Paternidad

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Como siempre perdón por cualquier error qnq


-agita su tazita -






Al final las cosas no habían salido tan mal como Qing pensó.. 


Tras esperar lo que para él fue una eternidad, por fin su amigo salió de la habitación de Yuan, y se le veía más emocionado que cuando entró, y gran sorpresa se llevó el alfa cuando Imperio le dijo que al otro omega le habían encantado los poemas, incluso como agradecimiento le regaló un pañuelo de seda en color azul.




Desde ese día, por más de un año y medio, sin excusa ni pretexto, una carta con poemas le fue entregada a Yuan, además de una hermosa rosa roja que Qing compraba en un pequeño mercado, pues no iba a cortar una flor de esos jardines. 




Imperio era el encargado de entregar los presentes del alfa, incluso se había autodenominado Aizen Myō-ō, y siempre fue muy cuidadoso para que nadie, ni siquiera su padre lo descubriera. 



Por quinta vez Yuan leyó el poema que ese día le fue entregado. Sus mejillas estábamos adornadas por un bonito color rosa, y sus labios tienen plasmada una sonrisa ¿Cómo era posible que su cuerpo se estremezca sin recibir beso o caricia alguna? 


Ese pensamiento lo hizo suspirar, de manera casta besó la pequeña hoja con tan bello escrito, la cual posteriormente guardó en su cajita de tesoros. 




-Dale las gracias de mi parte, dile que como siempre me encantó leer sus hermosos poemas, en definitiva eso se volvió mi pasatiempo favorito. - 





Comenta Yuan en tono amable a Imperio japonés, el cual se encuentra recostado boca abajo con la cabeza apoyada en las manos. 




-Claro, yo se lo diré cuando lo vea. Ahhh que bonito, ustedes son como los de ese libro del que me contó el otro día, el de Romeno y Juliana, pero sin la disputa familiar, el despacho y la muerte trágica de ambos. ¡Por cierto! ¿Porque no le dices personalmente ¡Gracias! a Qing -San? Ya es justo y necesario que interactúen un poco más, y hablar cara a cara, tal vez.. Darse unos besitos. - 




-¿Ahhh? - 




El rostro del celeste se vuelve completamente rojo, es como si hubiera escuchado algo impropio, aunque sabe que su amigo tiene razón.. Solo con el asunto de los besos tal vez no.. Tal vez. 


Durante unos minutos no dice nada, y cuando está dispuesto a responder se ve interrumpido por el sonido de la puerta siendo abierta.

 Al mirar ambos menores descubre que se trata de sus respectivos progenitores, cosa que extraña enormemente a Yuan, pues su padre poco o nada lo visita. 


Mongolia luce tan indiferente como siempre, incluso un poco más ¡Cielos! ¿Que el hombre nunca sonríe? De seguro Wa lo obligó a venir y por eso su cara luce mucho más molesta de lo normal. 




-¡Otōsan! - 




Sin perder tiempo Imperio corre hacia su papá, el cual lo recibió con un cariñoso abrazo, además de algunos mimos y besos. 





-Mi pequeño sol, ya es algo tarde. Debes ir a dormir, además casi es hora de que curen al amo. Mañana podrán seguir hablando todo lo que quieran. - 






-Está bien, Otōsan. Pero antes te tengo que contar algo, verás… Creo que me gusta un alfa de la mafia, y yo a él, siempre que nos cruzamos mi corazoncito late fuerte y me preguntó ¿Estoy en edad de tener novio? ¿Está bien si me enamoro? ... Otōsan, quita esa cara, das miedo. - 





vida y Obra de Mongolia Where stories live. Discover now