LXIII.

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El tiempo era relativo. Mientras estés aburrido, pasará todo más lento. Mientras más divertido sea, este pasará más rápido.

Ya había transcurrido cerca de una semana desde el festival...

Un evento que trajo sonrisas. Un festival que devolvió risas. Pero sobretodo, el nacimiento de la sonrisa más inocente que existe, la de los niños; Eri.

Un evento que solo sirvió para deshacerse de aquellas sombras, dando paso a la verdadera vista, los auténticos sentimientos. Personas que comenzaron a observar a sus compañeros con nuevos ojos, nuevas sensaciones.

Sentimientos que tarde o temprano darían forma.

¡Swish!

Naruto movió su dedo índice derecho deslizando la imagen en la pantalla holográfica.

Su vestimenta consistía en una remera roja manga larga pegada al cuerpo y pantalones negros de pijama. Aquellas ropas reflejaban su estado tranquilo al estar en su cuarto.

- No así no- susurró cambiando la imagen nuevamente-. Capaz si le pongo estos detalles- murmuró agrandando el holograma y moviendo cosas en especifico.

- ¡Debería de ser rosa!- exclamo Ashido sentada en la cama del rubio, más bien, sobre la espalda de alguien.

- ¡No! ¡Debería de ser un color más masculino!- contrarrestó Kirishima acostado en la cama sintiendo el peso de la chica sobre su espalda.

- Debe ser de un color picante- mencionó Bakugou mientras hacía flexiones de brazos a un costado de la habitación.

- ¿Color picante? ¿Qué es eso? Y luego yo soy el tonto...- habló Denki relajado en la silla de escritorio.

- ¡¿Qué dijiste, idiota?! ¡¿Quieres que te mate?!-

Kiri y Mina rieron ante el comiendo de otra pelea verbal infantil entre ambos rubios.

- Capaz alguna decoración...- expresó Naruto dibujando en el holograma.

La escena proyectada mostraba planos del traje y báculo del héroe. Ya estaban en esa época, en una semana más sería invierno, haciendo que los diseños de los trajes cambiaran para adaptarse al frío.

- El arte es difícil- murmuró Naruto apagando los hologramas.

- Oye, pelo de piña-

Naruto desvió su atención hacía Bakugou.

El rubio ceniza termino sus flexiones sentándose en el suelo en posición de flor de loto. Solo hacia falta ver su rostro para entender que se hallaba en un dilema, entre decir algo o no.

- Tú padrino, ¿podría hacerme un nuevo traje?- preguntó Bakugou con una mirada seria.

Aquello nadie lo espero dejando en silencio a todos. ¿Katsuki Bakugou se había tragado su orgullo para pedir ayuda?

- ¿Por qué? ¿Por qué?- mencionó Denki siendo el primero en salir de aquel estado-. Lo entiendo de Naruto, ¿pero tú? Nosotros ya tenemos trajes hechos por instituciones especializadas en eso-

- ¿Un traje hecho por esos idiotas o uno hecho por Tony Stark, una de las mentes más brillantes del mundo? Creo que la respuesta es obvia, ¿o no?- exclamo Bakugou sonriendo de lado.

- Buen punto- expresó Denki dejando de hablar.

Naruto solo esbozaba una sonrisa.

- Lo sé muy bien- exclamo Bakugou serio-. El traje es solo una herramienta más. Al final del día solo cuentas con tu quirk. No dependes del traje, pero es un escalón más para mi objetivo-

Rey Mono.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora