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Al día siguiente en el trabajo, Poncho esperó hasta cerca de la hora del almuerzo para buscar a las niñas, ya que era el momento más tranquilo.

Por suerte para ella, los tres estaban en la habitación de Any, lo que lo haría mucho más fácil.

Poncho: hola chicas como estan?  - acercó una silla para sentarse al lado de Any.

mayo: bueno, gracias.  - respondió sonriendo.

Dul: queriendo mi cama.  - la cara hundida entre las manos.

Any: No necesito contestar, sabes que estoy bien.  Ella sonrió, guiñándole un ojo.

Poncho le devolvió la sonrisa: Yo conozco el amor.  Ahora en serio, estoy aquí por trabajo y necesito que ustedes tres me ayuden.

Any: puedes hablar bebé.  - Dirigiendo su atención a él.

Poncho: Estoy revisando un artículo sobre el estilo de ropa de los hombres para un lual, pero no estoy disfrutando mucho el artículo, quería su opinión.

Mai: ¿Qué tenemos que decir?

Poncho: necesito que cada uno describa un estilo para un lual.

dul: eh?  – Preguntó medio desconectado de la conversación.

Poncho se rió: OK, te lo pondré fácil.  - Hizo una mueca pensativa - Si estuvieras en una luna con Ucker, ¿qué ropa te gustaría que usara?

Dul: ¡Este es fácil!  - Cerró los ojos imaginando - Una camisa blanca de lino, tipo smock, ya sabes, de esas con cordón en el cuello, pantalón crema de lino para romper el blanco y chancletas.  ¡Vaya!  Y el pelo sin gel, ¡Ucker le pone gel al pelo para todo!  ¡No en la playa!

Poncho se rió al notar lo que dijo: ¿y tú Mai?

Mai sonrió: pantalones cortos y chancletas blancas, una camisa ligera con cuello de pico azul.

Poncho: genial.  – también apuntó – ¿Y a ti te encanta?

Any lo miró analizando: una camiseta sin mangas de color verde muy claro a juego con sus ojos, un escote en v muy abierto y más ajustado para marcar su pecho pío, - Mai y Dul se rieron, pero ella continuó - pantalones de lino blanco y sandalias.  Tu cabello todo revuelto como si acabaras de salir de la ducha y ese cordón negro que solo te quitas para dormir y ducharte.

Poncho sacó el cordón por dentro de su camisa: ¿este?

Mai: ¿Qué tiene de importante esa piedrita gris?

Poncho: any me regaló este guijarro cuando teníamos como ocho años, ¿no?  - Ella asintió - Le pedí a mi madre que lo arreglara y ella lo llevó a una joyería para ponerlo en este cordón.  Desde entonces no ha despegado más.

Dul se rió: solo para dormir y ducharse.

Poncho: Así es.  - Miro el reloj - Voy por esto chicas, voy a terminar de revisar el artículo y ver como me va con sus consejos, solo tendré que quitarle el hilo a la historia.

Poncho se inclinó y le dio a Any un ligero beso en la frente y se fue.

Any: ¿de quién fue la idea de abordar este tema de lual?

Mai: No tengo idea, no se me ocurrió nada.

Dul: ni me mires, mi equipo no me dio nada.

Any: raro.  Él frunció el ceño.

Mai: Tal vez es alguien queriendo ganar puntos con Poncho y nos pasó por encima.

Any: podría ser.  - dándose golpecitos con el dedo índice en la barbilla - Entonces lo averiguaré.

Mai: ¿y el almuerzo?

Any tomó su bolso: simplemente secuestra a Poncho y podemos ir a buscar a Ucker y Chris.

Dul: vamos entonces, tal vez comiendo me despierte!

Salieron de ahí directo al cuarto de Poncho y luego fueron a almorzar.

Los chicos pasaron la siguiente semana preparando la sorpresa, para no levantar sospechas, en lugar de verse, hablaron por teléfono.

Chris ya había conseguido a la cantante, Ucker estaba todo listo, el montaje sería para el día que iban a viajar y Poncho ya había encontrado buffet y ropa, no solo para ellos sino también para las niñas.

Poncho acababa de terminar de hablar con Chris cuando Any entró en la habitación.

Any: amor, revisé la revista antes de enviarla a la imprenta y no vi el material que mencionas.  Se sentó en la silla frente a él.

Poncho: ¿Sabes lo que es el amor?  – Se rascó la barbilla, pensando en qué decir – Es que el material no era bueno, pensé que mejor me lo quitaba.

Any: ¿los ajustes que hiciste entonces no funcionaron?

Poncho: De hecho funcionó, pero no cabía en ninguna columna esta semana.

Any: si quieres, podemos cerrar la próxima edición con ropa de playa, así podemos usar el artículo.

Poncho: Puede ser, pero en este no.  Veré si puedo hacer algunos ajustes más para mejorar.

Any: cierto, si necesitas ayuda solo házmelo saber.  - Se inclinó sobre la mesa sonriendo - Y hablando de la playa, ¿realmente vamos a Cancún?

Poncho sonrió: claro, ya reservé los boletos y Ucker ya habló con el cuidador.

Any abrió una amplia sonrisa: ¡así que después del trabajo iré con Dul y Mai al centro comercial a comprar bikinis!

Poncho: ok, eso quiere decir que me dejas ir hoy?  Levantó una ceja, conteniendo una risa.

Any: ni modo, la noche es toda nuestra.  - Puso su mano sobre la mesa - Solo tú y yo.

Poncho: Me gusta esa idea.  - una sonrisa traviesa en su boca.

Any rió suavemente: ¿quieres que te compre algo?

Poncho: No, está bien.  Él tomó su mano, besándola y mordiéndola suavemente.

Any apartó la mano, todavía riéndose: Me voy a mi habitación, así que nos vemos luego.  - se levantó y se fue.

Poncho: Te amo bebe.

Any: Yo también te amo bebé.  - volvió a su habitación.

Por la tarde las compras tardaron más de lo que Any había imaginado, llegó a casa al anochecer, llena de bolsas, había comprado más de lo necesario.

Poncho ya la estaba esperando con la cena lista y la ayudó con las bolsas.

Poncho: Lo disfrutaste mucho eh?  - mirando las bolsas.

Any: más de lo que debería.  - Se tiró en el sofá - ¡Estoy agotada!

Poncho: ¿Quieres que prepare la bañera?

Aprendiendo amarWhere stories live. Discover now