🎴Capítulo. 05🎴

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Uzui y yo caminábamos de nuevo a la sede, por el camino tomé una rama y estaba tocando con esta la esplada del fortachón repetidas veces.

—¿Podrías detenerte?- hago jn sonido con ni boca negando- ya detente.

—¿O qué?, ¿qué harás?- reto y el se detiene en seco.

—¿Que qué te haré?- voltea y coloca su mano en mi hombro- tú sabes la respuesta, bella dama.

Se acerca cada vez más haciendo que retrocediera hasta chicas contra el tronco de uno de los árboles. Él sin quitar la mirada de la mía apoyó su mano del tronco y con la otra tomó mi mentón.

—Te gusta provocarme, ¿no es cierto?- se acerca a mis labios pero no los llega a unir- yo también quiero jugar este juego- susurra y sus labios rozan los míos- se ve divertido, ¿no crees?- susurra en mi oído.

Toma mi cintura y deja un leve apretón en ella logrando que soltara un jadeo.

Una vez que ya estaba anonadada por tantas caricias y besos, se detuvo.

Le miro algo agitada y el sonríe picaro.

—Que hermosa te ves con ese sonrojo, tus labios entre abiertos y esa aura tan extravagante- acaricia mi cabello- pero lamento decirte que acabas de probar de tu propia medicina, así que sigamos caminando o nunca llegaremos a la sede.

Me quedo estática mirando como se adelanta unos pasos. Mi cuerpo no se podía mover. Maldito, me encargaré de ti luego.

Él viene otra vez hacia mí y me toma en brazos quedando sentada sobre su hombro.

—¿Estas cómoda ahí?- pregunta tranquilo acomodando mi traje por detrás, yo sólo asiento- bien, ahora hablemos.

—¿De qué?.

—De lo que tú quieras, me gusta escucharte- revela y sonrío.

—Quiero ir a la ciudad de Tokio digo con ilusión- nunca he ido y quiero ir- el hace un sonido con su boca para que siguiera hablando- también, Tomioka me mandó una carta diciendo que un chico llamado Tanjiro Kamado se había unido a los cazadores.

—Interesante, luego iremos a ver a ese niño.

—Tomioka dice que es muy fuerte.

—¡JÁ!, más fuerte que yo no creo- alardea y ruedo mis ojos sarcástica- a ese niño le golpeo el brazo y sé que lo hago volar al otro lado de Tokio- rie abiertamente contagiandome.

—Ya veremos si eso es cierto- le miro divertida y el balbucea bajo- no hables entre dientes, no te logro entender.

—Ese es el punto- admite y golpeo levemente su cabeza.

Al llegar a la sede ya estaba atardeciendo. Uzui y yo nos fuimos a la cama al llegar a nuestra casa.

—Azami, ¿sigues despierta?.

—Mmm depende- escucho como bufa y volteo para verle.

—¿Me haces caricias?, me gustan tus caricias- besa mi mano.

Acaricio su mejilla, luego la curva de su cuello, su brazo y espalda suavemente hasta que se queda profundamente dormido.

Uzui desde que lo conocí en la selección final me enamoró aún que no lo quise admitir hasta después de unos meses.

Él me parecía alguien egocéntrico, excéntrico, superficial, orgulloso y mujeriego. Lo cual es, es su personalidad.

Pero también es alguien que ama y protege a quienes quiere. Es muy leal con quienes se lo merece. Tiene carisma y principios.

Y tal vez no lo demuestre mucho, pero es sentimental.

—Descansa grandulón- beso su mejilla y me acuesto.

A los pocos minutos él nos aropa y me abraza por la cintura. Dejándome llevar por el calor que emanaba su cuerpo me quedé dormida.

☆ Ramé ☆  (Tengen Uzui y tú)Where stories live. Discover now