Capítulo 27. Recuperación y normalidad

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El tiempo no dejó de pasar.

El tiempo nunca dejaba de pasar.

Al final, Leona tenía razón y tanto Vil como el bebé estaban bien, y en un par de semanas el príncipe pudo volver a hacer vida normal, o lo más normal posible teniendo en cuenta todo lo que había sucedido.

Incluso tras la ejecución de Crowley, a la cual Vil acudió en contra de los deseos de sus padres para poder mirar al hombre a los ojos antes de que recibiera su castigo, la tensión permanecía en los pasillos. La noticia de la traición del ministro de asuntos exteriores había sorprendido y conmocionado al palacio entero, nadie había esperado que ese hombre que llevaba tantísimos años trabajando para la Tierra de Pyroxene pudiese hacer algo así. Vil era la joya de la corona, el mayor tesoro que existía en el reino, todo aquel que tratase de dañarle debía recibir el mayor de los castigos. Y así fue.

Aun con ello, había rumores de que algunos nobles no aceptaban la verdad y hablaban de una conspiración de sus majestades para aplastar a los opositores en la que Crowley había sido utilizado como chivo expiatorio. La mayor parte de esos rumores provenían de aristócratas conservadores que no aceptaban que un muchacho de edad cercana al príncipe ocupase el puesto. A Vil no le importaba lo más mínimo, que cada uno creyese la versión que le viniese en gana, él y sus padres sabían lo que había sucedido en la realidad y tenían plena confianza en que Riddle haría un excelente trabajo sustituyendo a Crowley, eso era todo lo que importaba.

Vil y Leona ya tenían bastante de lo que preocuparse como para prestarle atención a las historias que se inventaban los cortesanos, no solo respecto al tema del ministro de asuntos exteriores, sino también sobre ellos dos.

Los rumores no habían cesado desde lo ocurrido, de hecho, se habían incrementado. La noticia de que el príncipe estaba embarazado había pillado por sorpresa a toda la nobleza, y en seguida habían empezado a surgir historias muy variadas, desde que Leona no era el verdadero padre hasta que Leona le había forzado a mantener relaciones.

A Vil, por supuesto, le molestaba de gran manera que hubiera gente insinuando que su esposo era un maltratador, pero el león siempre le convencía para que no se metiera en una discusión con otros aristócratas porque nadie ganaría nada de ello. Era cierto, lo único que conseguiría al ponerse a discutir con nobles aburridos que no sabían a qué dedicar todo su tiempo libre no serviría de absolutamente nada, ya que solo serviría para hacerle perder los papeles de forma innecesaria.

Por el momento, lo único que importaba era que el embarazo llegase a buen término y su pequeño creciera sano y fuerte. El rubio era consciente de que tendría que enseñarle a aceptar los susurros malintencionados que le perseguirían a lo largo de su vida, Noel se lo había tenido que enseñar a él cuando se supo que era un omega. Las críticas de la gente que le rodeaba eran algo sobre lo que no tenía control, pero debía hacer lo que estuviera en su mano para proteger al pequeño de ellas.

Aunque no le gustase admitirlo, habría gente que hablaría mal de su hijo por cómo había iniciado la relación de sus padres y no había nada que pudiera hacer Vil para evitarlo. Era muy consciente de que la vida no era color de rosa, a pesar de que le gustaría que lo fuera para su cachorro.

Lo que sí fue de color de rosa fue el cumpleaños del príncipe. Se organizó un gran festival en la ciudad a la que la pareja tuvo permitido acudir con escolta, lo que pareció animar a Vil, quien aprovechó la ocasión para disfrutar al máximo. El omega, que era un ejemplo de modales impecables, se dejó llevar por el ritmo de la ciudad con una sonrisa e incluso bailó con la música de los juglares que había por las calles y que tocaban algunas de sus canciones favoritas en su honor.

Por supuesto, en la capital no había nadie que no estuviera familiarizado con el rostro de su futuro rey, y aunque no muchas personas se atrevieron a acercarse a él para felicitarle por su unión y desearle que su bebé naciera sin complicaciones, sí que hubo multitud de niños que se arremolinaron a su alrededor para ofrecerle flores que habían recogido.

Eres mi Alfa y mi Omega [LeoVil || Twisted Wonderland]Where stories live. Discover now