🎴Capítulo. 04🎴

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Salgo del baño amarrando una toalla a mi cintura cuando veo a Azami sentada en el borde de la cama mirándome.

-Tengen, tenemos que hablar- esas tres palabras siempre significan algo malo, nunca falla.

Trago grueso, ¿qué hice ahora?. Me he portado bien últimamente. Pero es que ese rostro que tiene me hace imaginar muchos escenarios muy placenteros. ¡Concéntrate, Uzui!

-¿Qué ocurre, bella dama?- pregunto ocultando mis nervios y acercándome a ella para quedar cerca y hacer que subiera su cabeza para mirarme.

-Las chicas quieren tiempo para descansar, les llevas dando misiones una tras otra. Que considerado eres ¿no crees?- frunce su ceño disgustada.

-Les daré todo el tiempo que quieran, lamento no haberme fijado de eso antes, gracias por decirme pero ¿por qué no me lo dijeron ellas?- acaricio su cabello.

-No lo sé, toma este día para estar con ellas, las chicas también necesitan tiempo contigo y te extrañaron demasiado. Yo iré a dar un paseo por el distrito- sé levanta y coloca sus manos sobre mis brazos- te ves muy sexy así.

-Verdad, mira estos músculos trabajados- levanto mi brazo haciendo ver mis músculos y ella sonríe sarcástica.

-Uh si, ya los veo- sonrío halagado de que vea lo tan extravagante que estoy.

-Pero tú tampoco te quedas atrás, estas extravagante como el día de hoy- noto un leve sonrojo de su parte y la tomo en brazos para besarla- ten cuidado y nos vemos a la hora de cenar.

-Como digas, papá- ruedo mis ojos y el me da una nalgada- ¡AY!, ¡YA BASTA DE HACER ESO!.

-Sabes que nunca lo dejaré de hacer.

Azami

Paseaba por el distrito tranquilamente hasta que noto como una niña lloraba sentada en una de las fuentes de la plaza. Me acerco con cuidado hacia ella y al estar cerca decido hablar.

-Hola pequeña, ¿que ocurre?, ¿por qué lloras?- pregunto con gentileza tomando asiento a su lado.

-Me perdí, no sé en donde están mis papás- responde tartamudeando y limpio unas lágrimas rebeldes que caían por sus mejillas.

-Ven, te voy a ayudar a encontrarlos- le extiendo mi mano y ella la toma con algo de inseguridad- ¿quieres pasar por unos onigiris primero?, debes tener hambre- ella asiente con una sonrisa y sonrío al ver su carita feliz.

Mientras comíamos me contó que su mamá hacía joyería y su papá era costurero. Ellos no eran de por aquí, vivían en la cuidad de Tokyo y sólo habían venido a visitar a un familiar.

-Ahora si, busquemos a tus papas, Mai- ella toma mi mano y salimos, tenía el aroma de ellos distinguido, lo había podido oler de la ropa de Mai.

Caminamos unos minutos hasta que en lo lejos pude ver a una pareja. La mujer estaba llorando mientras que el hombre la trataba de consolar.

Nos acercamos y Mai corrió hacia ellos.

-¡PAPÁ!, ¡MAMÁ!- enseguida la pareja miro a la niña y corrieron hacia ella para abrazarla.

-Estábamos muy preocupados por ti- la mujer lloraba.

-Mamá, ella es Azami, ella me trajo hasta ustedes y me llevó a comer onigiris- Mai me señaló y yo sonreí levemente en su dirección.

-Muchas gracias- él hombre comenzó a buscar en sus bolsillos su billetera pero lo detuve.

-No hace falta señor Aoki- él se detiene al instante y mi mira agradecido- Mai es una gran niña.

-Muchas gracias de verdad, Azami- la señora Aoki saca de su bolsillo una tarjeta y me la entrega- ahí está nuestro números de teléfono y en donde está localizada nuestra tienda, si necesitas algo, cualquier cosa, no dudes en llamar.

Entendía su preocupación, al ser la zona roja era muy probable que al verla perdida la tomaran y llavaran a una casa de prostitución si no la hubiera encontrado antes.

-Muchas gracias señora Aoki, ahora debo de irme a cenar con mi esposo y mis esposa- la cara de los tres de descompuso al decir lo último- practicamos el poliamor desde hacen años.

-Mami, ¿qué es poliamor?- Mai pregunta peor ya yo me había ido de allí dejándolo esa respuesta a los padres.

Al llegar a casa un olro a comida inundó mis fosas nasales. Curri con arroz fue lo primero que vi sobre la mesa. Tenía una pinta que te morías.

-¡Azami, ven a comer!- Makio da unas palmaditas al asiento a su lado y me siento para darles una sonrisa- preparamos la comida los cuatro.

-Se ve deliciosa- le pego un bocado al curri y cierro mis ojos- y sabe deliciosa- Uzui suelta una carcajada para acercar su pulgar a la comisura de mi labio y limpiar un poco de curri.

-Mira señor Tengen, yo también tengo un poco aquí- cuando vimos a Suma, tenía curri en toda su boca y reímos.

-Contigo Suma, será un largo proceso- comenta divertido Uzui.



☆ Ramé ☆  (Tengen Uzui y tú)Where stories live. Discover now