Capítulo 25

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—Bueno, quiero... Ver más a menudo a Michi, si puedo, estoy dispuesta a hacer lo necesario para conseguir de vuelta a mi familia.

Yuu apretó sus manos ante ese comentario. Realmente le parecía estúpido que esta mujer quisiera recuperar a su familia después de siete años, y si bien, le molestaba, de algún modo también agradecía que Michi tuviera una verdadera familia, una familia con una madre y un padre, incluso con esta madre que le provocaba violencia.

—Mika es mi novio —soltó Yuu, a lo que Aly simplemente apartó la mirada con enfado—. Solo quería que lo sepas. En todo caso, si me prometes que verás por Michirou antes que por cualquier persona, y no volverás a abandonarlo, yo...

Yuu jugó con sus dedos en silencio bajo la atenta mirada de la fémina, que se sorprendió por eso último que decía, porque fue fácil para ella descubrir lo que este hombre quería decir.

—Si realmente estás dispuesta a recuperar a tu familia, me iré, sé que salgo sobrando aquí porque Michirou es tu hijo y el de Mikaela, y créeme que siempre pondré a Michi antes que a mí mismo y lo que yo quiero.

Ese comentario hizo sentir muy culpable a la mujer. Mientras Yuu se preocupaba tanto por Michi, al punto en el que dejaba cualquier deseo egoísta para que fuera feliz, ella había abandonado a su pequeño hijo.

No dijo nada por cinco minutos, mientras pensaba en ese comentario.

—Antes de hacerlo, por supuesto, quiero saber cómo te comportarías con Michirou.

—¡¿Cómo podría comportarme de forma sospechosa o cruel con él...!? Sé que hice mal en abandonarlo, sin embargo lo he buscado, me arrepiento... De verdad lo hago —sollozó apretando los puños por la manera en la que Yuu había dicho eso.

Por consecuencia, decidió no decir nada al respecto. ¿Cómo no iba a tener sospechas hacia ella si abandonó a Michirou cuando más necesitaba de su familia? Frunció el ceño y solo le explicó a Aly con brevedad cómo era Michi, qué le gustaba, cómo solía comportarse, y qué cosas le disgustaban.

Tras esa medianamente larga conversación, ambos volvieron a la mesa donde esperaban Michi y Mikaela comiendo lo que habían pedido.

Para Yuu no pasó desapercibida la timidez, y ese pequeño estima que poseían los ojos de Aly en cuanto vio a Michirou.

Le alegró que haya sido suave y amable con ese precioso niño, sonriendo con genuina emoción por su pequeño, incluso si se sentía tan triste porque no se quería separar de Michi. Ni de Mikaela.

Un par de ojos azules lo escrutaban como si se tratara de un policía, porque Mika no era tonto, era fácil para él que conocía a su novio desde hace tanto tiempo darse cuenta de las intenciones que él poseía.

No dijo mucho, había decidido dejar a Yuu a cargo de Michi en ese momento, esperando que se diera cuenta de que incluso cuando su pequeño y Aly parecían llevarse bien, nadie podría sustituir su lugar.

Michirou podría ser su hijo biológico, y aún si lo amaba, creía fervientemente que padre o madre era quien educaba, amaba y guiaba, no quien engendraba.

Por lo menos en el caso de su pequeño, pero parecía que Yuu no quería darse cuenta de ello.

Después de que la reunión dio por finalizada, los tres regresaron a casa, quedando de organizar después más momentos para que Aly y Michi pasaran tiempo.

Una vez arroparon a Michi, el moreno invitó a su novio a sentarse en la sala.

—He estado pensando... —comenzó Yuu jugando con sus dedos, con una voz evidentemente rota—, sería buena idea que Michi pase todo el tiempo posible con Aly y contigo —expresó—. Sería una buena idea que poco a poco, salgan solo ustedes dos.

Mikaela frunció el ceño y apartó la mirada por esa sugerencia. Sabía que en ese comentario estaba implícito el deseo de Yuu en que se reconciliara con su ex novia, por lo menos eso buscaba.

—Si ella quiere pasar tiempo con Michi, lo hará. Yo no quiero pasar tiempo con Aly.

—¡Pero es tu hijo! —comentó Yuu.

—Yuu —llamó—. Sí, Michi es mi hijo biológico, y sí, desde antes ya lo amaba como un verdadero hijo. Me agrada la idea de saber que lo es, demasiado, sin embargo, no tengo la intención de volver con Aly, jamás.

El mencionado tomó la mano de Mikaela con ruego.

—Mika, no le quites a Michirou su familia, él, todos, todos se merecen una familia completa y junta, yo salgo sobrando, y no me molesta apartarme.

Los ojos de Yuu se llenaron de lágrimas. Su corazón le dolía tras pensar que tenía que irse, que era lo mejor, sin embargo, Mikeala pensaba diferente, y alejó sus manos de su novio.

—¿Eso piensas tú realmente, Yuu, que sales sobrando?

El mencionado secó sus lágrimas conteniendo la respiración en un intento por evitar que siguieran saliendo.

—Sí.

—¿Y has tomado en cuenta lo que piensa Michirou, o lo que pienso yo?

—Las despedidas siempre duelen —admitió sorbiendo por la nariz—, pero a veces los cambios son necesarios.

Las pestañas mojadas de Yuu le partieron el corazón al más alto, pero se sentía más furioso que triste, porque no sentía nada por Aly, y sin embargo, amaba con todo su corazón a esta persona frente a él.

—Yo... Terminemos. Quiero pedirte que le des una oportunidad más a Aly, si no funciona, si ella trata mal a Michirou, entonces... Simplemente sigan viendo por mi pequeño, ¿Puedes Mika?, ¿Puedes hacerlo?

El corazón de ambos se rompió en ese momento.

Cuando Mika era más joven, sentía un gran enamoramiento por Yuu, y sin embargo, jamás pensó que podría llegar a tener algo con este porque desde que sus padres lo corrieron de casa, Yuu se apartó, pensó que no era necesario, que debía de apañarse él solo toda responsabilidad sin admitir ayuda, y dejó de contarle sus problemas como si solo fuese una amistad superficial, así que inició una relación con Aly casi apenas iniciando la universidad, así que después de que terminaron y llegó Michi a sus vidas, se sentía pleno y feliz de tener a su lado al amor de su vida y un espléndido niño que amaba tanto como a Yuu.

Por esa razón, a Mika le parecía poco razonable terminar su relación e iniciar algo con alguien que era una desconocida para Michirou. Mika no olvidaba que esa mujer desconsiderada había abandonado a Michi, y había ocultado su embarazo durante años como para que después volviera como si nada. Se sentía molesto e incluso traicionado con la forma de actuar de Yuu en ese momento. Esas peticiones tan estúpidas...

—¿Estás seguro de esto? —pidió saber en un susurro, expulsando lágrimas igual que el hombre frente a él—. Porque si es así, no quiero volver a verte.








Capítulo doble pq pensé en publicar diariamente uno y pos me mori unu

Una familia para Michirou Where stories live. Discover now