🏮Capítulo. 18🏮

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¡¡Advertencia smutt!!

Miro los labios de Azami y estos ya estaban dejando de estar morados.

Hace unos minutos había pasado el susto de la semana. Sabía que había aguantado bastante y el verla caer de rodillas logró que despertara de algún trance.

No nos habían dicho del clima, no teníamos el atuendo adecuado para estas condiciones. Menos Azami.

Simplemente todo un riesgo el venir así. Por suerte sabía en donde se encontraban los refugios de esta zona, de lo contrario, creo que no estaría contando esto.

Acurruco el cuerpo de Azami más contra el mío asegurándome de que no pasara frío.

-Estás un poco frío- susurra.

-No es nada, lo importante eres tú- en estas situaciones dejaba de pensar demasiado en mí, y me enfocaba en que ella o las chicas, estuvieran bien. Son mi familia.

-Tú también importas, deja de ser terco- golpea mi pecho suave.

-Si no voy a estar de egocéntrico, por lo menos déjame ser terco- bromeo y ella bufa levemente- ¿estás mejor?.

-Si, gracias- abre sus ojos para encontrarse con los míos. Ella pareció escanearme con la vista.

-¿Qué ocurre?- pregunto algo divertido.

-Eres jodidamente atractivo- vocifera divertida y rio abiertamente.

-Lo sé- afirmo y ella chasque si lengua, amaba que me dieran halagos, pero si venían de ella, me sentía más especial. Tenían más efecto en mi.

Acaricio su mejilla y me inclino para besarla suavemente. Mis besos bajan por su cuello y escucho como suspira. Su corazón comenzó a latir aceleradamente.

Acaricio su cintura y espalda sintiendo su piel con más detalle. La dejo acostada en el suelo y ella me observa con incertidumbre. Me coloco encima de ella y coloco sus manos sobre su cabeza para agarrarlas con una de las mías.

Mis besos bajan desde su clavícula hasta su pecho.

-¿Quieres qué siga?- pregunto, ya después no sé si podría contenerme.

-Si- suelta con dificultad y eso fue la luz verde para mi.

Bajo lentamente hasta estar entremedio de sus piernas. Fácilmente me deshice de su ropa interior y me aproximé a devorar, lamer, chupar y disfrutar de esa zona.

Escuchaba sus gemidos y como acariciaba mi cabello pidiendo más.

-Uzui... ya no puedo más- dice entre jadeos y siento como se contrae.

Le doy una mirada dandole a entender que no me detendría y seguí con mi trabajo hasta que llegó al orgasmo.

Me alejo un poco y le miro con una sonrisa seductora. Beso sus labios y ella acarcia mi espalda.

Beso su abdomen y mi mano baja a su zona, ella suelta un gemido cundo introduzco mis dedos en su zona y comienzo a moverlos rápidamente.

Observaba directamente a sus ojos y como mordía su labio reprimiendo sus gemidos.

-No te reprimas, me gusta escucharte gemir- susurro en su oído y ella deja de morder su labio para soltar gemidos- así me gusta, buena chica.

Ella llega a su punto y saco mis dedos, para así, mirandola directamente a los ojos, llevármelos a la boca y saborearlos.

-¡Joder!- suelta mirandome exitada.

Lentamente me introduzco todo mi miembro dentro de ella y suelto un jadeo.

-¡Cielos!, extrañaba estar dentro de ti- beso su cuello y comienzo a moverme- ¡Ah!- suelto un suspiro al sentir la respiración de Azami en mi oído.

Ella se aferra a mis caderas y en un momento queda ella encima de mi. Sonríe llena de lujuria y con un leve sonrojo en sus mejillas.

Mis embestidas hacían que los dos echaramos las cabezas hacia atrás disfrutando del placer que sentíamos.

Los dos llegamos al clímax, salgo de su interior y ella se recuesta en mi pecho. Yo la rodeo con mis brazos y beso su cabeza con cariño.

Di una vuelta quedando ahora sobre ella y apoyé mis manos a cada lado de su cabeza mirandola.

Azami alzó su mano y acomodó algunos mechones y yo hice lo mismo con ella.

-Ya no pareces un esquimalito- bromeo y ella rueda sus ojos.

-Tuve buena fuente de calor- responde con picardía y me acerco para besar sus labios.

-Ya deberíamos dormir- comento acostándome en su pecho y abrazándola por la cintura para recibir caricias en mi cabello y espalda de ella.

Si, lo hice a propósito. Quería hacerlo con ella, llevábamos semanas sin hacerlo y estaba necesitado. Pero, también sabía que eso la haría entrar en calor más rápido.

Y aun mejor, recibí caricias antes de dormir.

Lo sé, lo sé, dirán: "el gran y extravagante Tengen Uzui parece un niño".

Y esta es mi respuesta.

Sí, ¡¿y qué?!. Ya quisieran estar en donde estoy yo con una preciosa mujer dándoles mimos.

Mi pregunta es, ¿quién no haría lo que sea por recibir los mimos de mi mujer?.

JÁ, alguien tan maravilloso como yo merecía tener a alguien de su misma altura (no físicamente, Azami es un topito) como acompañante en esta vida.

☆ Ramé ☆  (Tengen Uzui y tú)जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें