🎴Capítulo. 11🎴

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—Ay Uzui, Azami tiene un gran corazón. Él joven es buena persona, sólo un poco tonto- comenta divertido Rengoku y bufo- pero dale tiempo, y si, permítete también conocer al chico, puede que te sorprenda.

—Se supone que estés de mi lado.

—No, en esto no me entrometo, tú fuiste quien no aceptó la decisión de tú esposa, ella tiene libre al vedrío y debes respetar eso. Además, Azami no es tonta, no tiene ni un pelo. Si tomó esa decisión seria es porque está completamente segura de que Nezuko no asesinaría a un humano.

—Es que, ¿cómo carajo pretenden que yo acepte que la única mujer que amo con cada célula de mi cuerpo acabe con su vida por una estupidez?, dime.

—¿Y ella lo cree una estupidez?.

—Es obvio que no.

—Pues acepta su decisión, si ella es capaz de aceptar algunas decisiones estúpidas que tomas, ¿hazlo tú también?.

—Es diferente, Rengoku.

—Es su decisión, Uzui.

Luego de unos minutos volví a casa pero para mi sorpresa, Azami no estaba  por ningún lado.

Sólo había una nota sobre la mesa.

"Me quedaré con Mitsuri"

Era lo único escrito en aquel papel.

Suspiro y me lanzó a la cama para cerrar mis ojos y dejarme llevar para caer en un profundo sueño.

•○•○•

A la mañana siguiente fui a entrenar dentro de la sede con Rengoku.

Y allí estaba ella entrenando con Tomioka animadamente.

—Se más rápido, Giyu- alienta golpeando al pelinegro levemente- quizás para la próxima ganes.

Sus ojos se fijaron en los míos pero ella no vino hacia mí. Eso dolió.

Quería ir y hablar mejor, pero mi orgullo no me lo permite.

—Ven, hermano- Rengoku habla llamando mi atención.

Mientras entrenabamos trataba de mirar a Azami pero no podía por los ataques de Rengoku.

—¡PERO, TOMIOKA!- escucho Azami gritar para luego reír abiertamente.

Miro y veo a Tomioka haciendo caras raras y ella siguiéndole la corriente.

—¿Qué fue lo que me diste?- pregunta él y ella rie más.

—Agua con limón- responde tratando de parar de reír.

Hubiese sido una linda imagen si fuese yo en vez del idiota de Tomioka.

Su garrafón se cayó y rodó hacia donde estábamos Rengoku y yo. Rápidamente lo tomo y veo como se acerca.

—Ten- se lo entrego y ella lo toma mirandome a los ojos.

—Gracias- el impulso de agarrarla y besarla me invadió, pero estábamos peleados. Quería decirle para hablar pero no pude.

Antes de irse de allí se acercó a donde estaba y le entregó a Rengoku algo. Luego se acercó a mí y me entregó una manzana.

—No desayunaste, comete eso y nos vemos a la noche en ya sabes donde. Si no vas, sabré que esto no va a funcionar más.

Y sin más, se va dejándome boquiabierto. Habló tan fría y sin pizca de emoción que me estremecí por completo.

Al llegar la noche caminé hacia ese lugar que sólo sabíamos de él ella y yo. En ese lugar le confesé mi amor y también le pedí matrimonio.

Había un gran cerezo y el lugar de noche era hermoso. Extravagante.

Allí estaba ella esperando dándome la espalda. Era obvio que iba a venir.

—Xodó, yo lo siento, debí respetar tu decisión. Pero también debes entender mi reacción. Eres algo tan apreciado para mí, que saber que te puedo perder me frustra- es lo primero que sale de mi, no me gusta disculparme, pero esta vez lo veía esencial- no puedo perder a nadie más, eres mi familia. Al igual que Suma, Makio e Hinatsuru. Ustedes son todo lo que tengo.

Ella se gira para mirarme, sus ojos estaban cristalizados.

—Yo...yo lamento no haberte contado lo de Nezuko y de mi decisión. Lo siento- veo como una lágrima rueda por su mejilla y me acerco par limpiarla- perdóname, Uzui.

—Yo te perdono lo que sea, Azami.

Hago una pausa para reconsiderar lo que iba a decir.

—Si tú confías en Tanjiro y su hermana, yo también lo haré. Y a esto quiero llegar a que si Nezuko asesinara a un humano, yo también acabaría con mi vida junto contigo, Tomiokay el sensei  Urokodaki. Porque una vida sin ti, sería una tortura.

Vi como hacía un puchero y lágrimas comenzaron a salir por sus ojos. Ella deja caer su cabeza contra mi pecho y la abrazo con fuerza.

—¿Ahora nos podemos ir a casa a dormir?- pregunto resando a que diga que si, ella asiente y suspiro aliviado.

—Pero debes calgarme.

—Eso no es problema para mi, mi bella dama.

La tomo en brazos y la siento en mi hombro. Acomodo su vestido y comienzo a caminar sintiendo leves caricias en mi cabello por su parte.


☆ Ramé ☆  (Tengen Uzui y tú)Where stories live. Discover now