China

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Sorry por cualquier error

Gracias a los que comentan, los quiero mucho.




La tranquilidad de la noche se vio interrumpida por un estridente grito, el cual es dado por el omega azul que acaba de entrar en labor de parto, y que tal parece que en cualquier momento va a desgarrar su garganta por lo fuerte de su lamento. 

Junto a él se encontraba su alfa, el pobre intenta calmar al menor, incluso le da una mano para que la pueda sujetar y apretar a gusto, cosa que hace con una fuerza que jamás imaginó tener. 


-Tu puedes, amor ¡Puja! - 



-¡Callate! Esto es tu culpa ¡No vuelvo a permitir que me TOQUES! ¡AHHHHHHHHHHHH! - 


Qing se aparta lo suficiente para que el grito del omega no le reviente su tímpano, aún así muestra una gentil sonrisa, le dio un poco de gracia lo que su esposo acaba de decir.. Solo espera que no sea verdad, así que únicamente se dedica a limpiar el sudor de la frente del omega, y a dar una que otra palabra de ánimo. 




Mientras tanto en la sala de ese hogar, allí Mongolia en compañía de los nipones esperan alguna noticia de Yuan.. De verdad esperan que todo salga bien, pues hasta ese lugar llegan los gritos por las contracciones del omega. 

Imperio sólo mueve una de sus orejitas, está muy atento y nervioso, pues su parto también está próximo, y él a diferencia de Yuan ya no tiene a su alfa, ya que este falleció hace unos meses en una emboscada, y ahora le va a tocar criar solo a su bebé.. Aunque su único consuelo es que tiene a su padre, quien obviamente no va a dejar desamparados a su retoño y a su nieto. 


Por su parte, Mongolia mira la palma de su mano izquierda, allí tiene una herida que se hizo hace poco, y si bien no le duele, si lo hace recordar la plática que escuchó sin querer hace muchas noches entre Qing y Delhi. 

             *Flashback* 




-Aquí está el medicamento que te prometí, espero que esto pueda calmar un poco mejor tu dolor que los analgésicos, solo no tomes más de dos al día. - 






-Si, señor Delhi, gracias por la ayuda. - 




-No es nada, lo hago con gusto. Pero debo admitir que me resulta fascinante lo fuerte que es el lazo que los une al amo Yuan y a ti, tanto así que sus llagas desaparecieron, pero a cambio tu padece parte de su dolor. - 




Comenta Delhi con cierta intriga mientras su contrario se toma una de las pastillas que le fue entregada. 

El médico mira a Qing, de verdad le sorprende que el joven no haya roto el lazo ya, cualquier otro lo hubiera hecho.. Pero no Qing, no, él se mantiene leal a su omega como el primer día, y Delhi no puede evitar pensar que es porque el alfa amarillo desea el liderazgo de la mafia.. Que equivocado esta. 


-Realmente no me importa padecer todo este dolor, si con eso mi amado es feliz, yo también lo soy ¿Ha visto su felicidad de los últimos años al poder realizar actividades que antes no podía? Eso me motiva a soportar y seguir ade… Au, au, au.. Y au. - 





-De verdad lo ama.. - 





Mongolia queda sorprendido por lo que el alfa amarillo dice, al punto de que habla sin pensar, por fortuna lo hace en un susurro que sólo Qing escucha, y además piensa que fue Delhi que dijo eso. 



-¡Claro que lo amo! Más que a mi propia vida. Me enamoré de él desde el primer momento en que lo vi. Para mí nunca hubo llagas ni tanque de oxígeno, únicamente el omega más hermoso que haya visto en mi vida.. Escuche decir al señor Wa que Yuan se parece mucho al señor Singapur, me imagino que también fue alguien de gran belleza.. Donde quiera que esté ojala tenga paz. - 





vida y Obra de Mongolia Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz