Capítulo 30. Protección

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Vil despertó con náuseas. Ni siquiera recordaba haberse quedado dormido, probablemente se hubiera desmayado en algún momento.

Se llevó la mano al cuello, podía notar las marcas de los dientes de Malleus sobre las de Leona. No podía esperar a que desaparecieran, el mero hecho de saber que estaban ahí le revolvía el estómago. Se acordaba de haber leído que el intento de eliminar un vínculo a través de forzar uno nuevo resultaba aterradoramente doloroso para el omega, pero jamás se imaginó cómo sería en la realidad. Aparte de las náuseas, que no sabía si eran debido a eso o al embarazo, le dolía la cabeza, tenía sudores fríos y apenas era capaz de moverse sin que alguna de sus articulaciones protestase por el esfuerzo.

No estaba seguro de qué hacer ahora, comenzaba a arrepentirse de haber confiado en Silver. Sabía que Malleus no lograría romper su unión con Leona, eran pareja destinada al fin y al cabo, pero no podría soportar revivir más veces lo sucedido anoche, y le daba miedo cómo podría llegar a afectar todo eso a la criatura que llevaba dentro.

Por no mencionar que, si veía que no obtenía resultados, siempre cabía la opción de que Malleus decidiese ir a por el león para cortar el vínculo de forma manual. Después de todo, la única manera de romper una unión conformada por una pareja destinada era que uno de los dos muriese. Con solo considerar la posibilidad se le encogía el pecho a Vil, no quería ni pensar en un futuro sin su esposo. Silver le había dicho que Malleus no haría daño a sus seres queridos, pero ya le había hecho daño a él, nada le impedía hacérselo a Leona si se le presentaba la oportunidad.

Se obligó a sí mismo a ponerse de pie y a caminar hacia el baño. Todavía seguía en su vestido de fiesta, muy poco apropiado para plantarle cara a un principito consentido, y quería asearse y cambiarse de ropa. Además, su maquillaje debía de ser un completo desastre en esos momentos, no podía esperar para lavarse la cara y limpiarse los rastros de su vergüenza.

Daba igual en qué clase de situación se encontrase, en el último año había pasado por todo tipo de momentos horribles y había salido airoso de todos ellos, este obstáculo no sería la excepción. Tal vez seguir el plan original de Silver e intentar convencer a Malleus de que lo suyo no era cosa del destino no fuese a surtir el efecto que el muchacho esperaba, sin embargo, Vil tenía otras ideas. Su mente no dejó de funcionar mientras se estuvo aseando, ni aunque el cuerpo le doliera como el infierno, estaba decidido a encontrar una forma de salir de allí con la paz para Pyroxene asegurada.

De algún modo, Malleus le recordaba un poco a Leona, los dos eran unos mamones egoístas incapaces de ver más allá de sus propios ombligos, o al menos lo parecían. Con el moreno no había surtido mucho efecto gritar y hacerle el vacío, por lo que el rubio sospechaba que tampoco le serviría esa estrategia con Malleus. Así que solo tenía una opción, y era hablar con él como una persona civilizada y explicarle educadamente que no quería nada con Malleus y que preferiría morir a casarse con él. No sabía cómo, pero Vil sabía que se las arreglaría. Por su bien, eso esperaba. Y si no, siempre quedaba la opción de irritarle tanto que no quisiera tenerle delante ni un solo segundo.

No dejó de tocar su abultado vientre en ningún momento mientras se aseaba. Lo más importante era proteger a su pequeño, no podía permitir que Malleus le hiciese nada malo, había ido allí para proteger la paz y el futuro de Pyroxene, y su hijo formaba parte de esa paz y ese futuro. Si le sucedía algo, jamás podría perdonárselo. Le preocupaba que lo que Malleus había intentado hacerle pudiera tener alguna clase de repercusión sobre él, pero el pequeño no parecía haber sufrido ningún daño y se movía como se costumbre, aunque Vil podía percibir que se sentía un poco intranquilo. Era normal, la presencia de Leona siempre le calmaba, así que Vil estaba preparado para que el pequeño le hiciera pasar unos días complicados y se revolviese tanto que apenas le dejase pegar ojo. Tendría que aguantarse, unos días de malestar no eran nada si a cambio conseguía cerrar para siempre todo este asunto.

Eres mi Alfa y mi Omega [LeoVil || Twisted Wonderland]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora