☆ Ramé ☆ (Tengen Uzui y tú)

🎴Capítulo. 02🎴

Dormía plácidamente cuando el grito de alguien logró que despertara alarmado.

—¡CARAJO Y MÁS CARAJO!- corro hacia la cocina para ver a Azami soplar la palma de su mano.

Me acerco a ella y tomo su mano suavemente. Tenía una gran quemadura en esta y hago una mueca de dolor.

—Yo iba a preparar té y por estar escribiéndole una carta a las chicas no me fijé y tomé la tetera por completo en vez de por el mango. ¡ME DUELE!- explica rápidamente y unas lágrimas salen por sus ojos.

Las limpio y me acerco a ella para abrazarla.

—Dame unos minutos para cambiarme y te llevo a la finca mariposa, ¿puedes soportarlo unos minutos más?- ella asiente y beso su frente para irme a vestir.

Llegando a finca mariposa entro y le explico a Shinobu lo que ocurrió.

—¡Cielos, Azami!- dice un poco sorprendida al ver la quemadura- té pondré un remedio que amortiguará el dolor, te daré una pomada y vendaré la herida- asentimos ante las indicaciones de Shinobu- Tendrás que cambiar el vendaje y limpiar la zona cada seis horas. Si sigues estos pasos bien, en tres días estarás mucho mejor.

Luego de que le colocaran el vendaje caminando hacia nuetra residencia ella habló.

—Lo siento- murmurra  y volteo a mirarla.

—¿Por qué?, no hiciste nada malo, solo fue un accidente y los accidentes pasan- acaricio su cabeza- ahora tú descansarás mientras yo entreno un poco.

—Puedo entrenar- niego.

—Shinobu dijo que no, ya deja de ser terca.

—¡Ush!.

—Shh, no te quejes- ella me mira molesta y yo le guiño el ojo para abrir la puerta de nuestro hogar- ya entra, señorita Uzui.

—Eso no soluciona nada.

—Pero te gusta que te diga así- susurro en su oído y ella cierra sus ojos- ¿o me equivoco?.

—No- responde y camina lejos de mi haciendo que soltara una risa.

☆ Azami ☆

Llevo dos horas acostada sin hacer absolutamente nada. Siento como me hundo en la cama y me vuelvo parte de ella.

Me levanto y veo mano vendada. ¿Por qué tengo que ser media torpe?. ¿Tanto me costaba ver en donde colocaba mi mano?.

Camino hacia el patio y veo a Uzui entrenando. Tomo mi katana y me poco unos centímetros enfrente de Uzui.

—Ya te dije que no vas a entrenar así- se detiene y acaricia su mandíbula levemente.

—¿Por qué?, ¿crees qué ahora soy débil?- insinuo a propósito y él chasquea su lengua- sé pelear con un sólo brazo.

—¿Ah si?- cizañea y asiento- ¿pues qué esperas para atacar?.

Muevo mi katana fácilmente y bufo al ver su rostro con algo de sorpresa. Quizás no se esperaba eso.

—Respiración de la tormenta, primera posición; agua elerctrizante- ataco rápidamente y él logra retenerlo.

Uzui trata de atacarme por el costado pero me muevo esquivandolo rápidamente.

La pelea estaba divertida hasta que se escuchó la puerta abrirse. Nosotros nos detuvimos y miramos hacia la azotea.

—¿Les cuesta cerrar la puerta?- Rengoku aparece comiendo una manzana y soltamos un suspiro aliviados- no puedes estar entrenado estando lastimada- señala mi mano vendada y mi esposo rie abiertamente.

—¡Ves!, no soy el único. Pero aun así, sigues siendo fuerte, estoy orgulloso de ti- me abraza por el hombroy sonrío.

—Me empalagan- Rengoku saca su lengua y ríe.

—Rengoku, entrena con Uzui, voy a hacerles algo de comer- él de un brinco llega hasta nosotros y sonríe lleno de felicidad.

—Yo adoro venir aquí, siempre consienten a mi estómago y apetito.