Reuniones peligrosas

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Las actividades de pareja de Mina y Nayeon se habían prolongado durante la noche y es que, de los ya cinco días en Italia, era la primera noche en que hacían en el amor, los días anteriores se vieron frustrados por el cansancio acumulado en Nayeon, pero en esa oportunidad tenía su energía cargada y la agotó en alguna hora de la madrugada.

Para la mañana siguiente Nayeon fue la primera en despertar, quedándose admirando a la japonesa mientras dormía, se siente feliz y cuando la ve moverse señal de que está despertando, se apresura a darle un beso.

—Buenos días, eres tan preciosa.

Mina sonríe y encuentra el rostro de Nayeon con sus manos, iba a darle un cumplido, pero al sentir tanto calor, se alarma. —Nayeon tienes fiebre.

—Es la manera en que me pones. —Le planta otro beso que Mina no retiene por estar preocupada.

—No, tienes fiebre de enfermedad.

—Por eso.

—Nayeon tómalo en serio, puedes empeorar.

—Tomaré una pastilla o algo y se pasará, nada nos va a arruinar el desayuno con tu abuela. —Ella sale de la cama— Ven, vamos a ducharnos.

Mina estuvo por inclinarse, pero los brazos de Nayeon la sostienen y es levantada. —Espera, que puedes tirarme.

—Tienes razón y es peligroso para nuestras trillizas en formación. —Mejor la baja, realmente no es como que tenga la suficiente fuerza para llevarla por toda la habitación.

—Creí que estarías cansada y veo que tienes más energía que ayer.

— Y me siento muy feliz a tu lado. —Esta vez la besa en la mejilla.

—¿Eso significa que antes no lo estabas? Eres genial. —Le da la espalda y se va directo al cuarto de baño, mostrándose enojada.

—No, no, no quise decir eso. Mina. —La sigue, aunque no entre con ella ya que la puerta ha sido cerrada, se mantiene frustrada afuera repitiéndose que es una torpe y en su distracción no se percata que la puerta se abre.

—¿Sigues allí? —Cuestiona Mina.

—Es que —Se ve jalada al interior y pegada a la pared que esta enseguida donde Mina le devora los labios, es cuando entiende la trampa de la japonesa para tener el control.

—Esposa mala. —Comenta en sus labios, esta siendo brusca en sus movimientos chupando los labios de Nayeon y tirando del inferior con sus dientes.

La coreana permite que Mina se confíe y tenga el dominio para girar la situación en la primera oportunidad que tenga, mientras tanto mantiene quietas sus manos en la cadera de su esposa y deja que sus labios sean comidos al antojo de la misma.

Con sus cuerpos desnudos pegados, el calor se acumula en ciertas partes de sus cuerpos y llega la oportunidad, Mina se separa para hacer su siguiente movimiento y es allí cuando la situación cambia, su cuerpo es girado por lo que su espalda choca con los senos de Nayeon y su trasero se ve hundido en la pelvis de esta, lo que hace que se le escape un gemido apenas audible.

—Amor, debes tener cuidado aquí porque no traes tu bastón, tengo que guiarte. —Siguen en la entrada del cuarto de baño y Nayeon aún no pretende moverse de ahí, hace un lado el cabello de Mina y lleva sus labios a los hombros de Mina, para dejar el camino de besos de extremo a extremo.

Sin previo aviso Mina empieza a chocar su trasero contra la pelvis de Nayeon, provocando que pare con los besos, es una acción que debió empezar pero que por alguna razón no hizo y ahora se ve sorprendida, no sabiendo qué hacer más que jadear ante cada choque que le calienta su centro.

Nuestro Lado Oculto IIIOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz