CAPÍTULO 2

4.4K 382 30
                                    




Cuando la alarma sonó a la mañana siguiente descubrió que su cuerpo estaba demasiado cansado como para ponerse en pie. Apenas había dormido mas de cuatro horas, así que le dijo a su hermana que le dolía la barriga. 

Así es como pasó el día entero en su cuarto, saliendo solo para ir al baño. Ni siquiera tenía apetito. 

El domingo pasó igual, y cuando se quiso dar cuenta ya era lunes por la tarde. 

Era la primera vez que no acompañaba a Noah al trabajo. Por supuesto, esto fue sospechoso para ella, que intentó preguntarle sobre el tema, fracasando totalmente. 

Jude tuvo miedo de que siguiera insistiendo, así que le prometió que iría al día siguiente si o si. 

Por suerte tenía a Alfred para hacerle compañía, aunque no es que el gato fuera muy cariñoso. Jude lo amaba igualmente. 

Cuando se despertó a la mañana siguiente se dijo a sí misma que no podía seguir así. Tomó una ducha de agua caliente y preparó el desayuno . Después de tres días por fin volvió a ingerir algo. Lo tomaron en silencio, y cuando hubieron terminado pusieron rumbo a la biblioteca.  

La voz de Freddie Mercury resonó en los parlantes de la furgoneta. 

-Me alegra que vuelvas a estar en pie- bromeó. 

-A mí también- tuvo que carraspear antes de hablar-.  Perdona por estos días, no volverá a repetirse. 

Noah decidió no contestar. Le asustaba volver a preguntar y ser rechazada de nuevo, así que optó por subir el volumen de la música. Queen había sido el grupo favorito de Jude desde que tenía memoria, así que se lo agradeció inconscientemente. 

Pasó toda la mañana ordenando libros y comprobando que todo estuviera en orden.  Agradeció cuando llegó la hora de la comida, pareciendo que llevaba casi un año sin ir a trabajar y necesitando ese descanso con urgencia. 

Por la tarde todo siguió de la misma manera, adelantó lo atrasado. 

-¿Que te parece cenar fuera hoy?- preguntó casualmente su hermana-. Podemos ir a ese sitio que tanto te gusta, y puedes pedirte todas las hamburguesas que te apetezcan. Yo te invito. 

Sonrió. Hacía mucho que no tenía una salida de chicas con ella, y la idea le entusiasmó tanto que se apresuró a terminar todo lo que tenía pendiente para poder salir antes. 

Noah sabía realmente como animarla. 

Hicieron una parada en casa antes. Se dieron una ducha rápida respectivamente y entre risas se arreglaron juntas. 

Livin' on a player  resonaba por toda la casa. La mayor cantaba a todo pulmón, de pie en la cama de Jude y usando un cepillo de dientes como micrófono. Mientras, la otra chica intentaba maquillarse entre carcajadas. 

Una hora después se encontraban sentadas en la mesa de aquel restaurante que tanto les gustaba. Se dedicaban a contar anécdotas de cuando eran más pequeñas, nunca dejando de reír. 

-¿Pero recuerdas cuando tomé sin permiso tu último trozo de tarta y en venganza intentaste ahogarme en la bañera?- Jude acusó-. ¡Eres una pésima hermana!

-Fuiste tú la que de primeras hizo las cosas mal- habló con la boca llena-. Tu eres la mala. 

-Mentirosa...- de repente, pensando en su antigua vida, una cuestión llegó a su mente. Miro a Noah, pensando en si debería preguntarle. Tras unos segundos en silencio se atrevió-. ¿No te pasa que a veces... no se, echas de menos nuestra antigua casa? Quiero decir, nuestra casa en Ohio. 

Su voz no sonó triste, tan solo con curiosidad. 

-¿A que te refieres?

-No estoy segura- suspiró-. A nuestros amigos de allí, a la granja, a mamá...

Hubo silencio durante un momento. Pudo ver como su hermana tomaba su tiempo para responder, intentando poner su mente en orden. 

-Creo que no- se encogió de hombros-. Superé esa época hace mucho. 

-¿Por qué elegiste olvidar?

-¿Quien te ha dicho que olvidé?- contraatacó Noah-. Por supuesto que no lo hice. Pasaron tantas cosas ahí... Son muchos recuerdos, no podría simplemente no recordarlos. Decidí centrarme en el presente: en ti y en nuestra vida en Hawkins. Pero eso no significa que olvidé el pasado, para nada- paró un momento para dar un trago de agua- . Puedes seguir adelante, sin olvidar. 

-¿Y si yo lo que quiero es justo lo contrario?

-Eres libre de hacer lo que quieras- su voz sonó firme-. Cada uno tiene su propia forma de sanar el dolor, ¿no? Si quieres fingir que lo que pasó no es real, puedes hacerlo, supongo. 

-Está bien- asintió, aun pensando en la respuesta que le había dado.

-¿A que viene todo esto?

-Nada- negó. Intentó sonreír, solo para cambiar de tema-. Por cierto, dentro de poco comienzan las clases y necesitaré nuevos materiales. Tal vez el fin de semana que viene vaya a por ellos, ¿me acompañarías?

La cena siguió su curso tranquilamente. Poco después pidieron la cuenta y pagaron.  

El viaje vuelta a casa fue bastante tranquilo. Jude tenía la cabeza apoyada en el cristal, escuchaba alguna canción de Los Beatles sonando suavemente, pero estaba en aquel punto entre la consciencia y el sueño, por lo que no pudo identificar cual era. 

Todo estaba a punto de volverse negro, cuando de repente escuchó un grito a su lado. 

Miró a Noah sobresaltada. Aunque aún estaba algo confusa, se dio cuenta de que ya habían llegado al parque de caravanas. Estaban justo en la entrada a su calle, pero incluso desde ahí pudo ver el coche que la esperaba frente a su casa. 

Entrecerrando los ojos pudo identificar a la persona propietaria de dicho vehículo. 

Ahogó un grito. 

-¿Que coño hace aquí?- inquirió Noah. 

ANGEL | Eddie MunsonWhere stories live. Discover now