15

111K 18.2K 6K
                                    

15

Desde que Moon Daehyun tenía doce años, la puerta trampilla del ático se podía abrir solo desde el segundo piso por una razón: su abuela, quien de alguna manera debió ingeniárselas para mantener dentro de casa a una persona que únicamente buscaba salir. Pero no siempre fue así. Al principio, cuando luchaba con una mente blanda y receptiva debido a la niñez, lo hizo apelando a las emociones de su nieto.

—No vas a verme nunca más —le decía.

—Te llevarán lejos.

—Yo moriré de pena.

Luego, cuando el chico creció y no pudo convencerlo con tanta facilidad, tuvo que aplicar nuevas medidas para mantenerlo dentro: cambiar la puerta del ático, por ejemplo. Por eso, mientras un Daehyun de doce años se encontraba encerrado en su habitación con llave, como rara vez ocurría en esa casa, un desconocido ingresó. Un maestro, para ser más específico, que buscaba cambiar la puerta trampilla del ático.

—Lara, ¿no crees que es muy peligroso? Te puedes quedar encerrada si solo abre desde el segundo piso —había insistido el maestro.

Pero la anciana, que ya había mandado a sellar todas las ventanas de la casa, no podía retroceder ahora cuando su pequeño estaba creciendo y comenzaba a cuestionarse cosas que antes no le habían importado, como el hecho de por qué no asistía a la escuela, por qué no tenía más familiares, por qué no podía conocer a nadie, por qué no podía jugar afuera con el resto.

Muchas preguntas a las que Lara solo tenía una respuesta:

—Porque no.

Porque ella lo decía, porque en algún momento de su vida se había enfermado, estaba mal, sabía que lo estaba porque no podía estarle haciendo eso a su bebé, pero ahí se sorprendía de sí misma una y otra vez al seguir en esa rueda interminable, girando y girando en esa espiral de mentiras.

Y es que no era capaz, no podía ponerle fin y arriesgarlo todo.

Pero se había aprobado la Ley en el 2001, su pequeño podría ser libre y feliz allí afuera.

Podría, claro que podría.

Como también estaba la posibilidad de que no.

Y ante las estadísticas, no podía arriesgarse.

Los laboratorios todavía existían, a pesar de lo que gobierno afirmaba que desde el 2007 se encontraban todos clausurados. Y ella no quería que su pequeño pasase lo mismo que su hijo, no podía repetir dos veces la misma historia. Se había esforzado tanto, tanto para que no lo hiciera que no podía rendirse ahora. Porque si ella estaba viva, si ella continuaba protegiéndolo, su pequeño estaría bien.

No sería violado como su hijo.

Torturado.

Usado.

Embarazado.

Si ella lo protegía, así, tal cual lo estaba haciendo, no tendría que revivir la historia de ver a su hijo siendo abierto en medio de la cocina para dar a luz un bebé que nunca quiso. No se vería en la desesperación de poner todos sus ahorros en las manos de un doctor que pudiese guardar su pequeño secreto.

No tendría que revivir nada de eso.

Por eso lo hacía.

Porque tal vez, solo tal vez, amaba a Moon Daehyun demasiado, con mucha intensidad y también con mucho daño.

Porque tal vez, solo tal vez, amaba a Moon Daehyun demasiado, con mucha intensidad y también con mucho daño

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Still with you/me (Novela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora