La propuesta

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Como siempre perdón por cualquier error qwq pwp


-Saca una tazita nueva que le regalaron -







De manera detenida, Mongolia seguía el movimiento de los alfas que ya los tenían bien rodeados, al menos de los que se encontraban en su campo de visión. 

Además de que en ningún momento dejala de proteger a Singapur, más aún al ver que uno de esos sujetos va hacia ellos sobre un caballo tan negro como la misma noche. 

El corcel da un relinchido que estremece a los bicolores, pues de verdad que ese animal parece sacado del infierno. 

Sin embargo la voz del jinete los regresa a la realidad, además de que les parece extrañamos nostálgica y familiar. 

-Mongolia, Singapur, si que han crecido, por poco y no los reconozco. - 



Los nombrados por fin le prestan más atención al hombre, el cual retira su casco mostrando a Tíbet. Ambos jóvenes quedan con los ojos bien abiertos, incluso piensan que tal vez están soñando, pero al escuchar la característica risa del tibetano descubren que eso es real, por lo que se relajan enormemente. 

Lentamente, y tras bajar de su corcel, el alfa va con rumbo a los menores, realmente no le gustaría que Mongolia lo ataque, pues el bicolor se ve mucho más fuerte que la última vez, y protege a Singapur como sólo un alfa protege a su omega. 




-Señor Tíbet - 




-Hola Singapur, es bueno verlos bien.. - 




Al saber que no hay peligro alguno por fin Mongolia le permite al bajito salir de su refugio, lo que causa una discreta sonrisa en el tibetano, al menos unos momentos, pues al ver más detalladamente a los jóvenes descubre que no lucen como la última vez que los vio, pues Singapur no muestra su habitual alegría, y Mongolia.. Bueno, su rostro y mirada son mucho más fríos, y duros.. Es entonces que recuerda lo que las personas del pueblo le contaron mientras paseaba por allí 



-Bueno, supongo que están tan bien como les es posible.. Realmente lamento lo que le ocurrió a Malaca, es una pérdida más que lamentable hasta para nosotros, jamás había conocido un herrero tan extraordinario como él, sus armas eran dignas de un emperador. - 


Las palabras de Tíbet conmueven y llenan de orgullo a Singapur, pues en efecto su padre era un experto en la herrería, tanto que venían personas de otros países para poder obtener una de sus piezas. 

Esa noche los menores fueron invitados por los militares a cenar, ya que desde la muerte de Malaca poco o nada conviven con alguien que no fuera ellos mismos, así que pasar un poco de tiempo con los alfas no estaba tan mal, pues también era el pretexto perfecto para saber que tanto había mejorado Mongolia en el combate, y para sorpresa de todos derrotó sin mayor problema al tibetano. 




-Vaya que te has vuelto muy fuerte.. ¡Por un momento juraría que vi la luz! Hasta que recordé que no soy católico. Pero fuera de broma, para tu edad tienes una fuerza extraordinaria ¿No has pensado en ser guardia real? De seguro en el palacio del emperador serás bien recibido. - 


La respuesta de Mongolia es negativa, en definitiva lo último que quiere ser es un simple guardia imperial, ni siquiera tiene planeado quedarse con en Tara Florilor (así se llama el país de origen de Mongolia) 


Por su parte, Singapur sonríe discretamente, pues la verdad es que no le gustaría separarse de Mongolia, aunque sabe perfectamente que esa es una posibilidad, ya que tarde o temprano el alfa querrá buscar un omega para formar una familia y él.. Bueno, le tocará ver ser feliz a la persona que ama, y ese pensamiento llena de tristeza su corazón. 

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