LXXIII.

2.1K 359 60
                                    

Asfixiante.

Los recuerdos de aquel accidente con el villano de lodo golpeaban su cabeza en forma de un pequeño trauma. Algo que nadie sabia fue que aquel día Katsuki Bakugou había perdido gran parte de su orgullo.

Su quirk derrotado, sin forma de escaparse de algo tan simple como el lodo. Y sobretodo, recibir la ayuda de Izuku, alguien que no poseía ningún poder, aquel a que siempre miro con superioridad.

La espalda de Bakugou chocó contra el piso siendo presionado por aquella arena movediza. Kilos de presión contra su pecho fragmentando sus costillas.

Bakugou cerró sus párpados...

Rindiéndose.

Ya no podía oír nada.

Su oreja izquierda le había sido arrebatada de un tajo. El otro lado, al ser presionado por toda aquella masa, tampoco podía oír más allá, salvo el propio latir de su corazón. Un galopeo que a cada segundo se iba haciendo más lento.

¿El cuatro ojos habría desactivado la barrera? ¿El inútil de Izuku estaría peleando? ¿Por qué demonios se preocupaba por ese idiota?

¿Idiota? ¿Naruto? ¿El pelo de piña habría ganado su pelea?

Bakugou sonrió de lado.

Si, este bastardo seguramente ganó.

Si, este bastardo seguramente ganó

Ups! Gambar ini tidak mengikuti Pedoman Konten kami. Untuk melanjutkan publikasi, hapuslah gambar ini atau unggah gambar lain.

¡Tap!

¡Tap!

¡Tap!

(Inserte/ Thomas Bergersen- Ocean Princess).

Bakugou se detuvo observando el enorme espacio blanco a su alrededor.

- ¿Se acabó?- preguntó una voz infantil.

El muchacho dirigió su mirada hacía el frente viendo a un niño.

Al apreciarlo mejor, una pequeña sonrisa se instaló en el rostro de Bakugou.

- Parece que si- respondió el rubio ceniza.

- ¿Enserio?- interrogó el niño jugando con una figura de All Might-. ¿Y cumplimos nuestro sueño?-

Bakugou caminó hasta ponerse de cuclillas frente al chico tomando el juguete de sus manos.

- No- respondió con sinceridad-. Hay gente más fuerte allá afuera que nosotros. Jamás seremos los número uno-

El niño ladeó su cabeza hacía un costado.

Bakugou solo pudo observar la expresión confundida de su pequeño yo de cuatro años.

- ¿Número uno?- expresó el niño sentándose en el suelo.

- Si- Bakugou imitó al pequeño sentándose frente a el-. Lo siento, no pude cumplirlo- mencionó alzando el juguete en el aire jugando con el.

Rey Mono.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang