Capítulo 4

824 115 37
                                    

Ahora que su economía era mejor y estaba más familiarizado con el burdel en el que trabajaba, Yuu se tomaba un día de descanso.

Usualmente salía con Mika. Se sentía un niño junto a él.

Iban a tomar nieve, o a comer pizza. Iban al parque y a otros lugares así.

Mika se sentía feliz, le gustaba ver a su mejor amigo cuidando del dulce bebé que había adoptado.

No se cansaría jamás de admirarlo con ojos brillantes y complejo de madre.

Sin darse cuenta, sonrió viendo al azabache darle biberón a Michirou.

La ternura que le causaba Yuu, junto con Michi, era demasiada. Le daban ganas de tomar las mejillas del mayor para apretarlas hasta que quedaran rojas.

—Yuu-chan, ¿tienes sueño? —interrogó como era costumbre el rubio.

—No —murmuró suavemente —. Cuando llegué a casa junto a Michi, me quedé dormido enseguida y el bebé no se despertó para nada.

Mikaela sonrió, acariciando los oscuros cabellos del pequeño bebé.

—Es bastante tranquilo.

—Demasiado. Es tan tierno, tan lindo...

Mika soltó una tenue risa.

—Te tomas muy en serio el papel de madre soltera —bromeó sin poder evitar esbozar una sonrisa sincera.

—N-no es así, idiota. Soy padre soltero —dijo con un puchero dibujado en su rostro.

~

Mika salía de su trabajo, dirigiéndose enseguida a la casa de Shinoa.

Era un secreto entre la de cabellos púrpuras y el rubio que este iba a su casa para ver a Michirou cuando tenía tiempo. Aunque, Yuu ya sabía que Mika se terminó encariñando demasiado con su bebé.

Mika tenía una gran intriga por Michirou. Tenía unos ojos tan parecidos a los de él, no por el color sino también por la forma.

Del mismo tamaño, del mismo tono.

Michi compartía similitud con Yuu por su azabache cabello, así que fácilmente podía ser confundido por su hijo.

Sin embargo, el de Michirou era levemente rizado, mientras que el de Yuu era lacio y despeinado.

~

—¿Alguna vez te has preguntado quiénes son los padres de Michi? —interrogó Mikaela mientras cocinaba para Yuu.

El azabache no tenía muchas energías y por ende solía consumir comida chatarra, pero Mika no deseaba que se enfermase por ello

Además, así Yuu podía ahorrar un poco de dinero.

—Me lo he preguntado muchas veces, Mika —aceptó Yuu —. Sabes... Michi me recuerda mucho a ti.

—¿Por qué lo dices?

—Recuerdo que tu mamá me contó que cuando eras bebé te gustaba chupar tu dedo gordo del pie, y Michi hace lo mismo —rió —. No tienes un hijo perdido, ¿verdad?

Mikaela rió levemente.

—No, Yuu-chan. Pero no dudo que si tuviese uno con alguien de cabellos negros, sería igual a Michirou.

Yuu asintió, también riendo.

—¿Y si tienes un gemelo, del que ni tú ni tus padres sabían, y él tuvo un hijo con una chica de cabello negro?

—Deja de alucinar —rió Mika sieviendo la preparación en un plato para el azabache.

—Te he dicho que no es necesario que me cocine...

Yuu dejó la oración a medias cuando Michi comenzó a llorar.

En seguida, ambos se levantaron caminando con velocidad a la habitación en la que el bebé se encontraba durmiendo.

Aquel día de descanso que tenía Yuu, ambos decidieron pasarlo en casa.

—Sh... Tranquilo bebé —murmuró Yuu cargando al pequeño, arrullándolo.

Michi aferró su manita a la camisa que traía su padre adoptivo, sollozante.

—Toma —dijo Mika pasándole el chupón azul del bebé.

—Gracias —murmuró dándoselo al pequeño, mientras comenzaba a cerrar sus ojitos y quedarse dormido.

—No sabía que eras bueno con los bebés hasta que Michi apareció en tu vida —aceptó risueño en voz baja el rubio, mientras el azabache acostaba nuevamente al pequeño.

—Yo tampoco lo sabía —rió sincero entre susurros —. Vamos mejor a la cocina, no quiero que se despierte nuevamente.

Mika asintió y ambos caminaron al lugar antes mencionado.

—Yuu-chan, quiero hacerte una pregunta algo difícil de responder...

El azabache fijó sus jades en los zafiros de Mikaela.

—¿Es sobre matemáticas?

Mika no pudo evitar reír ante el comentario, negando con la cabeza.

—Es sobre Michi.

Yuu así lo esperaba, si era sincero. Desde que el bebé había llegado a su vida, era de lo único que hablaban. Pero tampoco es como si les molestara.

—Dime.

—Si la familia biológica de Michi llegase a aparecer, y lo reclamara, ¿qué harías?

Yuu se quedó en silencio un largo momento, acariciando su propio cabello negro.

—No lo sé —aceptó —. Quizás... Primero le reclamaría a su madre por haberlo dejado a su suerte, después... No sé lo que haría.

Mikaela asintió con la cabeza.

—Se nota que lo quieres, pareciera incluso que es tu hijo biológico.

Yuu sonrió tenuemente.

—A pesar de que ha pasado poco tiempo, lo quiero como mi hijo verdadero.

—Lo sé —le sonrió el rubio —. Y me alegra que Michi te haga sentir más feliz.

—Es porque ahora no me siento solo, además es imposible no encariñarse con él —murmuró con ojitos brillantes de alegría y emoción. Incluso el hambre que tenía que había esfumado.

—No estabas solo —hizo un puchero, haciéndose el herido.

Yuu por su parte rodó los ojos.

—Exagerado —rió —. Pero no eres mi familia, solo eres mi mejor amigo. Me refiero a la soledad familiar.

Mika no supo qué responderle a su mejor amigo; lo que había dicho tocó fibras sensibles en el rubio.

—Lo siento...

—Venga, no te preocupes. No me siento tan solo gracias a mis amigos, en especial a ti —sonrió.

Mika le correspondió la sonrisa, solo que la suya era más tenue.

A veces admiraba a Yuu.

Era decidido, temerario, pensaba siempre en los demás, y siempre buscaba soluciones para todo.

Mika sabía que Yuu tenía mucho potencial, y si se hubiese aplicado cuando estaba en la escuela, la hubiese terminado con los mejores promedios.

Porque, si bien, Yuu no era de mente brillante, tenía una voluntad inquebrantable y perseguía siempre sus sueños.

—Eres una gran persona, Yuu-chan.

El mencionado se sonrojó levemente.

¿Por qué Mika no podía verlo como algo más que un mejor amigo?






Jsksks aquí la actualización. Srry si la historia va muy lento e.e

Una familia para Michirou Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin