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El oficial Jong Sungguk pensó que esa tarde de lluvia sería como cualquiera: otra inspección de rutina en un vecindario de clase media de la ciudad de Daegu, Corea del Sur. Nunca imaginó que dentro de una casa a...
No se necesitaba anestesia general para realizar un aborto quirúrgico. En el caso de una mujer, solo se aplicaba anestesia local en el cuello uterino; en el caso de un m-preg se aplicaba la epidural para realizar un procedimiento similar a una cesárea, pero menos invasiva, solo una pequeña incisión sobre el útero para extraer los restos del aborto espontáneo. Por tanto, mientras esperaba en el quirófano, Lee Minki lloraba observando la tela que dividía su parte superior e inferior.
Continuó llorando mientras le explicaban que era un m-preg no registrado. Lloró todavía más cuando le dijeron que era lo que estaban haciendo. Lloró y negó cuando le preguntaron si quería que Jaebyu estuviese con él. Y lloró mucho, mucho más cuando procedieron a retirar los restos de lo que hubiese sido un bebé, cuando escuchó el ruido de succión, cuando perdió lo que siempre deseó y nunca supo que existió hasta que fue demasiado tarde.
Su bebé.
Que ya no estaba.
Para cuando salió de pabellón, el primer rostro que vio fue el de su novio Jaebyu.
—Lo siento —susurró—. Perdí a nuestro bebé.
Jaebyu se acercó para abrazarlo.
Ambos lloraron compartiendo un dolor que hace una hora ninguno de los dos imaginó que sentirían ese día.
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