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Poncho encontró a sus padres en la sala de espera y les informó que podían pasar a ver a Oscar.

Ruth: como conseguiste eso hijo mio?  No quería ver a nadie.

Poncho: No tiene que querer nada.  Si no hubiera sido tan idiota no estaría en esta situación.  - besó la cara de la madre - Y si te pide que cambies de enfermera, ignóralo.  Esto es perfecto para él.

¿Nada porque?  - preguntó al lado de su suegra.

Poncho sonrió: porque ella no se intimida con sus muecas y gritos.

Su padre asintió y Ruth aceptó de mala gana.

Pasaron dos semanas, Oscar estaba enojado con la enfermera que solo sabía ser grosera con él y eso lo molestaba.

Ruth solo no interfirió porque Alfonso padre y Poncho que siempre estaban al pendiente de ella.

Pero hoy fue un día de anticipación y alegría.  Any se estaba preparando para ir al obstetra y finalmente averiguar el sexo de los bebés.

Any: Seguro que son dos niñas preciosas.  - frotando su vientre y sonriendo.

Poncho: porque creo que son dos grandes que van a jugar mucha pelota conmigo y animar a Pumas.

Tisha se rió: deja de pelear, va a ser pareja.  Una niña para que Any se vista de princesa y un niño para que Poncho lo lleve a los juegos de Puma.

Todos estaban divididos e incluso hacían apuestas para saber el sexo de los bebés.

En la oficina, Any se cambió y se acostó esperando el gran momento.

Dr.  Lisa: Vamos papás, veamos quiénes son sus bebés.  - pasando el dispositivo por el vientre - ¡Compruébalo!  Parece que son tímidos.  - Bromeó al ver a los dos bebés tapándose la cara con las manos.

Poncho: heredado de su maravillosa madre.

Any sonrió: ¡su propio gatito!  Acarició su rostro.

Dr.  Lisa sonrió: van a ser unos padres estupendos.  - habló en voz baja y procedió a la verificación.

Cualquiera: ¿ya has visto el sexo?

Dr.  Lisa: Es un poco difícil porque están en una posición que no contribuye.

Poncho: ¡ay mis hijos!  ¡No puedes hacerle esto a mamá y papá!  - la voz tranquila junto a la barriga.

Any: escucha a papi.  - preguntó con voz de bebé - Mamá se está volviendo loca con ganas de ordenar el cuartito y comprar la ropa mis amores.

Lisa solo observaba la actitud de los dos sonrientes, pero sin éxito con los bebés.

Fue en el momento exacto en que las manos de Any y Poncho se unieron a un costado de su vientre que los bebés se movieron y dieron la oportunidad de saber el sexo.

Dr.  Lisa sonrió victoriosa: ¡por fin!

Poncho se rió: mamá y papá estaban esperando.

Alguno: y luego doctor?  preguntó con curiosidad.

Poncho: Doctor, no suspense por favor, si no, me va a dar un infarto.

Lisa hizo unas cuantas marcas más en la pantalla antes de dar la tan esperada respuesta.

Any: ¡oh doctor!  ¡Basta de suspenso!  - haciendo mañana - ¿Son chicas?  - sonriendo

Poncho hizo una mueca: ¡Chicos!  ¿No es doctora?

Dr.  Lisa sonrió: ustedes son la pareja más linda que jamás haya existido.  – Sacudió la cabeza – La verdad es que ambos estaban equivocados y acertados al mismo tiempo.

Aprendiendo amarWhere stories live. Discover now