Capítulo 24

116 24 16
                                    

Aunque Michi era solo un niño, no era difícil para él saber que Yuu había estado llorando por lo rojo e hinchado que tenía sus ojos, sentía que algo iba mal cuando después de recogerlo del colegio, lo vistió con una tristeza demasiado evidente y esperaron un poco en la sala viendo caricaturas hasta que Mikaela salió del trabajo.

—¡Papá! —llamó Michi en saludo, corriendo a abrazar al de cabellos claros.

Mikaela correspondió el abrazo, siendo cauteloso en ese momento porque sabía que Yuu podía llegar a tomar decisiones demasiado precipitadas y a veces hasta egoístas, lo que le aterraba.

—Amor, hoy vamos a ver a alguien para que conozcas —se acercó Yuu depositando un beso en la cabecita del infante, quien preguntó en vano sobre quién hablaba su padre moreno, así que se dirigieron al automóvil donde Mika viajó por un par de minutos.

Habían asistido a un Burger King debido a que Yuu quería un momento para hablar a solas con Aly, así que un sitio donde hubiese juegos para niños le pareció el lugar indicado.

Cuando Michi vio el lugar en donde comerían, sonrió abrazando a sus dos padres, diciendo lo geniales que eran, lo que en lugar de causar un sentimiento de felicidad como solía hacerlo, en ese momento le provocó un gran vacío en su corazón a Yūichirō.

Dejó ir a Michi a los juegos mientras pedían algo y esperaban en una mesa la llegada de Aly, quien no tardó mucho en llegar, pues tres minutos después de que el niño hubiese salido corriendo a los juegos, esta llegó saludando a ambas personas, un poco incómoda y extrañada por la presencia de Yuu, incluso si era obvio que querría asistir, pues no existía persona que amara más a Michirou.

En realidad, desde que inició algo con Mikaela, a Yuu esta mujer siempre le pareció egoísta. No era una mala persona, ni la consideraba como tal, más solía ponerse antes a sí misma que a los demás, por lo que nunca le agradó, y mucho menos después de enterarse del abandono a Michi.

—Aly, quiero hablar contigo a solas, ¿Podemos?

La mujer observó a Mikaela como preguntando por qué Yuu quería hablar con ella, sin embargo, este solo observaba la mesa con evidente molestia, así que solo asintió con la cabeza a la petición de Yuu, y salieron por un momento del establecimiento con una tenue brisa acariciandolos y meciendo sus cabellos.

—Honestamente, me sorprende lo cruel que fuiste al abandonar a Michirou hace tantos años como para que de repente aparezcas y quieras conocerlo.

Aly se sintió molesta y ofendida por ese comentario. Jamás había sido cercana a Yuu, y si bien, hasta ese día, todavía sentía la culpa carcomiendo su ser cuando recordaba a la criaturita que dejó sola y desamparada, aún así sentía que era algo en lo que este hombre no debería involucrarse.

—Estoy feliz de que Mika sea su padre biológico porque eso significa que su familia biológica lo ama, y es lo que más aprecio de esto, sin embargo, no puedo perdonarte que hayas abandonado a ese niño, porque lo amo también —comentó con los puños apretados—. ¡Lo peor de todo fue el lugar en el que lo dejaste! Sin importar si nadie lo encontraba, sin importar si podía pescar alguna enfermedad, ¡Sin importar el frío! ¡En serio tú...!

El jadeo y el llanto de Aly le hiciern recomponer su postura, así que suspiró, y apartó la mirada en un vano intento por dejar de sentir la ira que lo carcomía en ese momento. Los ojos de la mujer se habían vuelto rojos y cristalinos, y Yuu era demasiado empático, así que evitaría observarla en ese momento.

—No sé si a partir de ahora quieras pasar tiempo con Michi o simplemente querías conocerlo y asegurarte de que está bien, sin embargo, sí te pido que pienses en su propio bienestar.

—Yo... Sí, quiero conocerlo, y pasar tiempo con él —murmuró mientras su voz temblaba, secando sus lágrimas con el dorso de sus manos—. Me arrepiento de haberlo dejado, fue un momento de impulso... Pero aún así, esto se lo expliqué a Mikaela porque tú solo eres su mejor amigo y no eres nada de mi hijo —dijo eso último con voz venenosa, lo que de algún modo logró hacer sentir un poco mal a Yuu.

—Puede que tengas razón. No tengo parentesco con Michirou, y sin embargo, lo he cuidado cuando tú has estado ausente. Ni siquiera tuviste el valor de hablar con Mikaela, le ocultaste tu embarazo, lo terminaste y te esfumaste como el humo —se rió sin gracia—. Y, debes de saber que soy el tutor legal de Michirou. Si hablamos de acuerdo a la ley, tendrías que hablar conmigo y no con Mikaela acerca del niño. Su apellido es el mismo que el mío, no que el tuyo, o el de Mika.

Aly se sintió impotente por esa información, y aunque Mikaela ya le había explicado con brevedad la situación de Michi, aún así sentía bastante enojo en saber que este hombre terminó formando una familia con el niño que ella misma dio a luz y el novio que jamás pudo olvidar.

Fue estúpido de su parte dejar a Michirou sabiendo que hubiera sido tan feliz como Yuu si se quedara, pero no quería tener un hijo, no quiso abortar pero tampoco hacerse cargo de él, así que escondió su embarazo durante un tiempo hasta que sus padres se dieron cuenta, evidentemente hubo discusiones y sanciones, así que el orgullo de Aly la obligó a irse de casa también, y hasta que tuvo a Michirou, buscó la manera de volver con su familia porque no tenía la solvencia para sobrevivir y no pudo encontrar un buen trabajo.

Desde ese día supo que no podía volver a buscar a Mikaela, sabía que se molestaría de sobremanera cuando le explicara la situación que pasó, así que simplemente no lo buscó en absoluto, incluso si a Michirou sí lo buscó en distintos orfanatos y en el mismo lugar en el que lo dejó. Hasta el día anterior, porque se presentó la oportunidad de sincerarse, y, a ese punto en el que su ex novio parecía tener algo tan estable, en especial sabiendo que vivía con el niño que tuvo hace años, le dio una esperanza de que pudiera volver con ese hombre, y redimir el error de dejar a Michi abandonado en un lugar tan desolado.

Una familia para Michirou Where stories live. Discover now