Capítulo 28

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Después de dos meses conviviendo con Aly, Michirou comenzó a preguntarse por qué solían salir tanto con esa mujer.

Aunque no le desagradaba y era muy amable con él, además de que siempre le regalaba algo, no entendía todavía quién era.

No parecía ser amiga de Mika, mucho menos de Yuu, así que se sentía muy confundido.

Su mentalidad claramente no era tan consciente. Solo sabía que había muchos cambios con los qué lidiar, y ni siquiera podía hacer videollamada con Yuu para hablar con él y contarle su día.  Siempre que tenían algún problema, podía recurrir a Yuu, así que ahora que no estaba, ¿de quién podría buscar apoyo, o hacer preguntas? Aunque tenía a Mika, todavía prefería hablar con Yuu.

Ni siquiera pudo felicitarlo el día de su cumpleaños.

~

—¡Michi, mira esto! —exclamó Aly después de saludar a padre e hijo, enseñando al menor un portaretratos blanco que en seguida entregó al niño—. Quería tomarme una foto contigo y enmarcarla. Así que, ¿podrías pintar este marco?

Michirou asintió con la cabeza analizando el marco mientras pensaba cómo podría pintarlo después.

—Sobre la foto, Mika, tú... podrías salir en ella...

El mencionado apartó sus ojos en seguida negando con la cabeza. 

—No me arreglé mucho el día de hoy. Quizá en otra ocasión —excusó, colocándose en cuclillas dirigiéndose a su hijo—. Estaré sentado por allá, campeón. Si necesitas algo, llámame en seguida —dijo apuntando el lugar indicado del parque, dando un beso rápido en la frente del menor.

—Bien, papá —sonrió el niño teniendo una aburrida sesión fotográfica.

Aly seguía teniendo fuertes problemas para empatizar con Michi, incluso llegó a pensar que cada consejo que Yuu le daba era para quedar mal, hasta que descubrió que en realidad a este niño le encantaba pintar, cantar, ver películas en pijamada, y adoraba ver carreras de autos.

Era tierno, enérgico, amoroso, e inteligente, como siempre lo caracterizaba Yuu.

Podía llegar a ser muy terco, era difícil huir de sus preguntas o ideales, eso era cierto, así que Aly comprendió que tendría que esforzarse mucho para conectar con su propio hijo.

—Oye, Michi. ¿Te parece si vamos por una crepa? Se ve delicioso.

El niño asintió con la cabeza mirando a Mika a lo lejos perdido en sus propios pensamientos, así que caminaron cinco minutos hasta un pequeño negocio donde cada uno pidió una crepa suave y esponjosa con dulce de crema de avellana y chocolate, espolvoreado con azúcar glass como la nieve que daba una sensación de suavidad un poco cremosa en la lengua por el relleno con cada mordida.

—¿Sabes? —comenzó Aly acariciando el cabello del niño—. Me encantaría tener un hijo como tú —murmuró en voz suave, casi con timidez, a lo que el menor levantó la mirada por ese comentario.

—¿Por eso usted pasa tiempo conmigo?

Aly dejó salir una risa por la respuesta, asintiendo con la cabeza.

—Así es. ¿Tú... No querrías ser mi hijo?

Michirou pensó que esta mujer bromeaba, y de todos modos, incluso si no lo hiciera, él solo era un niño que decía lo que pensaba sin filtros.

—No sé —negó con la cabeza—. Me gusta mi familia. Mis papás son muy buenos conmigo, especialmente mi papá Yuu.

Ese comentario dejó pasmada a Aly, más no pudo decir mucho porque Michi parecía que lloraría en cualquier momento.

—Papá Yuu no ha llegado de su viaje, y lo extraño mucho. Ni siquiera me ha llamado, y yo me he portado bien porque no quiero que cuando regrese piense que soy un niño malo y quiera abandonarme por eso.

Los ojos de Michirou comenzaron a expulsar lágrimas inmediatamente, ya ni siquiera quería sostener su crepa, así que esta cayó mientras se echaba a llorar.

~

Aly acompañó a Mikaela hasta su casa porque quería llevar a Michi de caballito incluso si este parecía no quererlo realmente.

Se despidió del niño una vez llegaron a la entrada de su hogar, y le pidió a Mikaela un momento para hablar a solas, así que después de asegurar la puerta, ambos se sentaron en las escaleras fuera de la puerta principal.

—Yo... Quiero saber tu opinión sincera sobre Michi y yo.

Mikaela no quería entrometerse en eso, aunque más que evitar involucrarse, en realidad no quería ayudar a esta mujer con su relación con su hijo porque lo abandonó y eso jamás lo podría olvidar.

—No sé qué decirte —admitió—. Honestamente, parece más que buscas desesperadamente un perdón, comprándolo.

Aly frunció el ceño por eso. Aunque probablemente en su inconsciente así era, jamás quiso ser madre, pero la culpa y ser impulsiva la llevaron a tomar las decisiones incorrectas.

—Yo...

—Te voy a hacer una pregunta —dijo Mikaela, mirándola fijamente, casi intimidándola—. ¿Realmente quieres ver a Michirou a menudo? Porque más adelante, me imagino que quieres tomar más responsabilidades con el niño. Si te interesa, me imagino que querrás educarlo también, ¿O solo quieres verlo de vez en cuando por mera presión, o culpa?

Aly no respondió al principio. No había pensado en la responsabilidad que debía tener con el niño, aunado a ello que Mikaela estaba cerrado a cualquier trato con ella.

Quizá si Mika la perdonaba y volvían, no le habría importado, sin embargo incluso cada juguete que regalaba era algo que Yuu invertía, no ella, porque ella no sabía nada de eso.

Ella no sabía nada de ser una madre.

Pero no se arrepentía de no haberlo abortado, porque era un niño increíble, y había encontrado una familia que lo amaba, recibiendo y dando el mismo cariño, de forma completamente equitativa.

—Michirou se merece una familia verdadera, y honestamente, siempre fuiste muy independiente, y hasta la fecha, has sido una egoísta.

Aunque Yuu pensaba eso, jamás se lo había dicho, por muy enojado que estuviera, sin embargo, Mikaela podía ser cruel y no le importaba lastimar con sus palabras cuando decía la verdad.

—Mi hijo no se merece un amor de madre tan fingido y superficial, Aly.

—¡Pero yo... —se quedó callada mirando a Mikaela mientras lágrimas gruesas caían de sus ojos.

Había pensado que podía tener el perdón de su propio hijo y todavía la llamaba como una desconocida total, ni siquiera le hablaba de sus pasatiempos, su color favorito, su animal favorito o cómo le había ido en la escuela.

No le interesaba buscar más acercamientos, simplemente decidió conocer a Michirou porque quería sentir que quizá no era una mala persona.

Pero lo estaba siendo.

Porque le quitó a Michirou a su familia, a la persona que lo acogió y sacrificó todo por mantenerlo a flote, feliz, cambiando, trabajando, de forma incondicional cuando ella solo pensó en su propio bienestar.

Aunque no sabía todo lo que pasó Yuu al principio para mantener a Michirou, era fácil comparar su amor al de este hombre.

—Nos vemos después —dijo con voz temblorosa, levantándose y yéndose comenzando a correr en seguida.


Ya está cerca el final, ahhhhh, al fin después de muchos años de bloqueo 😭😭😭 gracias a las bellas personitas que siguieron leyendo a pesar de que demoré realmente demasiado quq 💕

Una familia para Michirou Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang