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Sungguk no tuvo noticias de Seojun ese día. Cuando se fueron a acostar, Dae lo buscó bajo las sábanas para abrazarlo y besarle el rostro, con una sonrisa confusa y nerviosa. A las horas, Daehyun se durmió intranquilo a su lado mientras Sungguk contemplaba el cielo del cuarto con las sábanas enrolladas en la cintura.

Ansioso, tomó el celular bajo la almohada y salió en silencio de la habitación. Sus pasos apenas se oyeron en el corredor y después en la escalera; la casa estaba tranquila, pues tanto Eunjin como Namsoo se encontraban en turnos nocturnos.

Se sentó en el sofá con Roko a su lado, mientras su celular giraba entre sus dedos. Sungguk sentía un nudo en el estómago al encender la televisión y dejarla con el volumen más bajo. Hizo girar el celular una vez más. Tomó aire y marcó a la única persona a la que siempre recurría.

—Estaba esperando a que me llamases —respondió su padre con voz calma y amable, Suni debió haberle contado.

Sorbió su nariz.

—Lo sabes, ¿verdad?

—Sí.

Sungguk tuvo que morder su labio unos instantes para dejarlo quieto.

—No sé qué hacer.

—Hijo...

—Le arruiné la vida.

—No, no lo hiciste.

—Él tenía que irse a estudiar a la universidad, hoy lo operarían y ya no tendría más problemas para oír. Pero yo arruiné todo.

—Sungguk...

—Se supone... se supone que Dae debía ser libre, quería que fuese libre y lo arruiné, papá.

—No es justo —aceptó Sehun—, pero tampoco estás siendo justo contigo.

—No entiendes, papá. Dae solo tiene veinte años y pasó toda su vida encerrado. Y ahora de nuevo está atado a algo.

—Sungguk —susurró Sehun con el mismo tono que utilizaba cuando Sungguk lloraba de pequeño—, yo podría hacer algo, ¿lo sabes, cierto?

Hubo una pausa antes de continuar.

—¿Puedes?

—Si Dae lo necesita, puedo ayudarle a abortar. Pero solo ofreceré esto si es Dae quien lo decide, solo él. Tú puedes opinar, Sungguk, pero no decidir en esto.

—Ok —aceptó con tono suave.

—Puedo viajar a Daegu y darle una pastilla. Como Dae es un m-preg, necesitará de todos modos una cirugía para eliminar los restos.

—Nunca le permitirán abortar, papá.

—Lo haría pasar por una apendicectomía, ¿lo entiendes?

El frío nuevamente comenzaba a escalar por las piernas de Sungguk.

—Entiendo.

—Quiero que quede claro que esto es una decisión que le corresponde solo a Dae. Creo haberte criado bien y no pensaré en que lo presionarás a aceptar la opción que tú consideras mejor para él.

Sungguk bajó la mirada a sus pies desnudos.

—Sí —se escuchó diciendo—. No lo haré.

—Bien, quería que supieran que puedo ayudarlos si me necesitan.

—Yo —tragó saliva con dificultad—, pensaba que querías un nieto.

—Quiero, Sungguk, siempre querré uno. Pero no quiero que Dae sufra porque se le obligó a ser padre cuando no podía o tal vez no quería serlo. Su salud mental es más importante —se corrigió con delicadeza—. La decisión de Dae es lo más importante.

Still with you/me (Novela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora