Nuestro Lado Oculto III

Más verdades a la luz

A costa de cualquier cosa, lo que suele suceder cuando las personas buscan alcanzar sus objetivos, sin límite alguno, Jessica no cree que sea su caso, por eso se siente un poco ofendida de que Tiffany lo crea de esa manera y aunque milagrosamente la mujer sigue en la mansión, la empresaria se siente con la cuenta regresiva encima, de actuar tarde perderá lo que más quiere esta ocasión sin retorno.

Jessica se levanta y preparada para ir al trabajo, se dirige a su cocina para tomar un desayuno rápido, lugar donde se encuentra Nayeon, cosa que le extraña ya que se supone esta viviendo con las suegras.

—Hola ¿Qué haces aquí? ¿Volvieron a esta casa? —No tiene idea de que Mina está a muchos kilómetros de distancia.

—Volví aquí sola, discutí con Mina y se fue a Japón, a pasar el resto del embarazo.

Jessica le fija la mirada por unos segundos y decide no indagar. —Puedes salir los viernes desde las cuatro de la tarde. —Es evidente porque se lo dice.

—Pensaba partir el sábado a temprana hora.

—Dije que el viernes.

—Hay mucho en el corporativo como para que lo tengas sola.

—Me apoyaré en Wentz, así que no te quiero ver después de las cuatro de la tarde en mis oficinas. —Le pide mientras se sirve una taza de café, de la cafetera y tazas que hay en medio de la mesa.

Jessica además pide un pequeño plato a los empleados para tener waffles, huevos fritos y variedad de fruta, que también están en la mesa.

—¿Qué fue lo que decidiste? —Es claro que se refiere a Reo y sobre ese tema sí va a profundizar.

—¿Y tú? ¿Lo vas a entregar a la policía? Es un asesino. —Por mucho que odie a Momo, no puede ponerse una venda en los ojos.

Jessica observa lo que se sirve en su plato, su plan es evadir la pregunta y se ve frustrado porque justo se percata que Tiffany estaba allí, salió de la cocina donde volvió con un té. —Yo también quiero saber y sin más secretos. —Le pide sentándose al lado de Nayeon.

—Buscaré la manera de sacarlo de la secta y haré que sea internado en un instituto mental, que pague su crimen de esa manera, lo que le hizo a Momo. —Es lo que realmente quiere hacer.

—¿Lo vas a ayudar? ¿Quién te crees? —Se queja Nayeon.

—¿Escuchaste toda su historia? —Le cuestiona Jessica y Nayeon solo se lleva una mano a la cabeza mientras niega.

—¿Eso qué importa? Es hijo de Ryo, dijo que nació allí, su actividad es hacer daño y tiene que ver con la ceguera de mi esposa, lo que aún no sé cómo le voy a explicar ¿Por qué tengo que hacerlo de todos modos? Mina ya pasó por tanto. —Se mantiene en conflicto por ello.

—Pienso que él simplemente quería evitar algo peor. —Menciona Tiffany.

—¿Qué? No me lo creo, no de ti ¿Crees que es mejor estar ciega de por vida a ser violada? Porque yo creo que ambas cosas son una mierda, no tienen retorno ni perdón. —Se siente muy molesta.

—Reo no fue quien le sacó los ojos, Reo evitó que ella pasara por lo mismo que él. Reo era parte de ellos y por culpa del enfermo de Ryo fue violado por mujeres y hombres para hacerlo hombre y que luego pudiera hacérselo a otras personas. —Le explica Jessica, para ese punto imaginando que Nayeon no escucho todo lo que Reo tenía que contarle.

—¿Le creen? ¿En serio? —Ella únicamente se va enojando más y más.

—Tiene el cuerpo lleno de marcas, como lo tenía SinB, las de Reo parecen más profundas de esas que no se le van a quitar. —Sigue explicando Tiffany— Reo tuvo que violar a su propia madre y ni siquiera sabía que esa mujer era su madre.