CAPÍTULO 33

2.9K 266 96
                                    


No les costó encontrar a otro grupo de su edad que se les uniese esa noche. Había sido en la cola para subirse a la noria, hace más de una hora, cuando sin querer Dustin pisó la cola del vestido de una chica. Al contrario de lo que esperaron, fue bastante maja y les dijo que no pasaba nada. Pronto Sarah (así se presentó) dedujo que eran visitantes, y con mucho gusto les presentó a los tres chicos con los que ella había venido.

Ambas tenían en común que eran las únicas mujeres, por lo que no tardaron en enganchar sus brazos y comenzar a charlar. En poco tiempo habían descubierto que compartían su amor por Marilyn Monroe y un flechazo por su vecino, aunque Sarah lo tenía más complicado al ser este también su compañero de clases en la facultad de medicina. La cosa estaba demasiado interesante como para que Jude pudiera centrarse en algo más.

Eddie se había quedado algo confuso al principio, cuando Jude había abandonado su mano para comenzar a hablar animadamente con la otra chica. Pero rápidamente el resto de los chicos del club le llamaron para presentarle a los tres acompañantes de la tal Sarah. Por lo poco que pudo enterarse, uno de ellos era su primo, y los otros dos eran sus colegas de la infancia. 

Ahora se encontraban todos juntos esperando para entrar a la casa del terror. Por lo que le dijeron, era una atracción que se encontraba totalmente a oscuras. Debías de entrar con una pareja, y juntos encontrar la forma de salir. Sonaba divertido, más aún por que habría gente cuyo trabajo era asustar o meter prisas. Desde fuera parecía ser un lugar bastante grande, así que Eddie no podía estar más emocionado.

Jamás había tenido oportunidad de disfrutar de algo así, y era por eso que la sorpresa le había gustado tanto. Hasta el momento, ese era seguramente el mejor cumpleaños que había tenido jamás. Más aún con Jude a su lado.

-Tío- Dustin susurró sobre su hombro, mirando a los lados para comprobar que nadie escuchaba-, ¿y si ahí dentro hay un verdadero asesino y nos mata?

-Eso no va a pasar, joder- Eddie frunció el ceño, pero algo de miedo si que le dio, más aun escuchando los gritos provenientes del interior.

-¿Pero y si ocurre?- insistió el niño.

-Que no, Dustin- negó frenéticamente-. Esas mierdas pasan en películas solo.

-Si supieras la de veces que me han dicho esa frase- Dustin parecía querer decir algo más-. Bueno, si mueres, que sepas que has sido un amigo increíble, tío.

-Gracias- Eddie se giró para terminar la conversación, pero un golpe incrédulo de Dustin le hizo girarse-. ¿Qué te pasa ahora?

-¿No piensas decirme tú algo bonito por si la palmo?

-No se que decirte- Eddie se frustró un poco ante su cara decepcionada, así que habló después de un bufido-. Te quiero, tío. ¿Contento ahora?

-Guay, ahora sí estoy más tranquilo- Eddie revolvió con cariño sus rizos.

Enseguida, el chico que custodiaba la entrada les indicó que podían pasar. 

Jude tomó su mano, sobresaltándolo por que no la había visto, pero la apretó con fuerza antes de adentrarse. 

No tardaron ni dos minutos en perder de vista a sus amigos. Sin soltarse en ningún momento, ambos avanzaba por un pasillo extrañamente silencioso. Una muy tenue luz violeta los envolvía, y ante el retumbo de sus pasos en el suelo de madera, no pudieron evitar tensarse de sobre manera. Por mucho que entrecerraran los ojos, la luz era tan escasa que apenas veían nada. 

-¿Que camino eliges?- finalmente llegaron al final, encontrándose con una encrucijada.

Eddie observó como el pasillo seguía hacia la izquierda, iluminado esta vez con una luz amarilla, y sin embargo, un tobogán a su derecha caía hacia quién sabe donde. Intentando olvidar las palabras de Dustin, quiso arriesgarse.

ANGEL | Eddie MunsonWhere stories live. Discover now