🎴Capítulo. 03🎴

2.6K 210 13
                                    

Caminábamos hacia Yoshiwara, íbamos a cenar con las chicas. No las veía desde hacen semanas, sólo nos enviabamos cartas.

Al llegar Hinatsuru nos recibió con una gran sonrisa y abrazos.

—¡MAKIO, SUMA, YA LLEGARON!- chilla de felicidad y se escuchan pisadas venir hacia nosotros.

Las chicas nos abrazan fuerte y Suma derrama unas lágrimas de alegría.

Mientras cenábamos nos pusimos al día sobre todo. Suma cambió mi vendaje y luego salimos a un festival que había en el distrito.

Las chicas estaban al frente mirando todo los quioscos, mientras que Uzui y yo íbamos atrás patrullando.

—¡Mira Azami!- Makio toma mi brazo y me lleva hacia uno de los quioscos- me recordó a ti.

Era una daga y su mango era una cabeza de dragón. La daga era preciosas y tenía buen filo, un poco de veneno de glicinias y ya estaría lista para acabar con demonios.

—Me la llevo- dice una voz a mis espaldas- y estas tres también- señala las dagas de al lado- todo por complacer a mis esposas.

—Que bondadoso- digo golpeando levemente su pecho y él sonríe orgulloso de sí mismo.

—Tengo mis días.

Luego de llevarnos las dagas Suma me llevó a un quiosco y señaló con una necesidad máxima un oso panda de peluche.

—Yo lo quiero, ¡LO NECESITO!. AZAMI, ¡NECESITO ESE PELUCHE!- me toma por lo hombros para moverme desesperada.

—De acuerdo- digo y ella se detiene.

El señor me mira divertido. ¿Acaso me subestimaba?. Tomo las pequeñas dagas y miro el blanco.

Tiro y doy directo, lanzo otra y llega igual y para hacerlo más emocionante, me tapo los ojos y lanzo. Cayó en el blanco.

—Deme el oso panda- pido con una sonrisa arrogante.

—No está en vente- comenta sonriente.

Brinco la valla y quedo en frente de él. Tomo una de las dagas y la clavo en el blanco que tenía en su lado.

—Deme el peluche si no quiere perder una oreja- amenazo y él traga grueso- y no me subestime. Ahora deme el oso para dárselo a mi prometida.

—Si,si,si enseguida.

Cuando me lo entregó se lo di a Suma y esta me abrazó para dar unos brincos.

—¡Gracias!, ahora se lo voy a mostrar a Hinatsuru.

Luego del festival ya nos encontrábamos en la casa, Uzui se había ido a dormir y nosotras decidimos quedarnos en la cocina a charlar.

—Lamento que te hayas lastimado por nuestra culpa- Hinatsuru me entrega un poco de té y a las demás.

—No fue su culpa, debi ver bien en donde colocaba mi mano- le quito importancia - ¿cómo les ha ido en sus misiones?.

—Oh, muy bien, debes ver a Makio peleando con los movimientos que le enseñaste. ¡Es asombrosa!- Suma señala a la de los mechones rubios y esta se sonroja un poco- ¿puedes enseñarme también?.

—Y a mi, si no es tanta molestia- se une Hinatsuru.

—No hay problema, mañana si quieren les enseño, Uzui y yo tenemos planeado quedarnos unos días más- ella aplauden alegres, Hinatsuru coloca su mano sobre la mía y suspira con pesadez.

—Azami, ya que eres la primera esposa de Tengen, ¿le podrías preguntar si nos dejaba unas semanas sin misiones?, estamos agotadas pero no sabemos como decirle.

—Por supuesto, hablaré con él, no se preocupen- poso mi mano restante sobre la de ella - chicas, seguiremos hablando mañana, que descansen, las quiero.

—Y nosotras a ti, Azami.

☆ Ramé ☆  (Tengen Uzui y tú)Where stories live. Discover now