🎴Capítulo. 23🎴

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—Ya estoy aquí, Shinobu- saludo entrando a la finca y ella me sonríe levemente.

—¡Azami!, ven, tengo que hablar contigo- dice con un tono despreocupado y tomando mi mano para llevarme hacia dentro de la casa.

Al entrar a su laboratorio, tomamos asiento una enfrente de la otra y ella me ofreció un poco de té. Mientras tomábamos un poco de té ella habló.

—Tengo nuevo veneno. Esta vez me aseguré que acabe lo más rápido posible al demonio, quizás hasta llegue a acabar con una Luna.

—¡Eso es magnífico!, ¡felicidades, Shinobu!- un leve sonrojo se posa en sus mejillas.

—Gracias- susurra algo apenada- ya sabes lo que sucederá, ¿estás dispuesta? este veneno es muy fuerte.

—Estamos haciendo esto juntas desde hace un año, ya estamos acostumbradas- tomo su mano dejando un leve apretón.

—Cierto, yo me adelanté, no quería que te sucediera algo terrible. El dolor duró dos días aproximadamente, pero todos los cuerpos son diferentes y no estoy segura de cómo reaccionará el tuyo a la dosis.

Sip, me iba a inyectar el veneno más letal que había creado Shinobu. Pero no se alarmen, llevamos inyectandonos dosis de diferentes tipos de venenos desde hace un año. Primera razón, seríamos más resistentes a algunos ataques de Lunas demoníacas. Segunda razón, si alguno de los demonios llegara a consumir nuestra sangre moriría gracias al veneno.

Nuestros cuerpos ya se habian acostumbrado a las dosis anteriores. Me acuerdo que la primera vez que empezamos esta locura, estuve en cama junto a Shinobu durante dos semanas. Fue horrible la verdad.

Sólo ella y yo sabemos sobre esto. Si Uzui se enterara, me pediría el divorcio.

—Bien, aquí voy- murmurra y al instante siento un leve pinchazo.

Sentía como algo caliente recoriera mis venas, órganos y huesos. Era muy fuerte, tanto, que solté un quejido de dolor para empezar a sentir mareos.

Shinobu me entregó agua y bebí de esta en un pestañeo.

Mi cuerpo ardía y sentí tentó calor que tuve que salir fuera de ahí para sentir el viento chocar mi cuerpo.

Solté un suspiro al sentir que ya todo estaba mejor.

—Ya me encuentro bien, iré a casa, Uzui tuvo que hacer ya la cena- Shinobu asiente.

Al llegar a mi casa pude oler algo tan agradable que sonreí al caminar hacia la cocina.

—Siéntate, te llevaré la comida- ordena sin voltear y obedezco.

Luego de unos minutos él llegó y colocó mi comida enfrente de mi. Tenía una pinta que te morías, en el buen sentido claro.

—¡Pruebalo!- señala mi tazón mirandome fijamente para no perderse mi reacción.

Le di un gran bocado al curri y luego uno al arroz que lo acompañaba, y vi mundos. Estaba jodidamente delicioso.

—Está muy bueno- admito llevándome pyro bocado- mmm, ¿enserio lo hiciste tú?- bromeo y él me dió una gran mirada indignado haciendo que reprimiendo una carcajada- es broma, ya come tú o se te enfriará- señalo su tazón y él asiente.

Luego de comer y platicar por un buen tiempo, decidimos que era hora de dormir.

Me lanzo a la cama y dejo escapar un suspiro de cansancio. Uzui se acuesta para abrazarme por la espalda y dejar un beso en mi hombro.

—Azami, creo que tienes la temperatura alta- comenta serio y pienso que está dando de esos coqueteo nocturnos para poder dormir- ¡¿por qué me ignoras?!.

Volteo y le veo para dedicarle una leve sonrisa a boca cerrada.

—Ya se me pasará, estoy bien quizás fue ayudar a Shinobu con algo.

—¿Algo?, ¿qué es ese "algo"?- indaga y me encojo de hombros haciéndome la loca.

—No dió detalles, pero ya duerme- el iba a preguntar algo más pero me adelanto - ¿te hago caricias y te duermes?- inmediatamente cerró su boca y asintió como niño pequeño.

Al asegurarme de que se durmió me acuesto en su pecho y lo abrazo. Él instintivamente me abraza acurrucandome en su pecho.

☆ Ramé ☆  (Tengen Uzui y tú)Where stories live. Discover now