🕸🎴Capítulo. 24🎴

1K 107 9
                                    

Despierto a mitad de noche como de costumbre, me giro a ver a Azami y noto una fina y cristalina capa de sudor en su frente. Acerco lentamente mi mano y toco su frente para notar como estaba hirviendo en fiebre.

—Azami- muevo un poco su hombro y ella gruñe un poco- Azami, despierta.

Ella poco a poco va abriendo sus ojos hasta que se topa conmigo encima de ella mifandola fijamente.

—¿Qué ocurre?- pregunta soñolienta- no tengo ganas de hacerlo a estas horas de la noche- suelto un baja carcajada negando y vuelvo a mi rostro serio al recordar su fiebre.

—No seas tan hormonal- me quito de encima suyo y la tomo en brazos para caminar hacia el baño.

—¿Qué demonios haces?- se aferra más a mi al ver como coloco al agua helada en vez de caliente.

—Estas hirviendo en fiebre, quizás no lo notes ahora por la respiración de concentración total.

Nos meto debajo del agua helada y ella suelta un quejido. La tenía tomada de brazos modo princesa y la aferré más a mi cuando intentó bajarse.

—Es por tu bien- le observo serio- espera unos minutos más, hasta que me asegure que tú fiebre haya disminuido. Ahora cuéntame el por qué estás así.

—No te quiero decir- niega con su cabeza cómo si fuera una niña.

—Que me digas, Azami- tenso mi mandíbula a propósito y ella hace una mueca de disgusto.

Luego de contarme todo su estúpido plan con Shinobu no podía créelo. Digo estúpido por que literalmente están arriesgando sus vidas inyectandose venenos que ni saben como sus cuerpos reaccionarán a la mezcla de sustancias.

Es una completa idiotes, entiendo el punto y el fin del por qué lo hacen. Pero no me pueden negar que tengo la razón cuando digo que es una gran estupidez.

Cierro la regadera al sentir como su fiebre disminuyó. Me despojo de su ropa y busco una camisa mía para colocarsela. Cuido de ella como ella cuida de mi cuando estoy enfermo.

—Duerme un poco más- deposito un beso en su frente y ella cierra sus ojos ante el tacto.

—Quédate conmigo- me abraza del cuello aferrándose más a mi como si fuera un oso panda.

—Mmm no sé, creo que me merezco un descanso por cuidar tanto tiempo de ti- ella mi mira con una pizca de enojo y sonrío con ternura viendo ese pequeño puchero formarse en sus labios lentamente- bueno, ya qué.

Me acuesto a su lado y le miro su trasero inconsciente. Dejo una nalgada allí y ella se gira para encarame.

—Tienes un hermoso trasero, no te deberías de enfadar conmigo. Son tan lindos que se me hace imposible no ponerles ni un dedo encima- hablo lentamente y bajo, sabía que le gustaba que yo le hablara así.

Ella sonríe y noto como un leve sonrojo se aloja en sus mejillas.

Azami

En sus ojos pude ver algo que simplemente me dejó anonadada. Adoración.

Él me observaba tan intensamente, como si quisiera memorizar mi rostro. Esa mirada de alguna manera lograba que algo dentro de mi se fundiera de un calor tan gratificante.

Me acerco a él y beso sus labios dulcemente.

—Debemos dormir un poco más- digo y él asiente con sus ojos cerrados- descansa Xodó.

—Tú también descansa, mi Xodó- murmurra antes de caer en un profundo sueño.

La verdad, no tengo nada de sueño, así que les contaré como conocí a Uzui en la selección final.

¤ Flashback ¤

Llevaba unos días en todo el bosque asesinando a Demonios sin detenerme.

A lo lejos escuché una explosión y corrí hacia aquel lugar inconscientemente. Al llegar vi como se encontraba rodeado de demonios.

Él los atacaba sin detenerse, quizás hasta sin pestañar. Todos sus movimientos me parecieron impresionantes e hipnotizantes.

En un despisto un demonio cayó de un árbol logrando caerle encima a Uzui. Por instinto me uní a su pelea y corté la cabeza de aquel demonio.

Luego corté la cabeza de otros dos y ya solo quedaba uno de ellos. Uzui se levantó y en un segundo cortó la cabeza de este.

El albino se giró para verme, y al mirarnos todas las células de mi cuerpo se electrizaron.

¿Cómo te llamas?- preguntó algo agitado  pero con una sonrisa ladina.

Kimura Azami- respondí sin poder quitar la mirada de él.

No necesitaba de tu ayuda, tenía todo planeado- habló con un tono egocéntrico y chasqueé mi lengua- pero lo aprecio.

Tomó mis manos entré las suyas y depositó un beso en estas.

Llega al final, serás mi primera esposa.

Y desapareció dejándome muy confundida.

Al llegar a la final, vi otra vez esa cabellera parecida a la nieve y sonreí un poco aliviada de que hubiera llegado a la final.

Él giró un poco su cabeza sobre su hombro y sonrío picaro.

Luego de ese día no nos volvimos a ver hasta un año después.

☆ Ramé ☆  (Tengen Uzui y tú)Where stories live. Discover now