Medidas Exageradas

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Como siempre perdón por cualquier error pnp






Gracias a quienes dejan sus comentarios de corazón, ustedes me levantan el ánimo y la moral.







Si antes Mongolia era exagerado con la protección de Singapur, ahora lo es el triple, las medidas de seguridad en la casa eran mucho mayores, pues tal como lo exigió el día del ataque, el muro fue alzado un par de metros más, también colocó cerca de púas eléctricas. 

La azotea siempre contaba con francotiradores que vigilan cada esquina, los cuales tienen la orden de matar a cualquier sospechoso que llegue por aire o tierra. 



Solo Singapur no parece para nada feliz con las medidas, lo molesta enormemente que Mongolia no le permita ni a asomar las narices fuera de la habitación ¡Vaya! No puede siquiera ver por la ventana, la cual ahora, al igual que todas las de esa casa, cuenta con unas cortinas negras, pues según el alfa, así le será más difícil al enemigo  saber en qué habitación el omega está. 

Lo único que lo consuela es que cuando ve a Wa, este le da algunas florecillas raras que encuentra en sus salidas. 


Y en esa deprimente soledad, Singapur a pasado los últimos tres meses, al menos tiene muchos libros de botánica y medicina para leer, y a hecho un par de descubrimos interesantes con respecto a sus orquideas cristal. 



Dio un pesado suspiro al cerrar su libro ¡Necesitaba con urgencia ir a su taller! Debía ver el avance de sus brebajes que quedaron en reposo.. Pero si Mongolia lo veía afuera se iba a enojar mucho, aunque.. Mongolia ahora no está, o eso es lo que supone, y la única forma de saberlo es dar un rápido vistazo por la ventana, así que tras dejar su libro en la mesita de noche, se puso de pie para ir hacia la puerta (ventana) que da a su balcón. 



La cortina fue movida a penas lo suficiente para permitirle a Singapur ver hacia afuera, apretó los ojos con fuerza, pues la luz del sol lastima ligeramente su vista, aún así se adapta rápidamente (NOTA: Singapur solo tiene una tenue luz cálida en su habitación.) 


Más al abrir los ojos para espiar si aún su marido está en casa (se da cuenta si hay o no vehículos) con tristeza descubre que sus jardines están a punto de secarse, por lo que, sin pensar en consecuencias, rápidamente va hacia la puerta y la abre, su intención es salir a los jardines a regalos, pero se encuentra con Wa y otro alfa que vigilan la entrada de la habitación. 






-Amo Singapur ¿Ocupa algo? Sabe que el señor Mongolia le tiene prohibido salir, si necesita algo yo mismo se lo traeré. - 






-Necesito que se quiten al carajo ¡Me estorban! - 




Los alfas son prácticamente empujados por el molesto omega, cuyo caminar es bastante cómico gracias a su pancita de embarazo. 


Rápidamente Wa sigue al menor, pues si este se hace el más mínimo daño, él pagará las consecuencias, así que deberá ponerse firme. 





-Por favor, el señor Mongolia se pondrá furioso conmigo si lo ve afuera. No me obligue a llevarlo cargando de vuelta a su habitación. - 








Singapur mira a Wa de manera suplicante, la verdad es que no quiere meter en problemas al alfa, pero tampoco quiere dejar morir a sus plantas, por lo que hace la carita más tierna que le es posible, cosa que funciona, pues su contrario suspira con resignación al ver que incluso los ojos del bicolor están ligeramente cristalizados. 



-Está bien, está bien, usted gana, pero solo saldrá un ratito ¿Entendido? - 




El tono de voz de Wa es falsamente firme, aunque la verdad es que se está regañando, ya que el es un ex militar, experto combatiente, y uno de los sicarios más crueles de la mafia, pero sucumbió fácilmente a la adorable adorabilidad del omega ¿Y como no? Si Incluso su pancita lo hacía lucir como un tierno pollito, gordito y bonito. 


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