Aprendiendo amar

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Poncho ya tenía en mente un plan para atraer a Velasco, el problema era cómo hacerlo sin exponer tanto a Any.

Lo último que quería era ponerla más nerviosa o asustada, pero esa era la única forma en que podía encontrarlo.

Estaba absorto en sus pensamientos y apenas notó que no había tocado el café frente a él, ya frío en la taza.

Anya: estas bien amor?  - preguntó ella viendo sus ojos perdidos en el tiempo.

Poncho: Si princesa, solo me distraje un poco.

Any: Yo no diría un poco.  Llevas media hora ahí parado, mirando al vacío, retorciendo las pobres migas de pan y el café frío frente a ti.  - Alcanzó su mano sobre la mesa - Dime qué es lo que te preocupa de esa manera.

Poncho: No es nada princesa.  - Intenté cambiar de tema - Ya llamé al cerrajero.

Any: Sí, y Tania lo recibirá y no intentará cambiar de tema.

Poncho: Eres terco.  Él sonrió, acariciando su mano con el pulgar.

Any: más que tú, puedes contar.

Poncho: No quiero atormentarte por nada.

Any: tampoco quisiste atormentarme con las flores y los mensajes del monstruo y ayer me asusté bastante.  No soy Cristal Poncho.

Poncho: Pero para mí lo es.  - Se llevó la mano a la boca dándole un ligero mordisco - Pero, tienes razón.

Any: luego cuenta.

Poncho: any, no quería involucrarte en esto, pero no veo otra forma de conseguir lo que quiero.  - Estuvo atenta a todo lo que dijo - Quiero terminar con esto, pero tendré que ponerte como cebo para Velasco.

Any: ¿cómo es eso?  Él frunció el ceño.

Poncho: Tenemos las notas que prueban las amenazas de Velasco, pero no firmó ninguna.  Necesito atraerlo aquí en el apartamento y el único que puede y quiere hacer eso eres tú.

Any: pero para que es ese Poncho?

Poncho: porque seguro que no va a parar a Any, porque quiero partirle la cara y porque solo con su invasión aquí puedo usar el argumento de la legítima defensa en un juicio.

Any pensamiento por unos minutos lo que parecía una eternidad.

Poncho: Si no quieres, lo entiendo.  Pienso de otra manera, no quiero exponerte tanto.

Any lo miró decidida: solo dime lo que tengo que hacer y lo haré.  Quiero que este infierno termine lo antes posible.  Pero, ¿por qué esa obsesión por partirse la cara?

Poncho: Porque nadie se mete con la mujer que amo y se sale con la suya y con todo el dinero que tiene su mujer no va a pasar mucho tiempo en la carcel any.  Alguna marca que tendrá que llevar.

Any: ok, entiendo a mi súper héroe.  - sonrió - Hago lo que quieras, confío en ti.

Poncho: Qué bueno mi amor, te prometo que no te pasará nada, ¿vale?

Any se levantó y fue al regazo de Poncho, compartieron un apasionado beso y luego él le explicó su plan para atraer a Velasco.

Ahora era el momento de esperar que todo saliera bien.

Ese mismo día, a lo lejos, Velasco se enfureció, frustrado por el plan que había fracasado.

Velasco: me aseguraste que eran de confianza Carlos!  - le gritó a la seguridad.

Carlos: y son señor, en ningún momento le dieron su nombre a la policía.  - Saliendo en su defensa.

Velasco: ¿Y por qué no completaron el plan?  ¡Solo tenían que entrar al maldito apartamento y destruir a ese miserable!