ANGEL | Eddie Munson

CAPÍTULO 35

Alguien tocaba la puerta con insistencia. A Jude parecía no importarle en lo más mínimo, pues Eddie seguía notando su respiración demasiado calmada. Pero para él, que hacía prácticamente segundos que había cerrado los ojos, esos malditos golpes si eran molestos. Acompañado de un gruñido, se tapó la cabeza con las cobijas, pero quien sea que fuese no pensaba detenerse.

Entreabriendo los ojos, logró escuchar al fin una voz al otro lado de la puerta.

-¡Vamos tíos, por favor!- sonaba con desesperación-. Abridme o voy a tener que dormir en el suelo, ¡no seáis cabrones!

¿Ese era Bill?

Eddie tenía el cuerpo tan entumido que apenas pudo reaccionar. Su celebro funcionaba demasiado lento, y con el calor que le estaba dando el cuerpo de Jude, no quería moverse. Ignorando las plegarias que cada vez se escuchaban más lejos, Eddie se acurrucó aún más en su lugar. Recordó que habían acordado que él dormiría con ellos, pero la imagen pasó tan deprisa como llegó. Bill podía dormir en el otro cuarto, ¿no era así?

-Cállate, joder- Eddie murmuró entre sueños, oliendo el suave aroma a jazmín de su compañera.

No tardó nada en volver a dormirse.

Para cuando volvió a despertar, la cama a su lado estaba vacía y la penetrante luz se colaba por los costados de las cortinas. Se encontraba tan desorientado que tardó en reaccionar.

Se tomó un momento para estirar cada parte de su cuerpo, luego, para recordar absolutamente todo de la noche anterior, y cuando pasó el tiempo y la rubia seguía sin aparecer, se levantó de un salto. Tomó su ropa interior, y sin preocuparse demasiado por no llevar nada más puesto, salió al pasillo.

Fue al baño, donde hizo sus necesidades, aprovechando para lavar su cara y ordenar un poco su despeinada melena.

Nada más abrir la puerta se encontró con todos los chicos esperándole.

-Me has traicionado- Bill fue el primero en abrir la boca.

No tuvo tiempo de reacción, absolutamente todos comenzaron a hablar sin control después de eso.

-¿Y entonces hicisteis eso...?- Dustin parecía asustado-, ya me entiendes.

-¿Cómo fue?- en cambio, Mike parecía curioso.

-Me duele la espalda por vuestra culpa, ¡y no te veo arrepentido por eso!

-¿Dónde está ella?- Dustin volvió a decir-. ¿Acaso te a abandonado?

-Es lo mínimo que le deseo después de dejarme tirado fuera.

-Supongo que es tu novia entonces- Gareth, con las mejillas sonrosadas, planteó.

-¿Eso es un tatuaje con su nombre?- Mike señaló.

El silencio se hizo por unos segundos, donde Eddie aprovechó para hacerles a un lado y comenzar a andar de vuelta a su habitación. Cerró los ojos cuando volvieron a hablar en grupo, soltando un bufido molesto y tapando su rostro con exasperación.

Se preguntó en dónde estaría la rubia, y si de verdad podría haberse arrepentido y largarse. Inmediatamente desechó esa idea. Jude no haría eso. Eddie podía ser muy inseguro con muchos temas, más de los que podría aparentar, pero todo lo que tenía que ver con ella, de alguna manera, era algo firme. Aunque ni siquiera estuvieran saliendo de manera oficial, Eddie no podía sentirse más amado cuando de Jude se hablaba. Habría salido a algún lado, y estaría a punto de llegar.

Seguro de sí mismo, se giró sobre sus talones cuando estuvo frente a la puerta de su cuarto.

-¡Callaos!- con un solo gesto de su mano, todos le obedecieron al instante-. Lo que hice o no hice ayer con Jude no os importa, ¿me escucháis? Y no quiero que a ninguno de vosotros se le ocurra hacerle alguna pregunta incómoda o un comentario fuera de lugar. Si me entero de que eso pasa, habrá consecuencias- todos asentían en silencio-. No sé donde se encuentra, pero hasta donde yo se ella no tiene la necesidad de decirme todo lo que hace a cada momento, sea mi novia o no. Y respecto a esto- elevó la muñeca-, no lo hice bajo el estado de alguna droga o del alcohol, Mike. Estaba totalmente sobrio, y lo hice por que me dio la gana. Ahora voy a entrar a ponerme algo de ropa, porque estoy solo en calzoncillos y me estáis intimidado, y de mientras quiero que me dejéis en paz, que acabo de despertar y no tengo energías para vosotros, ¿entendido?