Capítulo 10

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Los días pasaban realmente lentos y aburridos sin la presencia del rubio; quizá y este sí se percató del beso que le robó hace una semana debido a que no respondía ni sus mensajes ni sus llamadas, y no le había ido a buscar en absoluto; si se quería alejar de él, no podría superarlo. Lo quería muchísimo, era su mejor amigo, ¡su todo!, y aparte de ello, Yuu podía notar la inquietud de su pequeño Michi por la ausencia de Mika. Podría ser solo un bebé, pero sabía que extrañaba a aquel ojiazul de cabellos de oro.

Sin embargo, Mika no es que se quisiese alejar del azabache. Contrario a ello se encontraba jodidamente frustrado y estresado, el tiempo le estaba rindiendo realmente poco, solo quería descansar y ver a Yuu, hablar con él, jugar con Michirou. No obstante, el trabajo se lo estaba impidiendo, y también estaba el hecho de que descuidó completamente su hogar y se encontraba demasiado sucio, así que tuvo que enfocarse en realizar una limpieza profunda.

No quería responder a su mejor amigo debido a que hablaría realmente poco con él, y no deseaba eso. Quería pasar tiempo, tener largas conversaciones, salir a pasear o incluso simplemente admirarlo dormir al llegar de aquel trabajo que, en absoluto le agradaba para aquel azabache.

~

—¿Hola? —intentó no sonar tan emocionado, más no logró darlo a entender así. En primer lugar porque respondió enseguida de escuchar el tono de llamada que tenía para Mika, y en segundo lugar porque casi grita al responder. Aquello por supuesto alegró y enterneció a Mikaela, quien soltó una tenue risa, para entablar una conversación al fin con su mejor amigo.

—Hola, Yuu-chan. ¿Cómo estás?, ¿cómo está Michi? —cuestionó sonriendo abiertamente, aún si el mencionado no le vería hacerlo.

—Estamos bien ambos, ¿tú qué tal te encuentras? No me has respondido ni mis llamadas, ni mis mensajes. Me preocupas, idiota.

—Lo siento Yuu-chan, he tenido muchísimo trabajo, y por ello decidí enfocarme en terminarlo y al fin poder disfrutar un poco de mi vida social —suspiró logrando que Yuu se sintiese un poco culpable por haberle reclamado que no le hubiese tomado sus llamadas.

—¡Ah, lo siento! Pero avísame, estaba empezando a creer muchas cosas.

—Está bien, a la próxima te lo diré —rió tenuemente. Le encantaba cuando Yuu se comportaba así con él—. ¿Este sábado quieres ir a comer curry?

El mayor ya se imaginaba los ojos prendidos en alegría de Yūichirō en aquel momento ante tal propuesta, especialmente al escucharlo afirmar tan eufórico como siempre, tal cual un niño.

—¡Sí! ¡Te veo en el mismo lugar de siempre, no faltes por nada del mundo Mikaela!, ¿¡me escuchaste!?

Las risas que salían de los pálidos labios de su mejor amigo realmente lograban enternecer a Yuu, y sacarle sonrisas sin que se diese cuenta.

—Vale, tranquilo, voy a ir porque voy a ir, ¿de acuerdo?

Después se la pasaron hablando largos minutos hasta que las responsabilidades les obligó a colgar, y cada quien se dedicó a las actividades que les hacía falta realizar para ese día.

Yuu no podía evitar sentirse tan feliz aquel día después de la llamada que hizo con su mejor amigo.

~

Mika daba palmadas enternecido a la cabeza de Yūichirō que le abrazaba tan efusivamente. Michirou se encontraba dormidito, pero ya arreglado al igual que el de ojos verdes. Por supuesto habían acordado verse en el lugar indicado, sin embargo el rubio no logró contener las ansias y asistió primero a la casa de su mejor amigo.

—Ya, ya, Yuu-chan, vamos o no comeremos curry —espetó con suavidad.

—Solo dame unos minutos más así —pidió sintiéndose como un niño en esos momentos. Y si Mika era sincero, adoraba cuando el menor se comportaba de esa manera. Era tan adorable así, le provocaban ganas de tomar sus mejillas y presionarlas con ternura.

Al fin se separó de su mejor amigo Yuu, sonriendo abiertamente.

—Iré por Michi, espera —propuso yendo a la habitación en la que se encontraba el pequeño.

Posterior a ello salieron de la vivienda ambos, caminando por las calles mientras se contaban algún par de cosas que les sucedieron el tiempo en el que estuvieron alejados, producto del mucho trabajo acumulado de Mikaela.

Por supuesto Yuu regañó a Mika pidiéndole que fuese más responsable a lo que el ojiazul renegó afirmando que lo era.

Y esque Yuu sabía que decía la verdad, no obstante, no quería pasar más días así: sin su mejor amigo, su compañero, su confidente. Su todo.

Yuu se sentía jodido. Estar enamorado de Mikaela seguía siendo una mierda para él. Debía esconder sus sentimientos, y se emocionaba fácilmente con las acciones o palabras del rubio. Era horrible, porque después recordaba que el ojiazul solo era su mejor amigo, y su corazón dolía.

Pero Yuu ya se había acostumbrado y hecho a la idea de que jamás serían algo.

El día por fin terminó. Mika acompañó a Yuu encargándose él de llevar al pequeño azabache de ojos azules, haciendo caras extrañas para lograr hacerlo reír y siendo observado atentamente por su mejor amigo.

—En verdad te eché de menos, Mika —espetó Yuu abriendo su hogar e ingresando a este seguido del rubio.

—También yo, Yuu-chan. Te extraño muy a menudo —aceptó soltando una pequeñita risa.

Yuu suspiró fuertemente.

—Pero no estás enojado conmigo, eso es lo que me calma.

El rubio colocó a Michi en la cama, quien reía levantando sus manitas y bajándolas de vez en vez.

El mayor sonrió admirando al bebé, pero enseguida de escuchar aquello lo miró encarando una ceja y sonriendo zorrunamente.

—¿Por qué debería yo, estar molesto contigo?

—Ah... Eh... No lo sé, solo pensé que así era.

—Espera —pidió acomodando a Michi más en el centro, colocando almohadas alrededor suyo—. Ven aquí, Yuu-chan.

El mencionado un poco extrañado se acercó, Mika se sentó a la orilla de la cama y Yuu se colocó a su lado.

—¿Qué quieres?

La sonrisa pícara en el más alto le ponía nervioso, nunca había visto a Milaela esbozar ese tipo de gestos ni con él, ni con nadie más.

—Solo quiero devolverte algo —no dejó que Yuu respondiese algo, y lo jaló del cuello uniendo sus labios.

Ahora sí se viene lo chido (?) ahre xD

Una familia para Michirou Donde viven las historias. Descúbrelo ahora