CAPÍTULO 1

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Era viernes y hacía un calor sofocante. Jude se encontraba organizando algunos libros en las estanterías. Le prometió a su hermana que la ayudaría en el trabajo durante el verano entero, y hasta el momento había cumplido a la perfección. 

Tarareaba alguna canción mientras movía suavemente su cuerpo. Al otro lado del pasillo se encontraba Noah, quejándose sobre la vecina de atrás y algo más que Jude no logró captar. Tampoco le importaba demasiado. 

Quedaban tan solo dos semanas para empezar el nuevo curso, y aunque no estaba nerviosa podía decirse que algo emocionada sí. Era el último año antes de la universidad, lo que significaba que en tan solo unos meses podría dejar atrás el pueblo en el que había vivido desde los diez años. 

No penséis nada extraño, Jude estaba totalmente agradecida por haber pasado sus años de adolescencia en ese lugar. Ella amaba Hawkins, y amaba a su hermana por haberle hecho un hueco en su caravana. Pero una parte de ella sentía que debía dejarlo atrás. Una sensación de vértigo la incitaba a huir.  

Tenía muchas cosas por hacer y no podía desperdiciar el tiempo. 

-¡Jude!- una mano se posó sobre su hombro, sobresaltándola-. ¿Me oyes?

Los cabellos dorados rebotaron con gracia. Noah tenía una mueca cansada, pero a pesar de eso, para ella, seguía siendo la mujer más bonita que había visto. Sus mejillas sonrosadas y sus labios carmín era lo que más destacaba. Justo con sus ojos azules, que había tenido la suerte de heredar. 

-No, ¿qué decías?

-Preguntaba si tenias planes para esta noche. 

-Ah, perdona- volvió a girarse hacia la estantería, colocando los libros mientras le hablaba-. Sí, de hecho te quería pedir si podías cerrar tú hoy. Tengo que irme antes. 

-¿A dónde vas?- preguntó con curiosidad. 

-He quedado para ir a una fiesta con Cardan y sus amigos- cerró los ojos un segundo, sabiendo lo poco que le gustaba a su hermana ese chico-. Será algo pequeño, espero no te importe, Noah.

Pasaron unos segundos de silencio. Podía sentir en aire tenso volando a su alrededor, y queriendo aminorarlo, volvió a tararear la canción de antes. 

Pronto, sintió los brazos de la rubia envolviéndola desde atrás.

-Está bien, pero vuelve pronto- depositó un beso sobre su hombro, para hacerle saber que apoyaba y confiaba en su hermana pequeña -, y si necesitas algo no dudes en llamar, ¿me oyes?

-Sí, jefa- Jude correspondió su abrazo, soltando una pequeña risa cuando su hermana apretó aun más, casi ahogándola. 

Una hora más tarde se dirigía al parque de caravanas. 

Estaba algo nerviosa. Siempre se ponía en ese estado cuando se trataba de una salida con Cardan. Llevaban quedando desde antes del verano, pero Jude sabía que no quería nada serio con él. Con nadie, en realidad. Aun así, las manos le comenzaron a sudar cuando, dos días atrás, se había colado por la puerta trasera de la biblioteca y le había hecho la invitación. No se llevaba muy bien con sus amigos, le parecían algo patéticos, pero tal vez Cardan no era como sus demás compañeros del equipo de baloncesto. 

Pronto, sobre su cama ya había juntado varias prendas que podía utilizar. Fue descartando hasta que se decantó por un vestido floreado rojo, junto con una vieja chaqueta de cuero, por si hacía frío. Pintó sus labios del mismo tono y onduló ligeramente su cabello. 

Sonrió cuando estuvo lista, dirigiéndose de nuevo a su coche. Puso rumbo a casa de Jason.

En menos de diez minutos se encontraba frente a la puerta. No debían ser más de las diez y ya habían algunas personas tiradas en el césped, totalmente bebidos. Era por eso que a Jude no le gustaba el alcohol. 

ANGEL | Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora