Capítulo 23. La verdad

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Vil tardó un poco en acostumbrarse a la tenue iluminación del lugar en el que se encontraba. No había luz natural, tan solo un par de lámparas, por lo que no podía hacerse una idea de qué hora del día era. Al menos podía reconocer el estilo de los pocos muebles que había en aquella sala, así que era muy probable que siguiese en el palacio, quizá en alguna habitación secreta que no conocía.

Por una parte, la seguridad de que seguía en el castillo le reconfortaba porque significaba que alguien podría encontrarle y que, además, a lo mejor no había dormido durante muchas horas. Por otro lado, esto implicaba que su enemigo, no solo es que siguiera suelto, es que había estado allí escondido todo el tiempo y había jugado con ellos haciéndoles creer que el príncipe ya no corría ningún peligro.

Intentó moverse, pero estaba sentado en una silla, las muñecas atadas con fuerza a los reposabrazos y los tobillos atados también a las patas del asiento. Si trataba de forzar su huida, podría hacerse mucho daño en las muñecas, incluso dislocárselas o algo peor. Pero no podía permitirse quedarse ahí parado sin hacer nada. Esto no era un cuento de hadas, un príncipe azul no iba a venir a salvarle antes de que pudieran hacerle daño, la vida real no funcionaba de esa forma.

No sabía qué pretendían hacer con él, necesitaba pensar un plan para escapar o, en su defecto, para asegurarse de que Leona encontraba este sitio. Vil era consciente de que el interior del palacio albergaba múltiples pasadizos secretos y cuartos ocultos que ni siquiera él conocía, pero Eric y Noel a lo mejor sí conocían la localización de todos o, por lo menos, de la inmensa mayoría. Si juntaban fuerzas con el olfato de Leona, no tendrían que tardar mucho en dar con esta sala.

El problema era que se trataba de una mera suposición, y tampoco era como si alguien supiese que Vil estaba en una de esas habitaciones secretas cuya ubicación era un misterio para él.

Consideró intentar desplazarse hasta la mesa de aspecto viejo que había en el centro con varios libros, documentos y una jarra metálica. Si conseguía tirarla y hacer ruido, tal vez sería capaz de llamar la atención de alguien. Al fin y al cabo, alguien tendría que haberse dado cuenta de que no se encontraba en ninguna parte y estaría buscándolo o habría mandado a otra persona en su busca, así que un ruido fuerte y repentino captaría la atención de quien le estuviese buscando.

Sin embargo, por más que intentó levantarse, la silla pesaba demasiado y a duras penas lograba arrastrarla por el suelo.

Entonces, la puerta se abrió y una figura conocida apareció tras ella.

A Vil se le cortó la respiración.

Ese hombre había estado al servicio de sus padres desde que el rubio tenía diez años, prácticamente le había visto crecer. No sabía cómo reaccionar, había confiado en él toda su vida, los reyes siempre habían confiado en él más que en nadie, era la mano derecha del reino y se había ganado el respeto y afecto tanto de la corte como de los ciudadanos de Pyroxene.

Vil no conseguía entender lo que estaba sucediendo, no comprendía por qué él, de entre todas las personas, querría causarle daño.

El recién llegado ni siquiera se dio cuenta de que el menor ya había despertado, no tenía pinta estar en sus cabales. El omega estaba acostumbrado a verlo con porte tranquilo y una sonrisa en su rostro, no obstante, en esos momentos parecía inquieto, consternado incluso, como si estuviese cometiendo un riesgo innecesario o su plan no hubiese salido como esperaba.

-Señor Crowley -dijo Vil muy despacio y lo suficientemente alto como para que el otro le escuchase.

-Oh, Vil, veo que ya estás despierto.

La familiaridad con la que el ministro habló pilló desprevenido al chico. Dire Crowley siempre se había dirigido a él con sumo respeto, refiriéndose a él como "alteza" y tratándole de acuerdo a la posición que ocupaba en la corte. Esta era la primera vez que le hablaba de esa manera y no sabía qué pensar. ¿Habría sido el Crowley que conocía, o creía conocer, una farsa todo este tiempo y el hombre que tenía delante ahora era el verdadero Crowley?

Eres mi Alfa y mi Omega [LeoVil || Twisted Wonderland]Where stories live. Discover now