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Any despertó antes que Poncho, y se levantó de la cama sonriendo, fue al baño de la otra habitación para no despertarlo y bajó a la cocina.

Decidió preparar el desayuno y llevárselo a la cama como una forma de agradecerle lo que había hecho con el vestido.

Preparó una bandeja con tostadas, jugo, mermelada y fruta.  Volvió a subir al dormitorio y dejando la bandeja en la mesita de noche fue a despertarlo.

Any: despierta bebé.  - repartiendo besos en su rostro - ¡Despierta amor!

Poncho: Déjame dormir un poco más princesa.  - la voz ahogada por la almohada.

Anu se rió: ¡Ya son las diez perezoso!  - Se tiró encima de él - Despierta, anda.  - preguntó con picardía.

Poncho: Pero parece que dormí un poco.  Se volvió para mirarla.

Any: Eso es porque dormimos un poco.  - le dedicó una sonrisa maliciosa - ¡Ahora deja ir esa pereza!  No tenemos que ir a trabajar de todos modos, podríamos tomar nuestro café y pasar el día viendo películas abrazándonos.

Poncho sonrió: Esa es una buena idea.  - atrayéndola a sus brazos - Pero, ¿qué te parece si vamos al cine y luego echamos un vistazo al centro comercial para decorar la habitación de nuestros bebés?

Any dio un pequeño grito: ¡maravilloso amor!  - saltando en la cama - ¡Va a ser increíble preparar una linda habitación para nuestros bebés!

Poncho: Y creo que vamos a necesitar comprar una casa.

Any: ¿crees que el ap será demasiado pequeño?  - Preguntó pensando en el espacio.

Poncho: no es pequeño, pero no es un ambiente agradable para los niños.  - acariciando su vientre - No tendrán un jardín para jugar o una casa en el árbol y un columpio para divertirse.

Any sonrió: tienes razón, podemos llamar a una agencia inmobiliaria, decirles lo que queremos y dejar que lo encuentren.

Poncho: Eso estaría bien.  - besó el vientre - Y ustedes, mis amores, ¿dormieron bien?  Papi ya está loco por ver tu cara.

Any sonrió acariciando su cabello: ¡vas a ser un padre increíble!

Poncho la miró sonriendo: tengo que estar, estar al alcance de la madre maravillosa que van a tener.  - Le dio otro beso en la barriga y se sentó - Voy al baño y bajamos a desayunar.

Any: solo falta ir al baño, el café ya está aquí.  Señaló la bandeja.

Poncho sonrió: hmmmmm, qué lindo.

Any: para agradecerte todo el trabajo y cariño que tuviste para arreglar todo ayer.

Poncho: no hay que agradecer princesa.  El que ganó en todo esto fui yo.  - Ya estaba cerca del baño.

Any: ¿eh?  - algo confundido.

Poncho: No tendré que posponer casarme con la mujer más perfecta del mundo.  Él le guiñó un ojo y se fue al baño.

Desayunaron juntos y luego fueron a darse una ducha, también juntos, entre caricias y muchos besos.

Vieron una película de comedia, Cualquier elección y luego buscaron la habitación ideal para sus bebés, pero no llegaron a ninguna conclusión, porque si fueran niños la habitación sería azul o verde, niñas rosa o lila... pero ¿y si fuéramos pareja?  Estaban indecisos y regresaron a casa con las manos vacías, pero felices con la posibilidad de una princesa y un príncipe corriendo por la casa.

Pasaron los días y por fin llegó el día soñado.

Any, Mai y Dul estaban en el salón terminando su peinado.  Los tres optaron por un moño elegante y tradicional.

Aprendiendo amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora