☆ Ramé ☆ (Tengen Uzui y tú)

🎴Capítulo. 37 🎴

• AZAMI •

Desde la misión del tren han pasado dos meses. Los cuales tomamos para descansar y recuperarnos.

Recién había llegado a la casa luego de ir al mercado para hacer algo especial para la cena, ¿razón?, mi aniversario con Uzui.

Haría el platillo favorito del albino, curry con arroz y unos dumpling.

Pasan las horas y ya tenía todo servido sobre la mesa. Escucho como la puerta se abre dejando ver a un Uzui con una sonrisa encantadora en su rostro.

En su mano traía un ramo de flores y en la otra un regalo.

Nunca fui de preocuparme porqué olvidara nuestros aniversarios, ya que él una semana antes lo mencionaba "casualmente" para que YO no lo olvidara.

-Feliz aniversario, bella dama- se inclina y besa mis labios dulcemente- ¡hiciste mi comida favorita!- habla entusiasmado yendo hacia la mesa- ¡eres la mejor!- vuelve hacia mi para abrazarme.

-Las flores, Uzui- mi mejilla estaba siendo presionada por su pecho, y mi pecho aplastaba las lindas flores.

-Cierto- me libera de su abrazo- Rengoku y yo fuimos a tomarlas una por una por ti- me guiña y le lanzó un beso.

-Vamos a comer, luego las pones en agua- toma mi mano para llevarme hacia la mesa.

Tomamos asiento en el suelo, uno al frente del otro.

-¿Cómo te fue hoy?- pregunto tranquila.

-Hoy Sanemi y yo entrenamos un poco juntos, le ayudé a Rengoku a construir un tablero para sus armas, debes ir a verlo, nos quedó extravagante- asiento con una sonrisa- luego fuimos al prado floral para hacer tu ramo. Discutimos un poco, ya que él decía que las flores que estaban en la sombra se veían mejor, pero yo le dije que a ti te gustan más las de sol.

-Mjm.

-Y ya después le di una flor en modo de paz y nos perdonamos. Final feliz- pestañea rápidamente y rio- ¿y cómo estuvo el tuyo?.

Le conté y al terminar de comer limpiamos los trastes. Bueno, yo los limpiaba y él los secaba y guardaba.

Ahora estábamos sentados viendo desde el patio el cielo estrellado y siendo iluminado por la hermosa luna.

-Abre tu regalo- lo extiende en mi dirección.

Obedezco y veo una nota.

-"¡Nos iremos a la ciudad Tokio!"- leo para verle sorprendida- ¿en serio?- él asiente y me lanzo a sus brazos.

-Cuando me lo mencionaste hacen unos meses lo tuve en cuenta. Mañana nos vamos, ya empaqué nuestra ropa. Así que sin preocupaciones- acaricia mi cabello y cierro mis ojos disfrutando sus caricias lentas pero gratificantes.

-No sabes cuánto te amo, mi hermosa y extravagante Azami- besa mi sien y sonrío enternecida, estaba utilizando un tono de voz dulce y cálido, algo que calentaba mi pecho con amor- sé que te lo digo todos los días, pero me gusta ver esa linda sonrisa que tienes, me gusta verte feliz y llena de vida conmigo. He cumplido y seguiré cumpliendo mi promesa de hacerte la mujer más feliz del mundo, porque simplemente te lo mereces. Gracias por soportarme todos estos años y por amarme.

Tras decir esas palabras vi de reojo como tenía sus ojos levemente cristalizados. Este es el hombre que amo y que amaré por siempre.

Uzui es completamente una masita tras ese ego y dureza. Detrás de su terquedad y sarcasmo, yacía una persona que no todos tenían el honor de conocer. Solo quienes él considera merecedores de esa parte suya, podemos decir que es algo mágico.

-Ay mi grandulón- acerco mi mano hacia su mejilla para acariciarla con mi pulgar.

-Estoy muy sensible- sorbe por la nariz- necesito unos besos para poder recomponerme.

-Ushh, que astuto- entrecierro mis ojos divertida y él sonríe juguetón para volver a hacer su rostro nostálgico.

-¿Pero de que hablas?, ¿no ves que estoy llorando a cataratas?- mueve sus dedos debajo de sus ojos simulando lágrimas y rio sin poder evitarlo.

-Ya ven aquí.

Beso sus labios lentamente a lo que él lo corresponde al instante profundizandolo. Me toma por la cintura para tirar de mi y quedar sobre su regazo.

-¿Qué dices si vamos a nuestra habitación?.

-Solo si me llevas en brazos.

-No tenía pensado dejarte caminar.

-Tiene doble sentido, ¿cierto?.

-Si, amor.