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Pasaron unas semanas y todo iba muy bien con todas las parejas, era sábado y acordaron salir en grupo, se abriría una nueva discoteca y Mai y Dul estaban súper emocionados.

Mai: ¡Vamos Any, todo lo que necesitas hacer es prepararte!

Any: oh ok, y tu crees que voy a salir de todos modos con ese dios griego a mi lado?  ¡Ni siquiera creas que estás loco!  - cambiarse de ropa por tercera vez.

Dul: ¿Por qué no te pones ese vestido negro, sin tirantes, corto y de encaje brillante?

Any sonrió: ¡ese Dul!  - volvió al armario y poco después apareció vestida - ¡Ahora poderosa!

Bajó las escaleras con las chicas y encontró a los chicos sentados en el sofá hablando de fútbol.

Any: ¡Oye, basta de esta pequeña charla y vámonos!  Puso sus manos en sus caderas, de pie junto a la puerta.

Poncho la miró de arriba abajo, con los ojos brillantes, la boca abierta en una mezcla de sonrisa y sorpresa.

cris: alfonso!  ¡Tierra llamando a Alfonso!  - chasqueando los dedos frente a él.

Poncho sonrió: prefiero quedarme en el Planeta Anahi.  - Se levantó yendo hacia ella quien solo sonrió - ¿Estás...? - incapaz de encontrar palabras para definir.

Any se rió: ¡poderoso amor!

Poncho: es una gran definición.  eres poderoso  Él la atrajo hacia sí, besando su cuello.

Ucker: ok pareja, tenemos un club al que ir.

Chris: ¡Vamos entonces, esta noche promete!

Cada pareja siguió en un coche para facilitar el regreso.

Cuando llegaron al club, la fila era enorme.

Any: ¡guau!  Aparentemente todos en la ciudad decidieron venir aquí hoy.

Ucker: no hay problema para nosotros, tengo entradas vip.

Dul: ¡los dulces pueden hacerlo!  - le dio un beso en la mejilla.

Ucker: La empresa de mi padre se encargó de la publicidad aquí, podemos entrar directamente allí.  Señaló una pequeña entrada lateral.

Poncho: ¿Qué hacemos todavía aquí?  - abrazó a Any por detrás.

Any se rió: Estoy esperando a que me sueltes un poco solo para poder caminar.

Poncho sonrió un poco avergonzado mientras los demás reían.  Él tomó su mano para finalmente entrar.
Una vez dentro de la discoteca, fueron guiados a la zona VIP, eligieron una mesa junto a las barras que separaba a los VIP de la zona abierta.

Poncho se sentó y Any fue directo a su regazo.

Mai: any, hay más sillas en la mesa.  - Riendo solo para molestar a su amiga.

Any: ¿para qué quiero una silla si tengo el regazo caliente de mi hombre?  - le envió un beso a Mai - Deberías disfrutar y hacer lo mismo.

Chris: ¡El regazo de papá está aquí!  Se llevó las manos a los muslos, riéndose.

Ucker: Dul ni siquiera tiene que bromear diciendo que el mío también está disponible.  Él le guiñó un ojo.

Dul: no soy una bestia, claro que acepto!  Ella saltó de su silla y se sentó en su regazo.

mayo: ¡ay!  ¡Estaba celoso!  - corrió al regazo de Chris.

Un mesero apareció para tomar las bebidas y luego se fue.

Aprendiendo amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora