—No jodas - decimos Uzui y yo al ver a los demás chicos.
Estos estaban cubiertos de sangre, bañados mejor dicho. Y todos tenían armas. La mayoría no se veían de más de quince años.
—Todos ustedes son unos irresponsables- suelto al ver el estado de ellos- como se les ocurre, siendo unos niños, entrar a un lugar como este- bajan sus miradas- ahora le soy a pedir que se queden aquí mientras yo y mi esposo nos encargamos de los demonios.
—¡¿SON DEMONIOS?!- una niña gritó y asentí- Maku...él murió- miro a Yuuto y este baja la mirada.
—Por él vinimos aquí- explica y asentí comprendiendo.
—Cuando terminemos vendremos a por ustedes. Mientras, no hagan mucho ruido- cambio de tema para no hundirlos más de lo que ya estaban.
Uzui y yo salimos de allí para correr por el lugar buscando a los demonios. Algunos aparecieron pero les logramos cortar la cabeza rápidamente.
Al llegar a una habitación grande me detuve. Esta allí el demonio que buscábamos.
Al entrar se encontraba un demonio sentado en un mueble jugando con un broche.
Uzui y yo nos miramos cómplices. Sabíamos a lo que veníamos y no estábamos para escuchar historias o perder tiempo.
En un pestañeo los dos le cortamos la cabeza al demonio. Esta rodó por el suelo y nosotros le miramos a los ojos al demonio.
—Que encontre la luz- décimos mirando como se desintegraba al cuerpo.
La habitación comenzó a temblar y corrimos hacia donde se encontraban los niños. Entramos y como pudimos, los tomamos en brazos y salimos de allí rápidamente.
En el camino uno de los niños calló al suelo. Le dije a Uzui que se adelantara y corrí hacia el niño. Lo tomé en brazos y corrí tan rápido como pude hacia la salida.
Todo estaba derrumbándose y el niño comenzó a llorar al ver que poco a poco la salido estaba siendo tapada por rocas.
Antes de que la salida fuera tapada por las rocas, lancé al niño y luego de ese mini segundo, quedé atrapada.
—¡AZAMI!- escuché tras las rocas- ¡HAZTE A UN LADO!, ¡EXPLOTARÉ TODO!.
Al segundo se escuchó una explosión y vi a Uzui con su sonrisa.
—Ya vámonos de aquí - dice tomando mi mano.
—Debemos llevar a los niños a un lugar seguro- él suspira entendiendo y mira a los niños con una leve sonrisa, cortesía le llamaba él a lo que podría ser hipocresía para algunos.
—¿Qué les parece si vamos a un lugar para que se limpien?, luego vamos a comer y por último los llevamos a sus casas- propone mi esposo y le miro con incertidumbre- ya con esto hago la obra del día- me susurra y contengo una sonrisa.
El cambio de clima no fue por el demonio. Nos habían informado mal, y Uzui quería hablar con el patrón sobre algunos datos e información mal dada.
Casi morimos por esos datos mal dados. Y no sólo nosotros, a Rengoku le dieron una misión en un lugar donde no había ni un demonio. Luego a Mitsuri le enviaron a un lugar erróneo.
Algo no andaba bien y queríamos respuestas. Pero primero, los niños.
Llegamos a un lago y todos ellos se aceraron. Yo limpié sus prendas y luego con la técnica de viento que me había enseñado Sanemi, pude secar las prendas rápidamente.
Fuimos a comer onigiris y ya más tarde los llevamos a su casa. Antes de dejar a Yuuta, que era el último, le detengo.
—Yuuta, esto lo tenía el demonio cuando le asesinamos- le entrego el broche que tenía grabado un símbolo de viento.
Él lo miró y lo tomó temblorosamente, en sus ojos se reflejaron miles de sentimientos. Sus ojos se cristalizaron pero cuando fui a abrazarlo Uzi se adelantó y lo abrazó.
Quedé estática mirando la escena. Se veía tan linda. Uzui se vió como un padre consolando a su hijo.
Yuuto lloraba desconsolado y el albino acariciaba su esplada suavemente. Luego de unos minutos paró de llorar y se separó de Uzui.
—Niño, no te diré que todo será como antes, por que no lo será, pero está en tí si quedarte en el o tomar la decisión de alzar la mirada y caminar seguro hacia una mejor vida, una en la que seas la mejor versión de ti. Donde te seas fiel a tí mismo.
Uzui le miraba fijo y su índice apuntaba al pecho de Yuuto. Mi corazón latía rápido, pocas veces veía a Uzui de esta manera. Y siendo sincera, amaba con toda mi alma esta parte de él que no mostraba siempre.
—Ya no eres tan desagradable como antes- bromea Yuuto y Uzui bufa.
—¡Oh vamos!, te doy un mega consejo y sales con eso- rien y sonrío mirándolos- ya entra a tú casa para así irme ya a la mía.
Yuuto se acercó a mí y me abrazó suavemente. Luego entró a su casa y nosotros comenzamos a caminar.
—Fue muy lindo lo que hiciste- comento después de un tiempo caminando.
—Aveces puedo ser buena persona.
—Eres una buena persona, Tengen Uzui. Eso no lo olvides nunca.
أنت تقرأ
☆ Ramé ☆ (Tengen Uzui y tú)
قصص الهواة•Ramé• Significa algo que es caótico y hermoso al mismo tiempo. Y siendo sincera, es una clara descripción de como son Azami y Uzui juntos. >>Breve descripción, lo sé, pero si no te quieres quedar con la duda de por qué mi opinión anterior...