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Los seis optaron por almorzar juntos en un restaurante local y regresaron al hotel, acordando una hora para encontrarse e ir juntos a la sorpresita.

Any: ¿qué me pongo Ponchito?  - Preguntó parándose frente al armario.

Poncho: bikini y top de playa, que es lo que más se usa por aquí.  Él se encogió de hombros detrás de ella.

Amy: entonces, ¿vamos a algún lado?  Sonrió ante la idea.

Poncho: No puedo decir nada o estropea la sorpresa.

Any: ai mi amor, no seas malo!  - preguntó con picardía.

Poncho sonrió, agachándose: ¿oyes eso?  Esa es tu mami toda astuta, ¡por favor no seas así también o papi enloquecerá!  - acariciando su vientre.

Any: y no seas aburrido como papá, a quien le encanta despertar la curiosidad de mamá.  - Le dio unas palmaditas en el brazo - Anda, anda, déjame cambiar que tenemos que bajar.

Any vestía un bikini blanco y una falda de playa azul transparente, mientras que Poncho vestía una camiseta sin mangas verde y pantalones cortos color crema.

Encontraron a Mai, Chris, Dul y Ucker hablando junto a un auto.

Chris: ¡Finalmente eh!  - quejándose del retraso.

Poncho miró su reloj: ni se queja, estamos a tiempo, ustedes son los que llegaron temprano.

Chris: No importa, tenemos que irnos pronto antes de que empiece.

Sin más palabras subieron al auto que los llevó a un puerto.  Abordaron una lancha rápida y unos minutos después desembarcaron en una isla.

Any: ¿dónde está la sorpresa?  preguntó ansiosamente.

Poncho la besó en la frente: solo un poco más de amor.

Los muchachos iban delante, guiando a sus esposas por el angosto sendero entre los cocoteros y los árboles.  Cuanto más caminaban, más se acercaba el sonido a la música.

Detrás del follaje, encontraron, a la orilla de la playa, a varias personas bebiendo y viendo a los bailarines actuar en el escenario.

Las chicas quedaron fascinadas con el espectáculo, tardaron tanto en encontrar mesa que hasta el baile terminó.

XXX: Esta fue solo la primera actuación de la noche.  - todos gritaron y silbaron emocionados - Pero ahora, tendremos la competencia de Miss Aloha Hula.  Vamos, ¿tenemos algún turista valiente por aquí?

En ese momento ya estaban todos sentados, excepto Any y Poncho.

XXX: ¡la chica del vestido azul!  - gritó al micrófono cuando las luces enfocaron a Any.

Poncho se detuvo en su lugar, sin poder acercar la silla para que Any se sentara.

Any: ¿Por qué todos me miran?  - sin darme cuenta de lo que estaba pasando.

Ucker se rió: porque tú eres la chica del vestido azul que va a bailar para todo el mundo aquí.

Any: que??  - asombrado.

Ucker y Chris se echaron a reír ante la mueca de Any.

Any: ¡Ni siquiera creo que esté en ese escenario!

Poncho: Sí, ni siquiera creo que mi princesa se suba a ese escenario y se revuelque para que un grupo de hombres adultos se babeen.

Chris: ¡Vamos Poncho, va a ser divertido!  - todos rieron.

Any sonrió maliciosamente: ¿es divertido?  Verás la diversión.  - Selló los labios de Poncho y se dirigió al escenario.

XXX: como te llamas hermosa?  preguntó la mujer.

Aprendiendo amarWhere stories live. Discover now