Nuestro Lado Oculto III

Amargo pasado

**

Les traigo un capítulo largo por la ausencia de capítulo, disfruten :)

**

Milán, una ciudad que Nayeon ve por primera vez, vaya que ha viajado a muchas partes, pero no a esa ciudad. Sin embargo, no se trata de un viaje común donde suban al transporte público para ir a la casa de la mamá de Akemi, hay autos esperando por ellas que abordan, a los que Mina les tiene que dar la dirección.

—No me esperaba esto, supongo que fui ingenua. —Cuando viajaron a Estados Unidos para casarse fue la misma situación— Solo espero que no lo hagas tan invasivo como cuando estuvimos en San Francisco.

—¿Qué esperabas? —A esas alturas de la relación considera que Mina debe estar más que adecuada.

—Algo más íntimo, además todas estas personas no pueden instalarse en casa de Diana y ser nuestra sombra como lo son a cada sitio que vamos, va a ser incómodo y seguro que nos hecha. —Ella se refiere a la seguridad.

—Oh amor, no te preocupes por esa parte, nos vamos a instalar en un hotel, no en casa de tu abuela. —Otra sorpresa que Mina recién conoce.

—¿Cuándo me lo preguntaste? Le dije a Diana que nos vamos a quedar en su casa.

—Te hago la misma pregunta ¿Cuándo me lo preguntaste?

—Fuiste tú la que me dejó elegir a donde ir de vacaciones y qué hacer. —Comienza a enojarse.

—Mina, nos quedaremos en un hotel justo por todo el personal que nos acompaña que sabes que es por nuestra seguridad.

—¿Qué tipo de vacaciones tendremos? ¿Acaso no hay lugar donde las cosas puedan ser un poco normales?

—No sé qué esperas, tus madres igual son muy famosas y ya deberías estar acostumbrada a esto.

—Pasa que cuando viajaba con ellas a ciudades europeas era el mejor lugar porque rara vez las reconocían, contigo todo es excesivo, lo llevas a un extremo, no es que seas mundialmente famosa. —Le reclama.

—No se trata de eso, la gente quiere muerta a mi familia, no hay manera que sea torpe como para permitir que la seguridad no venga con nosotras.

—Ya déjalo así, no comprendes nada.

—Eso es cierto, te casaste conmigo sabiendo mi día a día, pero no dejas de hacerme reclamos por lo que tu misma aceptaste, cada cosa ya la conocías y no comprendo si pensabas que me harías cambiar de parecer ¿Qué quieres? —Es como si le hubiera colmado la paciencia y por supuesto que Mina reciente las palabras— ¿Mina?

—Nada, te dije que lo dejes.

Después de eso ninguna comparte palabra alguna en el trayecto de cuarenta y cinco minutos hasta la casa de Diana, una vez ahí bajan del auto y son recibidos por la señora, la que se ve feliz de recibirlas. Pasan los saludos y se percata de la compañía, por lo que permite que la seguridad se quede en el patio delantero, mientras ellas van directo al interior, a instalarse en la sala.

—¿Qué tal el viaje? —Es la pregunta de Diana.

—Increíble. —Da respuesta Nayeon pues inevitablemente se le vino a la mente lo que sucedió en el avión.

—Un avión privado, después de lo que Akemi me ha contado sobre tus madres Nayeon, no se puede esperar menos.

—Tenemos que darte una noticia Diana. —Interrumpe Mina quiere salir de ese tema de una vez.

—¿Qué se casaron y estás embarazada?

—Mamá te lo dijo, vaya que es rápida.

—Nos casamos porque yo se lo pedí y porque nos amamos y queremos formar nuestra familia. —Argumenta Nayeon, muy distinto a lo que les dijo a Akemi y Nozomi.