la situación, y era que no tenía nada que perder. Por ello, forzó a su mano derecha a moverse para llegar al pomo de la puerta a la vez que veía a su asaltante sacar un vial con un líquido blanquecino dentro. No pensaba quedarse para descubrir qué era. Tan rápido como pudo, abrió la puerta y salió del cuarto de baño.

El hombre le sujetó del brazo y Vil forcejeó con él, haciéndole tirar el vial, que se rompió al tocar el suelo. El rubio notó cómo ese desconocido le empujaba justo antes de ver a Leona abalanzarse sobre él, aprisionándolo contra la pared de un golpe seco mientras rugía. Vil cayó al suelo, hundiendo el pie derecho en los restos del vial y clavándoselos. Podía notar el cristal desgarrando su piel, dolía como mil demonios, era casi insoportable. Se mordió el labio para acallar sus quejidos de dolor. Necesitaba sacarse los cristales y desinfectar las heridas cuanto antes, pero ni siquiera era capaz de levantarse y el león no parecía reparar en su presencia, no podía hacer nada.

Entonces, un sirviente apareció.

-Altezas, sus majestades querían saber si... -el discurso del joven se entrecortó al presenciar la escena-. Oh, cielo santo.

-¡No te quedes ahí parado y avisa a los guardias! -vociferó Leona-. ¡Y trae un médico también!

El sirviente asintió con la cabeza y salió corriendo. En unos pocos minutos, llegaron varios soldados a la habitación de los príncipes que se llevaron al hombre apresado, y también un doctor que en seguida se arrodilló frente al rubio para tratarle las heridas del pie. Cada trozo de cristal que retiraba era como un desgarro para Vil, a duras penas lograba controlarse para no gritar.

Eres mi Alfa y mi Omega [LeoVil || Twisted Wonderland]Where stories live. Discover now