Aprendiendo amar

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Any: cuéntame las novedades Otavio!  - dijo emocionada, aferrándose a Poncho.

Otavio: no son muchos, ahora soy columnista de moda en una revista de Nueva York, conocí a Hugo y llevamos casi un año juntos.  Lo amarías.

Any: Apuesto a que sí.  Siempre consigues los mejores novios.  Comediantes natos.  - respondió riendo.

Otavio frunció el ceño: yo ya pasé esa fase del payaso, Hugo es un hombre serio, es escritor.

Dul: ¿Qué tipo de libros escribe?

Otavio: libros sobre sexo.  - Se rió al ver las caras de todos en la mesa - ¡Qué onda, es sexólogo!

Mai: Acabas de conseguir un novio con profesiones algo diferentes, ¿no?  preguntó riéndose.

Octavio se encogió de hombros: al menos tengo a quien acudir cuando tengo dudas.  - miró a Any - Ahora pequeña Any, dime de dónde sacaste todas estas cosas de aquí, ¿eh?  - Dijo mirando a Poncho.

Any se rió al ver que Poncho se sonrojaba: este es todo ese tipo del que no paraba de hablar, el que estaba en Suiza.  - Miró sonriente a Poncho, su mano apoyada en su muslo.

Otavio: ah, ¿ese es el bebé?  - le echó otra mirada - ¡Vamos Anahi, este tipo no tiene nada, nena!

Todos en la mesa volvieron a reír mientras Poncho se ponía cada vez más rojo y para empeorar la situación, Any decidió subir un poco más allá de su mano masajeando su miembro debajo de la mesa.

Poncho se movió incómodo: ¿y cuánto tiempo te vas a quedar aquí?

Otavio: Me quedo este fin de semana, luego tengo que volver a la fiesta de presentación del libro de Hugo.  ¿Porque?

Poncho se revolvió de nuevo: era que el personal iba a ir a la quinta que compré para nosotros, cierto ¡AMOR!  - rogándole con una mirada que se detuviera - Pensé en invitarte también, ya que eres amiga de las chicas.

Otavio sonrió: ¡Me encantó la idea!  – alzó una ceja – ¿Entonces lo que hay entre ustedes es serio?

Poncho asintió, incapaz de hablar.

Any sonrió: muy en serio, incluso vivimos juntos.  - Siguió masajeando su miembro.

Poncho: sí... eh, chicos, creo que Any y yo nos vamos a casa ahora mismo, cariño.  - tratando de levantarse.

Cualquiera: ¿por qué amor?  Todavía es temprano.

Poncho: Porque... porque...

Otavio: porque es dificil que un hombre se controle con esa mano tonta que tiene debajo de la mesa, verdad Anahi!  - Dijo tratando de mantenerse serio.

Any y Poncho se pusieron rojos como un pimiento mientras los demás reían sin parar.

Octavio se rió: vete pronto a tu casa, pervertido.

Any sonrió torpemente: adiós gente.  - se levantó.

Poncho: Nos vemos mañana entonces amigos.  - Se fue tirando de Any de la mano.

Otavio: ¿Siempre es así entre ellos?  Quiero decir, ¿todo ese fuego?

Dul: No sé en su casa, pero en público fue la primera vez que Any hizo eso.  - sin dejar de reír - Creo que estaba compensando a Poncho por olvidar presentártelo.

Octavio se rió: ¿se enojó?

Dul: Poncho no está acostumbrado a estar en un segundo plano en su vida.

Chris: ¡Mi amigo se convirtió en un pervertido sexual!  Hágaselo saber a la tía Mari.

Mai: como si fueras un santo.  - Habló en voz baja, pero todos escucharon.