🏮Capítulo. 20🏮

1.2K 113 3
                                    

—No jodas - decimos Uzui y yo al ver a los demás chicos.

Estos estaban cubiertos de sangre, bañados mejor dicho. Y todos tenían armas. La mayoría no se veían de más de quince años.

—Todos ustedes son unos irresponsables- suelto al ver el estado de ellos- como se les ocurre, siendo unos niños, entrar a un lugar como este- bajan sus miradas- ahora le soy a pedir que se queden aquí mientras yo y mi esposo nos encargamos de los demonios.

—¡¿SON DEMONIOS?!- una niña gritó y asentí- Maku...él murió- miro a Yuuto y este baja la mirada.

—Por él vinimos aquí- explica y asentí comprendiendo.

—Cuando terminemos vendremos a por ustedes. Mientras, no hagan mucho ruido- cambio de tema para no hundirlos más de lo que ya estaban.

Uzui y yo salimos de allí para correr por el lugar buscando a los demonios. Algunos aparecieron pero les logramos cortar la cabeza rápidamente.

Al llegar a una habitación grande me detuve. Esta allí el demonio que buscábamos.

Al entrar se encontraba un demonio sentado en un mueble jugando con un broche.

Uzui y yo nos miramos cómplices. Sabíamos a lo que veníamos y no estábamos para escuchar historias o perder tiempo.

En un pestañeo los dos le cortamos la cabeza al demonio. Esta rodó por el suelo y nosotros le miramos a los ojos al demonio.

—Que encontre la luz- décimos mirando como se desintegraba al cuerpo.

La habitación comenzó a temblar y corrimos hacia donde se encontraban los niños. Entramos y como pudimos, los tomamos en brazos y salimos de allí rápidamente.

En el camino uno de los niños calló al suelo. Le dije a Uzui que se adelantara y corrí hacia el niño. Lo tomé en brazos y corrí tan rápido como pude hacia la salida.

Todo estaba derrumbándose y el niño comenzó a llorar al ver que poco a poco la salido estaba siendo tapada por rocas.

Antes de que la salida fuera tapada por las rocas, lancé al niño y luego de ese mini segundo, quedé atrapada.

—¡AZAMI!- escuché tras las rocas- ¡HAZTE A UN LADO!, ¡EXPLOTARÉ TODO!.

Al segundo se escuchó una explosión y vi a Uzui con su sonrisa.

—Ya vámonos de aquí - dice tomando mi mano.

—Debemos llevar a los niños a un lugar seguro- él suspira entendiendo y mira a los niños con una leve sonrisa, cortesía le llamaba él a lo que podría ser hipocresía para algunos.

—¿Qué les parece si vamos a un lugar para que se limpien?, luego vamos a comer y por último los llevamos a sus casas- propone mi esposo y le miro con incertidumbre- ya con esto hago la obra del día- me susurra y contengo una sonrisa.

El cambio de clima no fue por el demonio. Nos habían informado mal, y Uzui quería hablar con el patrón sobre algunos datos e información mal dada.

Casi morimos por esos datos mal dados. Y no sólo nosotros, a Rengoku le dieron una misión en un lugar donde no había ni un demonio. Luego a Mitsuri le enviaron a un lugar erróneo.

Algo no andaba bien y queríamos respuestas. Pero primero, los niños.

Llegamos a un lago y todos ellos se aceraron. Yo limpié sus prendas y luego con la técnica de viento que me había enseñado Sanemi, pude secar las prendas rápidamente.

Fuimos a comer onigiris y ya más tarde los llevamos a su casa. Antes de dejar a Yuuta, que era el último, le detengo.

—Yuuta, esto lo tenía el demonio cuando le asesinamos- le entrego el broche que tenía grabado un símbolo de viento.

Él lo miró y lo tomó temblorosamente, en sus ojos se reflejaron miles de sentimientos. Sus ojos se cristalizaron pero cuando fui a abrazarlo Uzi se adelantó y lo abrazó.

Quedé estática mirando la escena. Se veía tan linda. Uzui se vió como un padre consolando a su hijo.

Yuuto lloraba desconsolado y el albino acariciaba su esplada suavemente. Luego de unos minutos paró de llorar y se separó de Uzui.

—Niño, no te diré que todo será como antes, por que no lo será, pero está en tí si quedarte en el o tomar la decisión de alzar la mirada y caminar seguro hacia una mejor vida, una en la que seas la mejor versión de ti. Donde te seas fiel a tí mismo.

Uzui le miraba fijo y su índice apuntaba al pecho de Yuuto. Mi corazón latía rápido, pocas veces veía a Uzui de esta manera. Y siendo sincera, amaba con toda mi alma esta parte de él que no mostraba siempre.

—Ya no eres tan desagradable como antes- bromea Yuuto y Uzui bufa.

—¡Oh vamos!, te doy un mega consejo y sales con eso- rien y sonrío mirándolos- ya entra a tú casa para así irme ya a la mía.

Yuuto se acercó a mí y me abrazó suavemente. Luego entró a su casa y nosotros comenzamos a caminar.

—Fue muy lindo lo que hiciste- comento después de un tiempo caminando.

—Aveces puedo ser buena persona.

—Eres una buena persona, Tengen Uzui. Eso no lo olvides nunca.

☆ Ramé ☆  (Tengen Uzui y tú)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن